Varias ONG piden Consejo D. Humanos ONU investigue detenciones en Xinjiang
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Ginebra, 4 feb (EFE).- Dieciséis organizaciones no gubernamentales pidieron hoy al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que ordene una investigación sobre la supuesta detención de un millón de chinos musulmanes de la minoría uigur en la región de Xinjiang, al noroeste de China.
El llamamiento, presentado en una rueda de prensa en Ginebra, está firmado por organizaciones como Amnistía Internacional (AI), Human Rights Watch (HRW), Defensores Chinos de los Derechos Humanos (CHRD), PEN America o el Congreso Mundial Uigur.
"China está encerrando a más de un millón de personas en campos de reeducación sin ningún proceso legal, basándose en un sistema de vigilancia por alta tecnología extremadamente intrusivo", señaló hoy a los medios el director ejecutivo de HRW, Ken Roth.
"Xinjiang se ha convertido en una prisión a cielo abierto" donde aproximadamente una décima parte de la población musulmana de la zona es sometida a "asimilación cultural forzada y arrestos arbitrarios", denunció por su parte el secretario general de AI, Kumi Naidoo, quien intervino a través de videoconferencia.
"Uigures y otros musulmanes llevan demasiado tiempo sufriendo una horrible represión por parte de las autoridades chinas, ahora esperamos que el Consejo de Derechos Humanos actúe", señaló desde Oslo Dolkun Issa, miembro del Congreso Mundial Uigur y quien lleva más de 20 años exiliado y sin poder reunirse con su familia en Xinjiang.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU, formado por 47 países, celebra su próxima sesión plenaria del 25 de febrero al 22 de marzo en Ginebra y las ONG reclaman que en ella se apruebe una resolución contra China ordenando una investigación externa de sus prácticas contra los uigures en Xinjiang.
"La resolución podría urgir a la alta comisionada de Derechos Humanos (Michelle Bachelet) a enviar una misión de observadores", señalaron las ONG en un comunicado conjunto.
China es actualmente miembro del Consejo de Derechos Humanos, así como otros países con dudosos expedientes en materia de libertades fundamentales (Arabia Saudí, Eritrea o Somalia, entre otros) pero en opinión de los firmantes eso no debe ser un obstáculo para que se le investigue.
"Nunca es fácil criticar a China, pero pensamos que es el momento adecuado para hacerlo", destacó Roth, quien subrayó que "los abusos en Xinjiang son tan graves que piden a gritos una acción de la comunidad internacional".
En este sentido, el responsable de HRW lamentó que el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, todavía no se haya pronunciado sobre la situación en Xinjiang "por miedo a enfadar a los chinos".
También subrayó que la Organización para la Cooperación Islámica puede tener un papel muy importante en este caso, como el que asumió a la hora de denunciar la persecución de los musulmanes rohinyás en Birmania (Myanmar).
"Xinjiang exige una respuesta similar, dado que un millón de personas no sólo están sufriendo detención forzosa sino que son obligadas a renunciar a su creencia en el islam", afirmó.
El Gobierno chino, que durante años ignoró las noticias y las condenas de ONG sobre los campos de reeducación en Xinjiang, finalmente reconoció su existencia en 2018 aunque los denominó "centros vocacionales".
Según Sophie Richardson, directora de HRW para China, la admisión por parte de Pekín de la existencia de estas instalaciones se debió precisamente a que se preguntó repetidamente por ellos en la revisión periódica de su situación interna de derechos humanos que se realizó en la ONU el pasado noviembre.
El régimen comunista justifica esos centros y otras acciones contra los uigures y otras minorías étnicas musulmanas por el combate del extremismo y el terrorismo". EFE