El exconseller de Presidència Jordi Turull ha tenido varios momentos de tensión con el fiscal que le interroga en el juicio que se celebra en el Tribunal Supremo por la causa del procés. “Estos días he escuchado a la Fiscalía alguna expresión con tono acusatorio que es una falta de respeto a los ciudadanos catalanes. No son ovejas, no son gente militarizada que les dices ve aquí y lo hacen, sea independentista o de extrema derecha, de extrema izquierda, de centro, de derecha o de izquierda, sino que tiene criterio”, ha afirmado Turull.
Después de varios encontronazos, el presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha tenido que intervenir: “Responda al fiscal. No aproveche para hacer juicios de valor”, ha espetado el magistrado, quien le ha recordado que su abogado podrá poner en tela de juicio todas las acusaciones e incluso él mismo podrá hacerlo en su turno de última palabra pero no durante el interrogatorio como acusado.
Durante su intervención, Turull ha defendido la legalidad del referéndum del 1 de octubre, ha recordado que organizar una consulta está despenalizado en el Código Penal y ha reconocido que hasta el “último momento” se intentó que fuera pactado con el Gobierno central. “Se buscó la negociación hasta el último momento, hasta la aplicación del artículo 155”.
El fiscal ha insistido en que desde el Govern se siguió adelante con el referéndum, que era el pasado previo obligatorio para la declaración de independencia de Catalunya, a pesar de todas las advertencias del Tribunal Constitucional sobre la ilicitud de las leyes aprobadas. Turull ha repetido en varias ocasiones que había que “ponderar” entre las resoluciones judiciales y el mandato ciudadano.
Se intentó pactar hasta el último momento”
El exconseller recordó que cuando la CUP tumbó los presupuestos en junio de 2016 se debatió si convocar elecciones o ir a un referéndum. “Que os voy a contar, cuando os tumban los presupuestos hay que tomar decisiones”, señaló.
De aquellos hechos, el entonces presidente de la Generalitat Carles Puigdemont decidió que “referéndum o referéndum”. Ahora bien, Turull recuerda que se buscó el acuerdo con el Estado.”¿Pero no fue pactado?”, recordó el fiscal. “Se intentó hasta el último momento”, respondió el exconseller, que se enfrenta a 16 años de prisión por un delito de rebelión y malversación de caudales públicos.
Respecto de la violencia, el fiscal Jaime Moreno ha mostrado en la vista el documento Enfocats , con la supuesta hoja de ruta de los independentistas para llegar a la independencia. A pesar de que Turull ha negado conocer la existencia de ese documento, el fiscal le ha recordado que en éste se habla de incrementar la conflictividad del Estado hasta llegar a sus objetivos a través de la implicación ciudadana y la complicidad internacional.
Los hechos os desmienten”
“No se buscaba la determinación ciudadana. Esta existía y había que darle salida política”, ha indicado Turull, quien ha reprochado además a Moreno que hable de conflictividad. “El fiscal sabe que los hechos lo desmienten. La estrategia era la de sentarnos, hablar. Hemos insistido”.
En una parte del interrogatorio, el fiscal le emplazó a explicar por qué continuaron adelante a pesar de las reiteradas advertencias del Tribunal Constitucional de que las leyes que habían aprobado para la convocatoria del referéndum eran inconstitucionales. “Cuando uno es político hay que ponderarlo todo. A nosotros no se nos podía denunciar por hacer un referéndum porque estaba despenalizado. Llevo un año en la cárcel por algo que no merece reproche penal”, ha lamentado.
Asimismo, recordó que el Gobierno central también ha incumplido hasta doce resoluciones del Tribunal Constitucional y no les ha ocurrido nada. “Ponerte el traje de constitucionalista es un chollo”, ha replicado antes de espetar: “luego dicen que no nos persiguen por nuestras ideas, ya lo veo”.
Salvar al banquillo
Respecto al delito de malversación de caudales públicos, Turull ha repetido en varias ocasiones que no hubo ningún gasto público en el 1-O y ha ‘salvado’ al resto de compañeros de banquillo. “Se ofreció a los alcaldes que si querían ofrecer de manera gratuita sus centros que lo hicieran para que sus ciudadanos pudieran votar, ha recordado.
La persona encargada de comunicarle esta iniciativa a los alcaldes fue el presidente de la Generalitat Carles Puigdemont a través de una carta. “¿Y el vicepresidente?”, le ha replicado el fiscal. “No me acuerdo”, ha contestado Turull.
Cuatro 'esgarrapacristos' no nos van hacer cambiar de ideario”
El interrogatorio tanto del fiscal como de la abogada del Estado ha girado sobre todo por los gastos aprobados desde la Conselleria de Presidencia para corroborar el delito de malversación de caudales públicos. No obstante, también ha sido interpelado por la presunta violencia en las calles tanto el 20-S en la Conselleria de Economia como el 1-O.
“Cuatro ‘esgarrapacristos’ no nos van hacer cambiar de ideario”, ha afirmado Turull, sobre los actos de violencia en el procés. Ha condenado la violencia y ha defendido que el movimiento independentista es pacifista. “Aunque se intente generar tensión y violencia, quien lo haga en Catalunya ahora antes y después es operación fracaso. Somos el país de Pau Casals”, ha añadido.
Una DUI “política”
Por último, la abogada del Estado, Rosa María Seoane, ha buscado una aclaración de lo que fue realmente la declaración unilateral de independencia proclamada en el Parlament el 27 de octubre de 2017, tras el 1-O. “Lo que se votó es este documento(y lo enseña). Es la expresión de la voluntad política que expresa el sentimiento mayoritaria del pueblo de Catalunya”.
Turull dejó de nuevo en la ambigüedad, como ya pasó en las declaraciones en fase de instrucción, del valor que tuvo ese documento, del que se llegó a decir que fue una declaración “simbólica”. “Era una declaración política. El Parlament hace política”.