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Interior vincula ahora el cese de De los Cobos con el informe del 8-M

Emergencia sanitaria

Marlaska niega injerencias en la investigación y rechaza las peticiones de dimisión

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a su llegada al pleno del Senado

Dani Duch

Una nota interna de la Guardia Civil, de carácter reservado, sobre el cese del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, máximo responsable del cuerpo en Madrid, volvió a poner ayer contra las cuerdas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ya que confirma que la destitución está relacionada con el informe sobre la manifestación del 8-M, algo que había negado en reiteradas ocasiones.

El escrito es la propuesta de cese de Pérez de los Cobos, firmada por la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, y dirigida al secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, y fue desvelada por El Confidencial . Ahí se señala que el cese es por “no informarle del desarrollo de la investigación y actuaciones de la Guardia Civil, en el marco operativo y de policía judicial, con fines de conocimiento”.

El PP acusa al ministro de mentir tras la publicación del oficio en el que se pedía la destitución del coronel

Interior se vio obligado a validar la nota y atribuyó el relevo del coronel a “una pérdida de confianza” en la que “se incumplió el procedimiento de comunicación de actuaciones, a los solos efectos de conocimiento, no del contenido de las mismas, que se debe a la dirección de la Guardia Civil a través de la cadena de mando”,

Inmediatamente la oposición se lanzó contra Marlaska. PP, Cs y Vox insistieron en pedir su dimisión, tal como vienen exigiendo desde que se produjo el cese del coronel. Pero llegó el pleno del control en el Senado, por la tarde, y Marlaska dejó claro que no pensaba dimitir, y que su equipo cuenta con su confianza.

Marlaska respondió en el pleno a una pregunta del senador del PP Fernando Martínez-Maillo, que le pidió que no se fuera sin haber presentado la dimisión “porque ya sabemos la verdad”. Marlaska rechazó su petición y se defendió: “Ni este ministro ni su departamento han cometido ninguna injerencia, ni ha pedido tener acceso al contenido del informe remitido al juzgado (que investiga al Gobierno por el 8-M)”.

El ministro del Interior señaló que la nota interna incluye la explicación de lo ocurrido, y que no es sino una pérdida de confianza en Pérez de los Cobos, a la que siempre ha aludido el Gobierno. Basa su afirmación de que no hubo injerencias en que el informe llegó “a la autoridad judicial” sin intervención de los responsables del ministerio, y sostiene que la oposición “malinterpreta” ese oficio. Según Marlaska, del jueves anterior al domingo en que se cesó a Pérez de los Cobos, el informe “se filtró” nada más ser entregado al juzgado y es sobre esa filtración “sobre lo que inquirió la directora de la Guardia Civil a Pérez de los Cobos”, ya que filtrar un documento de ese tipo, indicó, es “un delito de revelación de secretos”.

Las explicaciones no convencieron a la oposición. Martínez-Maillo pidió la renuncia del ministro: “Coño, que me mintió a mí en sede parlamentaria, y a todos los españoles, ¡salga de aquí dimitido!”. Palabras que no impresionaron a Marlaska, que le advirtió que “por dramatizar más no tiene más razón” y que el Gobierno actual no hace como hacía el el PP, entregar “informes preparados”. Los reproches fueron cruzados. Maillo acusó al Ejecutivo de intentar imponer “un Estado silente y controlado”, algo que ve “indigno, inaceptable e indecente”, y de haber pretendido interferir en una investigación judicial “para tapar su gestión” del coronavirus.

Cs y Vox utilizaron los mismos argumentos, que no hicieron mella en Marlaska, que recibió el apoyo, en forma de aplausos, de los vicepresidentes Carmen Calvo y Pablo Iglesias, y del ministro José Luis Ábalos. El titular de Interior ya había recibido el apoyo del Gobierno desde la sala de prensa de la Moncloa. La ministra portavoz, María Jesús Montero, dio por buena la versión de Marlaska de que el cese de debía a una pérdida de confianza, “y es en ese contexto y solo en ese donde hay que situar ese cese”. Para Montero, la nota reservada demuestra que no ha habido “absolutamente ninguna intromisión, ninguna injerencia” en la labor de la policía judicial.