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Macron reafirma su compromiso institucional y personal con Andorra

El presidente francés, en su calidad de copríncipe, visita las siete parroquias andorranas, en una estancia oficial en la que también ha resaltado los puntos fuertes de las relaciones entre el principado y la UE

El copríncipe francés, Emmanuel Macron, junto al cap de Govern andorrano, Xavier Espot, durante el discurso en la Plaça del Poble, en Andorra la Vella

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Emmanuel Macron sabe atraer la atención, y no solo en las grandes cumbres internacionales. Así lo demostró en su reciente visita a Andorra. En su cargo de copríncipe, en tanto que presidente de la República Francesa, se presentó como un impulsor de las relaciones entre el país pirenaico y la Unión Europea. Ese fue el eje de su discurso en la Plaça del Poble en el acto central de su estancia en el principado, el pasado 13 de septiembre.

El copríncipe francés defendió las posibilidades que se presentan ante Andorra en el proceso de acercamiento hacia Bruselas, iniciado hace unos años. Macron dejó claro que hará “todo lo que pueda para que pueda prosperar el Acuerdo de Asociación del principado con la UE”. Andorra y Bruselas mantienen negociaciones para sellar un tratado que permita al país acceder en condiciones más ventajosas al mercado común.

Andorra y la UE ya han alcanzado consensos en materias importantes como la libre circulación de mercancías o el marco institucional, pero aún quedan cuestiones importantes sobre la mesa negociadora, como la libre circulación de personas o las telecomunicaciones.

Además de las relaciones con la Unión Europea, la visita de Macron buscó reforzar el apego a su cargo de copríncipe del principado

Macron impulsó su apuesta europeísta para el principado ante sus ciudadanos: “No tengáis miedo del futuro que se os abre, porque sois los herederos de los montañeses valientes y los trabajadores que construyeron Andorra”, y añadió que el Acuerdo con la UE “es la opción de futuro. Europa nunca os privará de vuestra identidad y singularidad”. Un mensaje de optimismo hacia las instituciones y el pueblo andorrano que se lee como una muestra de apoyo sobre el futuro de Andorra en su proceso de convergencia con Europa, en unos momentos en los que el proyecto de la UE se ve ensombrecido por el avance del populismo y otras amenazas.

Más allá del marco de relación con Bruselas, la llegada de Macron se planteó como un refuerzo a las relaciones bilaterales entre el principado y la República Francesa. Justo antes de comenzar la visita, la nota que emitió el Elíseo dejó bien claro que el objetivo era marcar simbólicamente el apego a su cargo de copríncipe, reafirmar su conexión personal y exponer su visión del futuro del país y sus vínculos con Francia y la Unión Europea.

El copríncipe francés dejó constancia de este compromiso visitando cada una de las siete parroquias andorranas: Canillo, Encamp, Sant Julià de Lòria, Ordino, La Massana, Escaldes-Engordany y Andorra la Vella.

Macron posó para la foto institucional en la Casa de La Vall junto al copríncipe episcopal y los representantes políticos de Andorra

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Macron realizó este recorrido acompañado del cap de Govern, Xavier Espot, i de la síndica general, Roser Suñé, para reunirse con los respectivos cònsols en las sedes de cada comú.

La delegación estuvo acompañada por el representante personal del copríncipe francés, Patrick Strzoda, y del director del Gabinete de la Representación del Copríncipe en Andorra, Pascal Escande.

La primera parroquia en la agenda de Macron fue la de Canillo. La visita comenzó a las 9.15 horas de la mañana del 13 de septiembre. El copríncipe se reunió con el cònsol major, Josep Mandicó. En el discurso ante las autoridades locales, el mandatario francés remarcó la importancia del esquí y otras actividades vinculadas a la naturaleza como motores económicos del municipio. Tras finalizar el acto, ya hizo gala de uno de los hechos que han definido su visita a Andorra: rompió el protocolo y se acercó a saludar a los centenares de ciudadanos andorranos que habían acudido a verle. La cercanía de Macron con la gente llegó hasta tal punto que no dudó en hacerse selfies con aquellos que se lo solicitaron.

Además de estas muestras de cercanía, el copríncipe aprovechó su recorrido por las parroquias para anunciar medidas, y de esta forma materializar su voluntad de ahondar en las relaciones bilaterales entre el principado y la República. Así lo demostró en su segunda parada, la visita a Encamp. Allí, su cònsol major, Jordi Torres, agradeció la ayuda francesa para solucionar los problemas derivados del desprendimiento en la RN22, que se produjo el pasado mes de mayo. Pero Torres fue más allá y pidió la mejora de la RN20, que une el Pas de la Casa con Francia.

