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UPN dispuesta a desbloquear la investidura de Sánchez con su apoyo

La XIII legislatura

Javier Esparza se abre a “explorar posibilidades que nos lleven a un objetivo, que es que el independentismo catalán no sea decisivo en este país”

Javier Esparza Abaurrea, de Unión del Pueblo Navarro (UPN), en rueda de prensa tras visitar al Rey.

Eduardo Parra / EP

La llave de la investidura de Pedro Sánchez ha viajado desde Barcelona a Pamplona. El bálsamo de Fierabrás capaz de hacer que el presidente salga sin hipotecas con los independentistas (vascos o catalanes) de su elección como nuevo jefe del Ejecutivo está en manos de UPN. Los dos diputados en el Congreso de la coalición Navarra Suma (PP, Cs y UPN) están dispuestos a “explorar posibilidades que nos lleven a un objetivo, que es que el independentismo catalán no sea decisivo en este país”.

Así lo ha confirmado, Javier Esparza, presidente de Unión del Pueblo Navarro, en declaraciones en el Congreso tras la audiencia con el Rey en la ronda de contactos del monarca para explorar la posible candidatura a la investidura. La fórmula está aún en fase embrionaria porque Esparza no ha hablado con el PSOE ni con Sánchez sobre el asunto y de momento “no hay nada”, pero el dirigente de UPN ha reafirmado su predisposición a explorar este “otro escenario que supondría un cambio de cromos: la renuncia por parte del partido socialista de Navarra (PSN-PSOE) a intentar gobernar en la región con el apoyo de Bildu, entre otros, a cambio de las abstenciones necesarias en el Congreso (de UPN) para que Sánchez sea investido. De esta forma, el presidente no necesitaría tener que recurrir a ERC, Bildu o JxCat.

UPN se abre a “explorar posibilidades que nos lleven a un objetivo, que es que el independentismo catalán no sea decisivo en este país”

“Analizaremos esta situación”, ha expresado Esparza, después de situar como bien supremo la necesidad de que “el independentismo sea decisivo en este país” y que haya “gobiernos estables”, tanto en Navarra como en Madrid. Para que el plan sea posible y ante el hecho de que no hayan comenzado los contactos, el dirigente navarro ha alentado a los socialistas a “ser capaces de ponernos a trabajar cuanto antes” en esta dirección.

Los números que harían posible ahora la investidura de Sánchez sin la implicación del independenismo pasan por los 123 escaños del PSOE, los 43 de Podemos, los 6 del PNV, los dos de Coalición Canaria (CC), el diputado de Partido Regionalista de Cantabria (PRC) y el de Compromís. Suman 175 escaños. Para superar la investidura, el presidente socialista necesita mayoría absoluta (176) en primera votación o mayoría simple en la segunda, es decir, más votos a favor que en contra (con los 175 escaños más al menos una abstención sería suficiente). El hecho de que los servicios jurídicos del Congreso concluyan que no hay razones para alterar las mayorías como consecuencia de la diputados presos confirman estos números.

En juego no sólo está la investidura, también el gobierno regional de Navarra

Para lograr la investidura, Sánchez parece decidido a tratar de evitar el coste de un apoyo por parte de los independentistas, que puede logar a través de las negociaciones por el gobierno autonómico de Navarra. Moncloa podría intentar esta vía que le permitiría por tanto sortear la crítica que martilleó al Gobierno en la anterior legislatura por el diálogo con los grupos secesionistas catalanes y que acabó provocando que los presupuestos generales del Estado ni siquiera vieran la luz. Además, con las aguas revueltas entre el PSC y ERC a cuenta de la designación como senador de Iceta y la pugna postelectoral por la alcaldía de Barcelona, la opción navarra cobra más verosimilitud.

En todo caso, la abstención a la investidura de Sánchez de los dos diputado de UPN que conforman el grupo parlamentario de Navarra Suma (Sergio Sayas López y Carlos García Adanero), tiene algunos pequeños obstáculos a superar y condiciones a tener en cuenta. En juego no sólo está la investidura, también el gobierno regional. Allí, Navarra Suma ganó las elecciones al hacerse con 19 diputados, mientras que el PSN-PSOE se hizo con 11, pero los socialistas liderados por María Chivite están dispuestos a hacerse con el gobierno aunque sea con el apoyo de los independentistas vascos y en contra de la voluntad de Ferraz, partidario de dejar que gobierne Navarra Suma.

