El partido de Colau vería una candidatura catalana de Errejón como una “agresión”
La irrupción del líder de Más País en Catalunya para el 10-N “dificultaría” acuerdos futuros
Íñigo Errejón mantiene la incógnita sobre su candidatura catalana para el 10-N. El plazo de inscripción de las listas electorales expira en cinco días pero el líder de Más País continúa sin encontrar un candidato de peso que le permita dar la batalla en Barcelona dignamente. Aún así, la mera posibilidad de que el partido de Errejón concurra en Catalunya ha puesto en alerta a los comunes de Ada Colau, que temen que una lista del ex dirigente de Podemos les reste votos en el híper poblado tablero político catalán –la irrupción de la CUP en las generales también puede perjudicar la candidatura de Jaume Asens–.
Así las cosas, los comunes esperan que Errejón no se presente, primero, porque reduciría sus opciones en un momento ya de por sí complejo para la confluencia de izquierdas. Y segundo, porque la irrupción de Más País en Catalunya para el 10-N sería recibida como una “agresión” por el partido de Colau, una zancadilla, dicen, que “dificultaría” eventuales acercamientos entre los dos espacios en un futuro, afirman fuentes de los comunes.
Pablistas y errejonistas, juntos en Catalunya
En Comú Podem, Adelante Andalucía y el partido de Errejón ya formaron grupo en el Senado la pasada legislatura, una experiencia que, aunque breve, fue fructífera. La posibilidad de entenderse con Más País en un futuro, en el Senado o en el Congreso, está ahí y es que, al contrario de lo que ha ocurrido en el resto de España, Podemos no ha sufrido una ruptura entre pablistas y errejonistas en Catalunya –sí han encadenado numerosas crisis y turbulencias por otras cuestiones–. Las dos grandes familias de Podemos conviven tanto dentro del propio partido como en Catalunya en Comú, espacio donde el líder de Más País ha gozado hasta hace poco de especial predicamento.
El equipo de asesores que en un primer momento acompañó a Xavier Domènech –Adrià Porta, Arnau Mayol o Marc Grau, estos dos últimos ahora con Elisenda Alamany en su aventura de Sobiranistes– procedían del círculo de Errejón. La presidenta de los comunes en el Parlament, Jéssica Albiach, lo apoyó también y concurrió en su candidatura de Vistalegre II para disputarle el poder a Pablo Iglesias, y el propio Asens ha expresado de forma pública su cercanía política con Errejón en varias ocasiones.
En busca de una reconciliación
Incluso la posición de Errejón sobre la crisis catalana coincide cien por cien con la de Catalunya en Comú. O mejor dicho, la posición que ha mantenido hasta hace unos meses, porque el político madrileño guarda silencio sobre la cuestión territorial desde hace tiempo y es esta falta de concreción, junto a sus “antecedentes procesistas”, la que provoca desconfianza en el sector de la izquierda federalista catalana.
El ex dirigente de Podemos y su partido, por tanto, no generan animadversión entre la mayoría de comunes –muestra de ello es la elección de Manuela Carmena como pregonera de las fiestas de la Mercè–. En el partido de Colau no prevén cargar tintas contra Errejón esta campaña pese a que mantienen su alianza con Iglesias intacta. Siempre que no se presente por Barcelona y el resto de provincias catalanas –aquí la tregua acabaría–.
Tras el diez de noviembre se abrirá un periodo nuevo y en la confluencia no son pocos los que abogan por una “recomposición” de todo el espacio de la izquierda alternativa. Una reconciliación entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón que a día de hoy parece imposible. Mientras esta ruptura perdure, los comunes tendrán que seguir escogiendo sus aliados estatales: o Podemos o Más País. De momento, se quedan con Podemos.