Emmanuel Macron junto a Conxita Marsol, cònsol major de Andorra la Vella

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Macron se mostró receptivo ante la petición del cònsol de Encamp y anunció delante de las autoridades presentes que “el Estado [francés] continuará mejorando los accesos, dando prioridad a esta vía”, en referencia a la RN20. A la salida, se repitió la misma escena que en Canillo: saludos y fotografías con los andorranos que se habían acercado para ver de primera mano al copríncipe visitando su parroquia.

A continuación, el copríncipe francés se dirigió hacia Sant Julià de Lòria, última parada de sus visitas de la mañana. Allí lo recibió el cònsol major, Josep Miquel Vila, y, al igual que hicieron las demás parroquias, le invitó firmar en el libro de oro de la corporación.

El presidente francés se trasladó luego, tras nuevas muestras de acercamiento al público, a la Casa de la Vall, donde se reunió con el copríncipe episcopal, el arzobispo de Urgell, Joan Enric Vives, y asistió a la tradicional sesión del Consell General, presidida por la síndica general, Rosa Suñé, en presencia de los consellers generals, los ministros del Govern y el cap de Govern, Xavier Espot. Suñé pidió en su discurso al presidente francés que hiciera lo posible para que las negociaciones entre el país pirenaico y la UE llegaran a buen puerto.

La visita de Macron a las siete parroquias andorranas estuvo marcada por la cercanía del copríncipe con los centenares de andorranos presentes en el recorrido

El siguiente en tomar la palabra fue Xavier Espot, quien también incidió en la importancia de las relaciones con Bruselas y los 27. Asimismo, hizo un llamamiento a avanzar en la integración europea sin olvidar a los sectores económicos tradicionales del principado, así como el apoyo continuado a las pymes que trabajan “para continuar generando riqueza y puestos de trabajo”.

Además, el cap de Govern recalcó que “el proyecto europeo es más fuerte cuando respeta y pone en valor la diversidad de los diferentes proyectos nacionales que lo integran”.

Por último, Espot quiso agradecer a Macron su visita recordando las raíces históricas entre ambos estados, que se remontan a la época de Carlomagno y a los pariatges (acuerdos de cosoberanía) de 1278 y 1288. El jefe del Ejecutivo andorrano recordó que “los copríncipes han sido el símbolo más genuino de independencia y neutralidad de estos valles”.

Josep Mandicó, cònsol major de Canillo, durante su discurso ante Macron

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Tras la comida oficial ofrecida por el Gobierno de Andorra en la Casa d’Areny-Plandolit, a base de un menú elaborado con productos locales del principado, Macron se encaminó a Ordino para continuar su visita por las parroquias andorranas durante el resto de la tarde. Esta fue su parada más larga y el presidente de Francia repitió los baños de afecto popular que se habían ido viendo a lo largo de la mañana. En esta parroquia, el cònsol major, Josep Àngel Mortés, agradeció el apoyo francés a la candidatura de la Vall d’Ordino para que la Unesco declare esta parroquia reserva de la biosfera.

La siguiente etapa de la tarde fue la parroquia de La Massana, donde Macron destacó de nuevo la importancia de los lazos históricos y culturales entre Francia y Andorra. Asimismo, también se refirió a la importancia del esquí y otros deportes de montaña para La Massana, con especial mención al Mundial de BTT, que se celebrará allí en 2024. El cònsol major de la parroquia, David Baró, valoró así la visita en declaraciones a Ràdio i Televisió d’Andorra: “Nos ha dejado un mensaje muy claro a los andorranos: que tenemos su apoyo, que está con nosotros, que aunque esté en París y en el G7, él es copríncipe de Andorra y nos va siguiendo y guiando”.

Macron, recibido por Jordi Torres, cònsol major de Encamp, y autoridades de la parroquia

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En la penúltima parada, en la parroquia de Escaldes-Engordany, la cònsol major, Trini Marín, destacó que estaba en la parroquia más joven del principado, constituida en 1978, y cómo esta se había convertido en uno de los referentes económicos y turísticos gracias a la presencia de Caldea, el mayor centro termolúdico del sur de Europa. El copríncipe tomó la palabra para resaltar el trabajo que se había hecho en la parroquia para conservar el patrimonio natural del valle de Madriu-Perafita-Claror.