Coalición Canaria hace valer sus dos escaños y advierte de que si Podemos entra en el Gobierno o llega a un acuerdo programático con la formación de Iglesias, no apoyarán la investidura

La coalición de UPN, PP y Cs podría gobernar con la abstención de los socialistas, tal y como viene reclamando el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, de manera que sería el precio de la investidura de Sánchez. El hecho de que sean dos diputados de UPN los necesarios para hacer finalmente presidente al líder socialista minimizaría el hecho de que, en el fondo, esta ecuación cuanta con el beneplácito de los dos partidos de centro derecha.

Para asegurar el tiro, Sánchez todavía tendrá que acabar de ajustar algunas piezas. En primer lugar, superar la condición que presenta Podemos para dispensar el sí: el gobierno de coalición, para el que Moncloa sólo está dispuesto a ceder en la inclusión de algunos independientes afines a la formación morada. A ello ha contribuido Equo, que en su visita a Zarzuela este miércoles ha insistido en la necesidad de que se dé este tipo de conjunción gubernamental para dar el único de sus diputados se avenga a la investidura.

Compromís y Partido Regionalista de Cantabria, que se centran en cuestiones programáticas para dar su apoyo a la investidura

Como consecuencia de esta condición, Coalición Canaria hace valer sus dos escaños para poner en un brete a Sánchez y advertir que si Podemos entra en el Gobierno o llega a un acuerdo programático con la formación de Pablo Iglesias, no apoyarán la investidura. Así lo ha confirmado hoy en una entrevista en TVE, donde también ha rechazado que vaya a haber un “intercambio de cromos” con el PSOE que permita gobernar a CC en Canarias a cambio de facilitar la investidura de Sánchez. La postura del grupo canario se mantiene desde el día después del 28-A, pero habrá que ver cómo acaban respondiendo ante la vía de la incorporación de independientes afines a Podemos.

Las relaciones de PSOE y CC están marcadas por la situación a nivel regional. Aunque los socialistas ganaron las elecciones, el partido de Oramas se niega a negociar con ellos ni con Podemos y Fernando Clavijo trata de repetir Gobierno con el apoyo de Ciudadanos.

Menos obstruccionista se muestran Compromís y Partido Regionalista de Cantabria, que se centran en cuestiones programáticas para acabar dando el apoyo a la investidura. El partido valenciano fija como condición la negociación previa de un nuevo modelo de financiación, que legalmente sigue pendiente de renovación desde el año 2013. El partido de Miguel Ángel Revilla ha expuesto ante el Rey la su disposición a favorecer la investidura a cambio de un compromiso firme con el tren de alta velocidad desde Palencia hasta Santander, además de otras inversiones pendientes. En el plano político, el PRC también reclama que no haya cesiones a los independentistas que “superen” los límites de la Constitución.

En el caso cántabro también está pendiente el gobierno regional, en cuyo caso PRC y PSOE barajan la “opción” de reeditar el pacto de gobierno de la presente legislatura, aunque los regionalistas insisten en que la “condición” para que se materialice pasa por el “compromiso” del presidente en funciones, con las reivindicaciones de Cantabria.

Esparza espera que se “clarifiquen las posiciones” y que se pueda “actuar con responsabilidad”, porque lo que “está en juego” es “el ser como país y el ser como comunidad”

Todo va tomando forma gracias a la predisposición de UPN con el amén de los siete grupos parlamentarios necesarios para que Sánchez siga en la Moncloa. Bajo la premisa de que lo que no es bueno para Navarra, no lo es para España”, en clara alusión al independentismo, Esparza ha justificado que Navarra Suma nació para “hacer frente” al independentismo catalán y vasco y para que en la región “no vuelva a haber un gobierno nacionalista e independentista” como en los últimos cuatro años.

“Es perjudicial para Navarra y para España estar al albur de las decisiones de los independentismos, que lo que quieren es separarse un país al que desprecian un día sí y otro también”, ha defendido el presidente de UPN. Por eso, a la formación no le duelen prendas por sentarse con el PSOE para apoyar la investidura. Lanzado el ofrecimiento, Esparza espera que se “clarifiquen las posiciones” y que se pueda “actuar con responsabilidad”, porque lo que “está en juego” es “el ser como país y el ser como comunidad”.

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