Noche aciaga para la presidenta de la Junta de Andalucía y candidata del PSOE a la reelección, Susana Díaz, que ha comparecido este domingo electoral con rostro severo ante los medios de comunicación para reconocer el hundimiento de su partido en estas elecciones, aunque también para llamar al resto de fuerzas política que frenen a la extrema derecha. Los socialistas han perdido 7 puntos porcentuales de apoyo electoral y hasta 14 escaños, con lo que se enfrentan a la posibilidad, por primera vez en la historia democrática, de no gobernar la comunidad.
Sin embargo, Díaz se ha resistido a dar por perdida la posibilidad de gobernar y ha destacado que su partido ha sido la fuerza más votada y ha ganado las elecciones en 7 de las 8 provincias andaluzas. Con estas cifras sobre la mesa, la líder socialista ha querido hacer un llamamiento a las fuerzas “constitucionalistas”, en referencia a PP y Ciudadanos, para que no permitan un pacto con la extrema derecha que representa Vox. “Hago un llamamiento a las fuerzas constitucionalistas para que paremos a la extrema derecha en Andalucía”, ha manifestado Díaz.
Yo al menos lo voy a intentar y que cada partido diga lo que quiere, si quieren vincular sus votos a la extrema derecha o impedir que sea la llave del Gobierno andaluz”
En comparecencia pasadas las 23,00 horas y arropada por los miembros de la Ejecutiva del PSOE-A y del Gobierno, así como por decenas de miembros del partido, Díaz ha indicado que, a pesar de que su partido ha sido el que ha ganado las elecciones, es una “noche triste” para los socialistas andaluces y “estoy convencida de que también del conjunto de organización”.
Según Díaz, estas elecciones han arrojado que hay un “retroceso real de la izquierda” en la comunidad, pero “lo más grave” es que ha entrado en el nuevo ciclo político y electoral en España la extrema derecha, que por primera vez consigue representación en una cámara legislativa.
La aún presidenta de la Junta ha concretado que contactará a partir de este lunes con los partidos y ha hecho un llamamiento a la fuerzas constitucionalistas a “parar a Vox”. “Yo al menos lo voy a intentar y que cada partido diga lo que quiere, si quieren vincular sus votos a la extrema derecha o impedir que sea la llave del Gobierno andaluz”, ha apostillado.
No obstante, ha advertido de que si el resto de partidos prefiere sumar sus votos con la extrema derecha y abrir así un escenario para el resto del ciclo electoral que lo digan. “Que digan (por el PP y Cs) si están dispuestos a unir sus votos a un partido xenófobo, racista y machista. El PSOE será un dique de contención de la extrema derecha”, ha enfatizado en una alocución de unos cinco minutos.
La candidata ha dicho asumir que muchos andaluces se han quedado en casa, lo que explica la baja participación y el “retroceso” de la izquierda, aunque ha insistido en que el PSOE sigue siendo el partido preferido por los ciudadanos.
El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, durante su comparecencia
Unirse contra la ultraderecha
El mismo aviso a PP y Cs ha llegado desde Ferraz. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha criticado que populares y ciudadanistas hayan celebrado sus resultados electorales “como si hubieran vencido” y que hayan integrado “como propio el obtenido por la extrema derecha”, y ha advertido de que está por ver “cómo resuelve la derecha este lío”.
Desde Madrid, Ábalos ha dicho que la entrada en el Parlamento andaluz de un partido anticonstitucioanl es una “mala noticia para el sistema democrático en nuestro país” y ha sostenido que el PSOE tiene la “responsabilidad de no permitir que la ultraderecha marque el rumbo de Andalucía”.
En una declaración sin preguntas, el dirigente socialista ha reconocido el “retroceso” que ha experimentado el PSOE-A y que la dirección federal atribuye en parte a una campaña de excesivo perfil bajo, que se ha traducido en una baja participación que tradicionalmente perjudica a la izquierda. Pero una vez que la derecha “le ha abierto la puerta de las instituciones a la extrema derecha”, al PSOE le compete dar “la batalla por la democracia frente al miedo” e intentar facilitar en Andalucía un Gobierno “constitucionalista y europeísta”, lo que pasa por excluir a Vox. “Lo que hagamos en Andalucía será también una buena demostración de lo que algunos serán capaces de hacer en España”, ha avisado.