La última parroquia visitada por Macron fue la de la capital del país, Andorra la Vella, donde también fue recibido por la cònsol major, Conxita Marsol, quien remarcó el carácter “cosmopolita y europeo” de la capital andorrana. También puso en valor el trabajo sostenible que se ha llevado a cabo en los últimos tiempos para desarrollar la parroquia.

Emmanuel Macron con David Baró, cònsol major de La Massana

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Macron celebró el acto final de su visita en la Plaça del Poble de Andorra la Vella, lugar en el que agradeció la cálida acogida que le habían brindado tanto la ciudadanía como las autoridades del principado. En este punto de la visita fue cuando el presidente francés se mostró dispuesto a colaborar en el impulso a las negociaciones entre Andorra y la UE.

Más allá de la cuestión europea, Macron también aprovechó para tratar otros asuntos bilaterales. El copríncipe expresó su agradecimiento por el esfuerzo de mantener el francés en el sistema educativo andorrano. Apuntó que este idioma “es la piedra angular de la presencia de Francia en Andorra” y el dirigente constató que quería seguir reforzando los lazos en el terreno lingüístico.

Con la visita, Emmanuel Macron emula a casi todos sus antecesores en el cargo de copríncipe francés, una tradición que inauguró De Gaulle en 1967

El país pirenaico forma parte de la Organización Internacional de la Francofonía (OIF), un organismo que agrupa a 80 países con un total de 900 millones de habitantes que tienen el francés como una de sus lenguas de uso habitual. Esta defensa del uso del francés es uno de los mecanismos de París para ejercer influencia geopolítica en el mundo.

En el marco de la visita a Andorra y dentro de las relaciones bilaterales, Macron también anunció que Francia seguiría prestando servicios consulares a Andorra. Es decir, cualquier ciudadano del principado podrá ser atendido en un consulado de la República Francesa, en aquellos lugares donde Andorra no cuente con representación diplomática.

La cònsol major de Escaldes-Engordany, Trini Marín, junto al copríncipe Macron

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En otra muestra de la importancia que ha supuesto la visita de Emmanuel Macron al principado, para garantizar su seguridad, se movilizó a 150 agentes de la policía andorrana, así como a la guardia presidencial. Igualmente, los comercios de las respectivas parroquias cerraron durante la hora que el presidente francés invertía para visitar cada una de ellas.

Con esta visita oficial, Emmanuel Macron cumple con la tradición de visitar Andorra como han hecho casi todos los presidentes de la quinta República Francesa. El primero en hacerlo fue Charles de Gaulle en 1967. Nunca antes ningún otro copríncipe galo había puesto un pie en el principado, y el líder de la Francia Libre durante la Segunda Guerra Mundial también inauguró la costumbre de visitar las siete parroquias, hábito que han llevado a cabo la mayoría de sus sucesores en el cargo. Aquella visita histórica fue todo un hito para la diplomacia andorrana, ya que marcó un punto de inflexión en la apertura del país al exterior.

Macron en Sant Julià de Lòria con el cònsol major, Josep Miquel Vila

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Desde la visita de De Gaulle, el único presidente francés que no cumplió con la tradición de acudir a Andorra fue George Pompidou (presidente entre 1969 y 1974). Los antecesores inmediatos de Emmanuel Macron en el cargo, Nicolas Sarkozy y François Hollande, lo hicieron en 2010 y 2014, respectivamente.

Hollande, de hecho, realizó su visita a las siete parroquias a lo largo de dos días. El entonces mandatario socialista francés reconoció los pasos que ya estaba dando Andorra en ámbitos como la transparencia fiscal y la modernización de su economía. Hollande también contó con una cálida acogida de los ciudadanos andorranos. como demostró el discurso que pronunció ante una concurrida Plaça del Poble.

Sarkozy no visitó las siete parroquias, ya que su presencia duró solo medio día, el viaje más corto de todos los realizados por un copríncipe francés.

El cònsol major de Ordino, Josep Àngel Mortés, durante la recepción a Macron

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La visita del copríncipe Macron ha sido sin duda una de las más exitosas de un mandatario francés, gracias al carácter amable, próximo y cálido que mantuvo en todo momento el presidente francés, tanto a nivel institucional como con los ciudadanos que, con afecto, se acercaban para saludarle.

La visita dejó abierta, además, la posibilidad de que el presidente Macron viaje de nuevo al Principado el próximo año, durante la celebración de la Cumbre Iberoamericana, que tendrá lugar en Andorra.