Las labores de mediación de Urkullu con Puigdemont y Rajoy una por una
El juicio del ‘procés’
Fue el expresident quien le pidió mediar y “no quería hacer la DUI” y el expresidente quería estar informado y no quería aplicar el 155
Juicio del ‘procés’ en Catalunya | Albano Dante Fachín, en directo
“Algunas personas me solicitaban mediación, otras solicitaban que intercediera y esa es la función que hice, de enlace e intercesor”. El lehendakari Íñigo Urkullu ha admitido que medió entre el Gobierno central y el de la Generalitat al menos desde junio de 2017, cuando oficialmente se lo requirió el expresident Carles Puigdemont. Aunque la petición llegó de la parte catalana, ha asegurado que Rajoy también mostró especial interés en mantenerse informado, en escuchar sus observaciones y propuestas y por eso se reunieron y conversaron en varias ocasiones. Siempre daba cuenta a la otra parte y constató que “Puigdemont no quería hacer la DUI” y que “Rajoy no era muy dado a la aplicación del 155 realmente”. Estas son las principales fechas de esos contactos.
19 de Junio / Reunión con Carles Puigdemont
El 19 de junio, Urkullu se reúne con el expresident Puigdemont en el Palau de la Generalitat. Fue una reunión de cuatro horas en la que le manifestó la “situación de bloqueo” y la posibilidad de intermediar con el Gobierno para encontrar una salida. El expresident le manifestó su disposición para el diálogo antes de que se celebrara el referéndum del 1-O. Poco más tarde, mantuvo un encuentro con Soraya Sáenz de Santamaría en la sala de autoridades del aeropuerto de El Prat, donde hace el primer contacto para reunirse con Rajoy.
En ese encuentro, el lehendakari informa a la exvicepresidenta de su reunión con el presidente catalán, le pide que informe del mismo a Rajoy y le reclama un encuentro con el jefe del Ejecutivo central que llegará justo un mes después.
Urkullu también ha recordado que “una parte o representantes de la vida catalana de todos los ámbitos solicitaban la mediación. No así la parte del Gobierno central, aún cuando por parte del sr. Rajoy había voluntad de mantenerle informado y de escucha en todos los casos”.
19 de julio / Reunión con Mariano Rajoy
Justo un mes después, el 19 de julio, “me encontré con Rajoy. Estuvimos dos horas” hablando. El encuentro se celebró a petición de la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaria y, de hecho, el lehendakari se vio ese mismo día con Sáenz de Santamaría. La conversación fue exclusivamente sobre la cuestión catalana.
26 de agosto / encuentro con Puigdemont en Barcelona
El 26 de agosto Urkullu se vuelve a ver con Puigdemont. Fue con motivo de la manifestación que ese sábado recorrió las calles de Barcelona contra el terrorismo con motivo del atentado yihadista que dejó un balance de 13 muertos el día 17 de ese mes. El lehendakari no ha dado cuenta de lo tratado en ese encuentro.
20-21 de septiembre / Conversación con Rajoy
Después de mantener contactos con Puigdemont el 20 de septiembre con motivo de las detenciones y la concentración en la conselleria d’Economia, al día siguiente, Urkullu habla con Rajoy por teléfono. En el intermedio del debate de política general mantienen una conversación en la que el dirigente vasco le dice al presidente “que las cosas no debían seguir de la manera en que se producen, que todo se estaba yendo de las manos y había que medir mucho los pasos para no provocar fractura social”. Rajoy le contestó que, “en lo posible, haría lo mínimo y cuidaría lo máximo en todo aquello que se hiciera”.
Urkullu ha aclarado que cuando se refiere a que las cosas se estaban yendo de las manos se refería a la actuación policial y al hecho de que, por parte del presidente del Gobierno “había una renuncia por lo que pudiera ser actitud propositiva, proactiva”. El lehendakari ha matizado que, aunque Rajoy mantenía una “actitud de escucha y atención”, esta “no era proactiva”.
4 de octubre
Durante el mes de septiembre hubo “mucha comunicación telefónica” con ambas partes, pero el día 4 fue especialmente intenso porque recibe llamadas del presidente de su partido, del PSE-EE, socios del gobierno vasco, en relación con la necesidad de intensificar los planteamientos de diálogo.
Ese día recibe una llamada del exconseller Santi Vila solicitándole la intermediación, pero también llamadas de otras personas del ámbito social que también pedían esta misma labor. También se lo solicitó Puigdemont.
A partir del 4 de octubre Urkullu fue presentando propuestas al Govern y el Gobierno central. Fueron “cuatro o cinco propuestas” que expuso hasta el 7 de octubre. Eran propuestas de “diálogo, negociación, distensión”, con una metodología concreta que tenía el objetivo de “llegar a tres meses de distensión” con relación entre ambas partes a través de dos equipos formados cada uno por tres personas.
Era una metodología de trabajo para abordar en una mesa de negociación en la que también proponía “derivadas” como “que no hubiera DUI ni aplicación del 155 de la Constitución”. Además, las propuestas “tenían que llevar a declaraciones concordantes y encadenadas entre el Gobierno y la Generalitat”.
10 de octubre / la DUI
El 10 de octubre, Puigdemont declaró y suspendió la independencia, pero Urkullu ha asegurado que “no quería hacer la DUI”. De hecho, el dirigente vasco ha declarado que “lo constaté” ese día “antes, durante y después del pleno del Parlament”, durante el cual “mantuve contacto con Puigdemont”.
20, 21, 22, y 23 de octubre
Durante los días 20,21,22 y 23 de octubre Urkullu dice que hizo “observaciones” y “sugerencias” sobre DUI. El lehendakari entendía que “no había tenido valor normativo” y “también se lo comuniqué al presidente español”, que siempre mantuvo una “actitud receptiva” como constata la decisión de la noche del 25 al 26 octubre”.
Del 25 al 26 de octubre
La noche del 25 de octubre también mantuvo contactos con ambas partes. Todo parecía encauzado esa noche a la convocatoria electoral, pero al día siguiente, se frustró la previsión.
A las 10:05 de la mañana mantuvo una conversación con Puigdemont en la que le confirma la voluntad de convocar elecciones. También Santi Vila, que está en contacto con el ministro Rafael Catalá, le confirma la decisión.
A las 14:00 horas, Puigdemont le comunicó que “ante la gente que se manifestaba fuera, que se estaba rebelando, y la presión en el grupo de JXSí, no podía convocar elecciones”. “Puigdemont me requería garantías” de que no se aplicaría el 155 “y yo le decía que no podía dar ninguna garantía”.
El 27 de octubre, el Senado aprueba el 155, pero él intentó frenarlo en la Cámara Alta con una propuesta de enmienda, una propuesta de voto particular que ofrecía a un senador del País Vasco, pero “no hubo una propuesta taxativa por parte del presidente del Gobierno español” para no acabar aplicando el precepto constitucional.
En todo caso, “en ningún caso estuvimos hablando del derecho de autodeterminación, sólo de facilitar un espacio de distensión y de encuentro”, ha asegurado el dirigente vasco. También ha insistido en que, por parte del presidente español, y a las puertas de la aplicación del 155, “tuve mi intuición de que, realmente, no era muy dado a su aplicación”.