Ángel Víctor Torres: Un constructor de alianzas con una carrera fulgurante

PACTOS CANARIAS (Perfil)

Las Palmas de Gran Canaria, 20 jun (EFE).- El profesor de Secundaria Ángel Víctor Torres, de 53 años, está a punto de convertirse en el primer presidente no nacionalista de Canarias desde 1993, tras una carrera fulgurante que le ha llevado en ocho años de la Alcaldía de Arucas a la dirección del Gobierno autonómico

El dirigente socialista que ha conseguido poner fin a esa dinámica lleva en política desde hace dos décadas, cuando fue elegido por primera vez concejal de Arucas (Gran Canaria), su ciudad natal, de la que ha sido alcalde en dos etapas (2003-07 y 2011-15).

Con un breve paréntesis en el Congreso de los Diputados, la carrera de Ángel Víctor Torres estuvo enfocada en la política municipal hasta 2010.

Ese año fue elegido secretario general del PSOE en Gran Canaria. El cargo insular y su nueva victoria de 2011 en el Ayuntamiento de Arucas le abrieron las puertas para aspirar a liderar la lista del PSOE al Cabildo de Gran Canaria en las elecciones de 2015.

No consiguió ganarlas, pero apostó con firmeza por unir a toda la izquierda en un gobierno a tres en el Cabildo de Gran Canaria con Nueva Canarias, el PSOE y Podemos, encabezado por el nacionalista Antonio Morales como presidente y por él mismo como vicepresidente.

Eso llevó a muchos a pronosticar durante la jornada electoral del 26 de mayo que si los resultados del PSOE, Nueva Canarias y Sí Podemos sumaban, probablemente Fernando Clavijo no repetiría en el cargo.

Pero el desplome de Sí Podemos (que bajó de siete a cuatro diputados) hizo que todo dependiera de una cuarta fuerza política, la Agrupación Socialista Gomera (AGS).

Torres ha tardado más de tres semanas en convencer a ASG, en parte por los recelos que este partido tenía hacía Podemos, en parte porque CC también jugó sus cartas e intentó incluirla en un pacto con PP y Cs.

El acelerón final de Torres hacia el lugar que está a punto de ocupar comenzó en 2017, cuando se presentó a las primarias para dirigir el PSOE de Canarias.

Lo hizo contra dos candidatos de peso, Patricia Hernández -hoy alcaldesa de Santa Cruz de Tenerife-, y Juan Fernando López Aguilar, todo un histórico bajo las siglas PSOE.

Eran fechas en las que a muchos socialistas canarios les escocía que el diputado de NC en el Congreso, Pedro Quevedo, fuera por libre, a pesar de haber sido elegido en la lista del PSOE, y llegara a acuerdos con Mariano Rajoy.

Hernández y López Aguilar abogaron claramente por romper con Nueva Canarias. Torres les llevó la contraria.

Desde el Cabildo de Gran Canaria, el futuro presidente de Canarias siempre mantuvo una relación de lealtad con los nacionalistas de izquierda.

Los puentes de confianza tendidos por Torres con el líder de NC, Román Rodríguez, posiblemente le sirvieron para remontar el partido cuando hace una semana todo parecía perdido para el PSOE, precisamente por el afán de sus compañeros socialistas por echar a NC de sus alcaldías más importantes.

El embate estuvo cerca de convertir a NC en aliado de Clavijo, pero el PSOE replegó filas el mismo día de la constitución de los ayuntamientos y la ofensa no se consumó.

En la biografía política reciente de Torres también hay otra apuesta arriesgada que le salió bien. Cuando significativos barones del PSOE se rebelaron contra Pedro Sánchez y provocaron su dimisión, él se alineó con claridad con el actual presidente del Gobierno.

Sánchez le ha devuelto siempre la confianza y eso le ha blindado frente a los movimientos de una CC acostumbrada a saltarse a los dirigentes insulares y buscar siempre a interlocutores en Madrid.

Es lo que Clavijo definió una vez en público con un "Yo hablo con el jefe, no con medianeros". Y los destinatarios de tales palabras eran precisamente los antecesores de Torres al frente del PSC-PSOE. EFE

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