La abuela de 85 años conectada a Skype
El Reto de los Lectores
Custodia a penas aprendió a leer y escribir, tuvo que trabajar para sacar adelante a sus 5 hijos y, ahora, confinada en casa por el coronavirus, ha descubierto las videollamadas
Custodia, de 85 años, habla con su hijo Josep Maria por videollamada.
“Mi madre, de leer y escribir, sabe muy poco, estudió sólo un año de pequeña y luego se dedicó a trabajar para sus 5 hijos”, explica Josep Maria Roldán. Se llama Custodia Moral, vive sola en Vilafranca del Penedès (Barcelona) y, si bien “en su móvil no tiene ni whatsapp”, ha conseguido comunicarse cada día de confinamiento con sus hijos a través de Skype.
“Para mi madre es de gran ayuda ver a toda su familia y para nosotros es una muy buena noticia verla tranquila y feliz”, remarca Josep Maria.
“Al principo de todo, le instalamos en casa un ordenador para poder vernos por videollamada”, detalla Josep Maria, quien destaca: “Ella es tan luchadora que un día el ordenador se reinició solo y después de una hora al teléfono, sin que ella sepa nada de ordenadores, logramos volver a poner la contraseña de usuario”.
Custodia se comunica con su hijo por Skype.
La historia de Custodia, compartida en El Reto de los Lectores de La Vanguardia, muestra el camino de superación de las personas mayores en momentos de adversidad y cómo son capaces de adaptarse a todo con tal de estar cerca de su familia.
“Vivimos todos, sus 5 hijos, 8 nietos y 4 biznietos en 20 km a la redonda”, explica Josep Maria, antes de detallar cómo es el proceso de videollamada: “Skype tiene una opción de descolgar automáticamente. Primero, la llamamos por teléfono para decirle que se ponga delante del ordenador”.
De esta forma, Custodia, que no sabe ni cómo funciona un smartphone y con sus amigas habla “por teléfono”, consigue ver a su familia cada día a través de la pantalla de la computadora. “No sabe cómo funciona, no sabe ni cómo se conecta (el ordenador está siempre encendido sin pausa), le instalé un altavoz de bluetooth porque no escucha bien y también le expliqué por teléfono cómo se conectaba, después de que el segundo día se parase sólo”, explica Josep Maria.
Algunos de mis hermanos no creían que mi madre se pudiese conectar a través de un ordenador”
Pero, ahora, “siempre llaman hijos o nietos” para que Custodia “no se sienta tan sola”. En realidad, este sistema de videollamada “ha ayudado a todos” los miembros de la familia.
Custodia, en plena videollamada con sus familiares.
“Nos da tranquilidad poder verla y a ella vernos a nosotros. Hacemos videollamadas múltiples y pasamos un buen rato”, reconoce uno de los hijos, quien se lo recomienda a las otras familias: “Sí, es una muy buena opción, pero hay que tener un ordenador disponible para la persona mayor y disponer de wifi; en nuestro caso, como ella no tiene wifi en casa, le hemos pedido a una vecina que nos deje conectarnos a su internet, por eso, a veces la calidad de imagen y sonido no es buena. Pero nos hacemos entender con paciencia”.
Custodia no sale de casa “para nada” durante el confinamiento por Covid-19: “Nos encargamos de comprar lo que necesite y sus medicamentos tres de los cinco hermanos, los más cercanos, para que no le falte de nada”.
A continuación, reproducimos una de las videollamadas entre Custodia y su hijo Josep Maria:
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