El exdiputado de la CUP, David Fernàndez, ha comparecido este jueves como testigo en el juicio en el Tribunal Supremo para dar una imagen más sosegada que otros dirigentes de es partido que también han sido citados. Muchos de ellos, como en el caso de Eulàlia Reguant o Antonio Baños, se negaron a declarar por la presencia de Vox, lo que les conllevó la pertinente multa.
A las preguntas de las defensas, ha reconocido que el día 1 de octubre acudió a votar, al igual que ya lo hizo el 9-N, a sabiendas de que había un orden judicial que prohibía esa votación. ”Cometí una desobediencia a conciencia el 1-O y también el 9-N, de la resolución del Tribunal Constitucional. Me declaro abiertamente culpable y reincidente. Seguiré reincidiendo hasta que el derecho a la autodeterminación no sea un delito sino un derecho”, ha afirmado el exdirigente del partido antisistema a preguntas del abogado Benet Salellas, también exdiputado de la CUP que lleva la defensa de Jordi Cuixart.
”Deliberadamente pacífico”
Con tono pausado, Fernàndez ha negado actos violentos por pare de la CUP o de los CDR, los comités de defensa del referéndum que organizaron concentraciones el 1-O. También apoyó la actitud “deliberadamente pacífica y no violenta “durante la jornada del 20 de septiembre ante la Conselleria de Economia. “Los resultados en términos humanos son evidentes. No hay ningún herido”, ha añadido.
A preguntas del fiscal, Fernàndez ha defendido la cultura de “no violencia” de la CUP aunque ha reconocido que ejecutaron una “desobediencia civil” formando muros humanos para evitar que las fuerzas de Seguridad “secuestraran” las urnas. “¿Esa actuación es lo que considera dialogante y no impositivo?”, le ha espeta el representante del Ministerio Público. El presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha prohibido al testigo responder la pregunta del fiscal por improcedente.
Desobediencia civil con muros humanos
”¿Cómo se pretendía impedir el acceso de los Mossos al material electoral?”, le ha preguntado la representante de la Abogacía del Estado. “Interponiendo los cuerpos de forma pacífica, de manera de barrera, de muro, de mulla humana dificultando el acceso de los agentes. Es lo mismo que hacemos cada día en los desahucios. Era profundamente no violento. Si 2,3 millones de personas hubieran decidido actuar de forma violenta solo hace falta imaginar lo que hubiera ocurrido...”, ha subrayado.
Cuando ha llegado el turno de preguntas por parte de la acusación popular, representada por Vox, Fernández ha querido consultar al tribunal si quedaría invalidado todo lo anteriormente respondido si se negaba a contestar a las preguntas del abogado de este partido político. “El presidente del tribunal no está para resolver dudas jurídicas. Si usted no quiere declarar, asume las consecuencias”, le ha advertido Marchena. Finalmente, el exdiputado ha decidido responder aunque antes ha manifestado la “crueldad ruin y mezquina de cualquier forma de fascismo”, en referencia a la postura defendida por Vox.