El origen catalanohablante de los acusados y de muchos de los testigos, y el hecho que mucha de la documentación del caso sea en catalán ha dado como resultado un sinfín de equívocos, pronunciaciones curiosas, traducciones improvisadas y debates lingüísticos entre las partes. Joan Tardà, Jordi Cuixart o algunos apellidos de los testigos han dejado un amplio conjunto de escenas curiosas.