La historia del pequeño héroe Camper
El Reto de los Lectores
El perro fue maltratado, abandonado y atropellado, pero, tras la amputación de una pierna y un largo periodo de recuperación, ha vuelto a sonreír con una nueva familia
En la vida, a veces, tienes que pasar por el infierno para poder llegar al paraíso. Esto es lo que justamente sucedió con nuestro pequeño héroe, Camper.
A Camper lo encontraron moribundo, abandonado. Fue atropellado y presentaba múltiples fracturas y daños neurólogos.
Cuando lo vieron, avisaron la policía y éstos a la protectora Amics del Animals de La Noguera, que se hizo cargo de su tratamiento, que, finalmente, le costó —entre otras cosas— perder su patita delantera derecha.
El nervio braquicefálico estaba tan dañado que la recuperación no era posible. A parte, tenía la cadera rota, lo que hacía que, cuando Camper empezó a andar, un mes después de la amputación de la patita en una casa de acogida, más bien saltaba a las dos patitas en diagonal que le quedaban sanas. Parecía un conejo.
Se cansaba mucho. No podía hacer mucho paseo e iba en un carro de perro.
A pesar que este pequeño héroe entró dos veces al quirófano, aguantó dos meses de curas diarias y más de un mes de fisioterapia.
Su sonrisa no paraba de brillar en su dulce carita. Camper y su historia han conquistado muchos corazones , entre ellos uno sumamente grande que, a parte de que le ofreció su amor, también le ofreció su hogar.
Se trata de su mami Esther. Con su familia, poco antes, habían adoptado una gatita también fracturada, de la misma protectora.
Para acoger a Camper tenían que esperar a que acabara sus tratamientos en su casa de acogida.
Su futura mami no se cansó, por más de 3 semanas, de pasear con él, conocerlo, para que le pudiera coger confianza, porque, de todo lo que le había pasado a Camper, el pobre estaba un poco desconfiado.
Al final llegó el momento. Camper tenía que ir a su nuevo hogar y conocer al resto de su familia y a su hermana peluda, la gatita, que ya estaba un poco preparada para su llegada. Cosas de gatos, jeje.
Nuestro pequeño héroe, por fin, tenía su familia y, tras haber sufrido un duro abandono y una no tan fácil recuperación, se convirtió en el rey de la casa, muy esperado y querido.
El pequeño valiente, con un gran corazón, encontró a su gente y a una familia tan maravillosa como él.
De todos nosotros depende que estas historias tristes tengan un final feliz.
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