Ciudadanos cambia de candidato para salvar su bastión de Catalunya
Precampaña electoral
Lorena Roldán deja paso a Carlos Carrizosa para tratar de “vencer al separatismo”
El horizonte electoral de Catalunya ha dejado atrás el naranja fulgurante de otros tiempos y se tiñe de un oscuro tono crepuscular entre funestos augurios electorales. Este oráculo parece haber empujado a Ciudadanos a relevar, de la noche a la mañana, a la joven candidata elegida apenas hace un año en primarias para la carrera presidencial, Lorena Roldán, por el veterano portavoz Carlos Carrizosa, uno de los fundadores del partido.
La operación, decidida por sorpresa una noche de agosto en una reunión del comité permanente en Madrid, se ha justificado por la voluntad de alcanzar un pacto entre las fuerzas constitucionalistas catalanas, pero existen otros factores que explican el súbito cambio justo antes del pistoletazo de salida hacia las urnas, a la espera de que el president Torra se decida a apretar el gatillo.
Un elemento decisivo de la fulminante decisión lo plantean las encuestas. Ciudadanos es ahora la fuerza mayoritaria en el Parlament, después de “la gesta histórica” de conseguir en el 2017, en las elecciones anticipadas bajo la aplicación del artículo 155 de la Constitución y celebradas en un momento de máxima tensión identitaria, 36 escaños. Una victoria que resultó “frustrante”, puesto que fue insuficiente para gobernar, dada la mayoría independentista. Ahora, los sondeos pronostican a la principal fuerza de la oposición una caída en picado que incluso podría ser peor si se repitiera la debacle que vivió el partido liberal en las últimas generales, cuando pasó de 57 diputados a 10 en un soplo sin que los sondeos detectaran la profunda magnitud del batacazo.
Aquella experiencia traumática se llevó por delante la carrera política de Albert Rivera, que se vio obligado a dimitir tras el hundimiento, y la nueva dirección del partido, en manos de Inés Arrimadas, trata de evitar por todos los medios un derrumbe semejante en Catalunya, la casa solariega de Ciudadanos. Los sondeos emiten destellos de alarma, y Arrimadas, protagonista de los mejores resultados de su formación en unas elecciones catalanas, que al cabo la catapultaron a Madrid, ha optado por sacrificar a su sucesora, pese a la buena sintonía existente entre ambas.
Lo cierto es que la figura de Roldán, que se impuso en primarias en julio del año pasado a once rivales con el 86,6% de los votos de la militancia, respaldada por Rivera, no ha conseguido despuntar en el complicado tablero político catalán y, según el último barómetro del CEO, menos de la mitad de los catalanes la conocen. Además, la sombra del hombre fuerte del partido, Carlos Carrizosa, con un perfil más duro, de afilada oratoria, al final ha acabado por eclipsarla, hasta el punto de que ella le ha cedido el testigo aun antes de empezar la carrera.
El hecho de que el mismo Carrizosa protagonizara la entrevista que el director de TV3, Vicent Sanchis, ofreció al líder de la oposición el 28 de julio y su presencia, en detrimento de Roldán, en el debate sobre la monarquía convocado en el Parlament el 7 de agosto por Quim Torra pueden verse, retrospectivamente, como síntomas de que el relevo al frente de la candidatura liberal ya se venía gestando. La toma de control, al que no se había renunciado del todo, estaba en marcha.
Los argumentos
El relevo busca que el candidato tenga “exclusivamente cargo público en Catalunya”
El argumento esgrimido por el comité del partido en su nocturno comunicado para justificar la sustitución de Roldán por Carrizosa en la carrera a la presidencia de la Generalitat es la voluntad de que el cabeza de lista tenga “exclusivamente cargo público en Catalunya”, con el propósito de que “no pueda ser identificado como un candidato de siglas y difumine cualquier idea de partidismo, facilitando así una futura coalición constitucionalista”.
Ciertamente, Ciudadanos lleva meses insistiendo, hasta ahora sin demasiado éxito, en la necesidad de una coalición con el PP y el PSC para “vencer al separatismo”, dadas las dificultades que plantea “la injusta ley electoral” para traducir la mayoría de votos no soberanistas en mayoría de escaños en el Parlament. No obstante, si el problema era solo el hecho de ejercer cargos institucionales y orgánicos fuera de Catalunya, una solución válida hubiera sido que Roldán, portavoz en el Senado y en el comité ejecutivo del partido, renunciase a dichos cargos para seguir adelante.
No ha sido así ,y ese punto débil de un argumentario ad hoc es precisamente el que aprovecharon algunas voces críticas dentro o ya fuera de la formación liberal para cuestionar la extraordinaria decisión de la cúpula.
En todo caso, la triple alianza constitucionalista anhelada por Ciudadanos dista mucho todavía de ser una realidad y si el PSC ni siquiera la tiene en cuenta, en el PP de Catalunya siguen a la expectativa de que se abran las negociaciones efectivas y observan desde la barrera las cuitas internas de sus hipotéticos futuros socios, a quienes exigen que no usen la voluntad de unir fuerzas contra el soberanismo como “coartada para justificar sus ajustes de cuentas internos”.
La línea expositiva de Cs, sin embargo, no se movió ayer ni un milímetro del comunicado oficial del petit comité permanente, formado por Inés Arrimadas, Melisa Rodríguez, José María Espejo-Saavedra y Carlos Cuadrado, en el que estuvieron, como protagonistas interesados, Carrizosa y Roldán. Fue total el cierre de filas entre los dirigentes, que seguían insistiendo en la necesidad de construir una mayoría constitucionalista “que ya existe” y a la que “solo hay que unir”. Así lo reiteró la misma Lorena Roldán en una entrevista matinal en Onda Cero. Apenas unas horas después de su paso atrás, aseguró que este ha respondido a “una decisión meditada, tomada en equipo, de forma conjunta y con la intención y el objetivo de lograr dar un cambio tan necesario en Catalunya”. Y quiso, además, quitar hierro a las circunstancias poco ortodoxas, tras unas primarias, del recambio: “Es muy jugoso intentar buscar polémica, pero nada más lejos de la realidad”.
La ya excandidata se limitó a agradecer el gran apoyo recibido por la militancia hace un año y pidió defender las necesidades de la ciudadanía y “no anteponer los puestos” de una lista electoral, ya que el objetivo “no sólo es vencer al separatismo en las urnas, sino conseguir gobernar”. En un nuevo llamamiento a la unión del constitucionalismo, reclamó que los otros partidos se dejen de “excusas”, en alusión al PP y su voluntad de configurar listas conjuntas solo en Lleida y Girona, y de “marear la perdiz”, de lo que acusó al PSC de Miquel Iceta.
Las alarmas
Los sondeos auguran una caída a plomo de la primera fuerza política del Parlament
“Ahora la pelota está en el tejado del PSC y el PP”, publicó Roldán más tarde en Twitter, y aprovechó para expresar todo su apoyo a Carlos Carrizosa, quien le respondió de inmediato que está “muy orgulloso” de seguir trabajando a su lado y reiteró su agradecimiento “por dar este paso para favorecer una coalición constitucionalista en Catalunya”. El reto que asume es formidable.