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El Gobierno supedita la fecha de las elecciones gallegas y vascas a la evolución de la pandemia

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha avanzado hoy la posibilidad de que las elecciones al Parlamento Vasco que estaban previstas para el 5 de abril se celebren el próximo mes de julio

La ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero y el ministro de Sanidad, Salvador Illa

Jose Maria Cuadrado Jimenez / EFE

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha dicho este viernes que “ojalá” se puedan celebrar las elecciones autonómicas pospuestas en el País Vasco y Galicia, si bien será la situación de la epidemia del coronavirus la que fije las fechas para que se puedan hacer con total garantía.

Lo ha asegurado Illa en la rueda de prensa que ha ofrecido junto a la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, tras al Consejo de Ministros extraordinario al ser preguntado por este asunto.

”Ojalá se puedan celebrar las elecciones en el País Vasco y Galicia, que se pospusieron, y será la situación de la epidemia” la que fijará la fecha para que se puedan celebrar con total garantía, ha indicado el ministro.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha avanzado hoy la posibilidad de que las elecciones al Parlamento Vasco que estaban previstas para el 5 de abril, aplazadas por la crisis de la COVID-19, se celebren el próximo mes de julio.

A su vez, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha reiterado que los comicios autonómicos “no forman parte de la agenda” del Gobierno gallego y ha insistido en que dependen de dos factores: la situación del estado de alarma decretada por el Gobierno y la evolución de la pandemia del coronavirus.

Illa también se ha referido a la reunión que junto a la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, tendrá con las comunidades autónomas para tratar las medidas hacia la desescalada.

En el encuentro, se abordarán los criterios y marcadores que tienen que fijar el marco para pasar a una nueva fase como la capacidad asistencial, los criterios de vigilancia epidemiológica, todos los mecanismos de detección precoz de casos y las medidas de proyección colectiva para evitar nuevos contagios.

”El Gobierno va a compartir estos criterios con las comunidades y escuchará las sugerencias y comentarios al respecto, y en base a estos criterios y, bajo la dirección del Gobierno, vamos a empezar a trabajar en cómo afrontar esta fase de transición”, ha afirmado el ministro.

Así, ha insistido en que las autonomías tendrán un papel “muy importante” en esta fase “compleja”, pero va a ser el Ejecutivo el que la dirija.

Ha abundado en que durante esa próxima etapa, se tendrá en consideración la distinta situación epidemiológica de los distintos territorios del país, con lo que será un proceso “asimétrico”, tal y como ya avanzó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Ha estimado bueno que las administraciones y las empresas hagan sus aportaciones para adaptarse a la normalidad a la que nos encaminamos, pero ha afirmado que va a ser el Gobierno el que, en colaboración con las CCAA, fije el marco.

Ha eludido responder cuál será la primera o la última comunidad ya que será en función de la situación epidemiológica de cada territorio, de sus capacidades asistenciales, de la seguridad de que se pueden tomar ciertas garantías y de que no se va a producir un segundo brote.