Francisco José Eguibar Padrón encontró en la fotografía una forma de disfrutar plenamente de su jubilación. Desde hace cinco meses, se dedica a vivir la vida a su propio ritmo, madrugando, caminando y capturando momentos con su cámara, una sencilla pero inseparable compañera de aventuras cotidianas. Su pasión por el arte y la naturaleza han hecho que una fotografía de El Retiro enmarcado en otoño haya sido elegida como una de las mejores imágenes de noviembre en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia.
La imagen seleccionada forma parte de un reportaje titulado El Retiro: un otoño para enmarcar. ¿Cómo se te ocurrió la idea de coger un marco para encuadrar las fotos?
La fotografía tiene una historia curiosa. Iba por El Retiro, y de repente en una papelera había un marco y sobre la marcha lo cogí y se me ocurrió la idea de hacer la fotografía poniendo el marco en distintos puntos del parque y así fue cómo lo hice. Luego, cuando terminé, de haber sabido que vosotros ibais a seleccionarla, me hubiera quedado con el marco de recuerdo, porque lo deposité otra vez en una papelera. Esa es la historia de esa foto, que fue de rebote, de casualidad.
¿Qué viste de especial ese día en El Retiro para hacer el reportaje de fotos?
Era un día como cualquier otro. Ya te digo que ahora al estar jubilado hay una cosa que he notado la diferencia. Todos los días son iguales, antes valoraba mucho el viernes porque llegaba el fin de semana y tenía libre; ahora como tengo libre todos los días, estoy un poco despistado, pero desde luego no echo de menos el trabajo para nada, y vamos, ha sido fabuloso, y eso me ha dado la opción de hacer muchas más fotos. Comparto muchas más fotos porque dispongo de todo el tiempo que yo quiera. Aunque me recojo pronto, a las 8 o así ya estoy andando por ahí, pero vuelvo a casa a las 10 y pico. Pero en ese intervalo es cuando hago las fotos, o si voy a hacer reportajes ya determinados, por ejemplo, si me voy Almudena y comparto en La Vanguardia una foto de uno de los cipreses del cementerio, voy allí porque me encanta, es un libro abierto de historia, eso es una maravilla. He ido decenas de veces para hacer fotografías y contar historias. Es un mundo, está la historia de España ahí.
Ahora, al estar jubilado, hay una cosa que he notado la diferencia: Todos los días son iguales
No tienes teléfono móvil. ¿Siempre haces todas tus fotos con cámara?
No tengo teléfono móvil, nunca me lo he planteado y no lo necesito, siempre llevo la cámara y ya es continuo, a donde quiera que voy la llevo y capto el momento que yo crea que pueda ser bonito. Hace 20 años me encontré una cámara digital, sencilla. Yo antes tenía una cámara analógica de toda la vida. A raíz de ahí, y como era muy fácil de llevar y te da la opción de hacer muchas más fotos que con un carrete, empecé y ya es inseparable, no puedo salir de casa sin la cámara, no me hallo. Da igual que sea un amanecer, un parque.. me da igual, cualquier cosa que pase, necesito congelar ese instante y digamos, inmortalizarlo.
Un amanecer, un parque... da igual, necesito congelar ese instante, inmortalizarlo
¿Tienes algún lugar favorito para fotografiar?
Si me tuviera que quedar con algún sitio favorito sería la Gran Vía, El Retiro, el Museo del Prado o el cementerio de la Almudena.
Haces fotografías de temas muy diversos. ¿Cómo definirías tu estilo fotográfico?
Para mí la fotografía es como lanzarme a la aventura, yo cuando salgo por las mañanas voy muchas veces sobre la marcha, son instantes, situaciones que surgen, que intento captar, intento congelar ese instante a través de la fotografía, pero es que soy un todoterreno. Yo digamos que no soy un fotógrafo técnico, no tengo la técnica de otros fotógrafos, pero soy un fotógrafo intuitivo, que también es importante. Yo sé cuándo una foto es buena y cuándo no, y eso es lo que yo tengo. No tengo técnica, pero tengo intuición, y me adapto a todo, hago de todo. Puedo salir e igual te hago un reportaje sobre las fuerzas armadas que la carrera Madrid corre por Valencia o el día de la fiesta Almudena que le hice una fotografía a Díaz Ayuso. Soy lanzado, no me corto y por eso me gusta hacer fotos de todo. Me adapto a todo, siempre que me llene, claro. Eso es para mí la fotografía.
Para mí la fotografía es como lanzarme a la aventura. No tengo técnica, pero tengo intuición, y me adapto a todo
¿Qué temática disfrutas más de fotografiar?
Me gustan mucho los amaneceres y los atardeceres, me gusta también cuando voy a la sierra, la naturaleza en general, pero por ejemplo el Retiro y los parques forman parte de la naturaleza, al igual que el ocaso o el amanecer. Me gusta más la naturaleza que la ciudad, pero la ciudad, como Madrid, da mucho juego para hacer fotografías porque claro, se te presentan infinidad de oportunidades o de cosas curiosas para hacer, para captarlas.
¿Crees que Madrid es una ciudad fotogénica?
Sí, lo es. Yo nací en Madrid y quiero mucho a Madrid, pero respetando a todos. Yo creo que es una ciudad bastante abierta, tiene mucho arte, y ahora también tiene muchísimo turismo, está de moda.
¿Qué cualidades debe tener una imagen para que quieras fotografiarla?
Tengo que ver algo especial, por ejemplo, el otro día compartí en La Vanguardia una imagen de la calle de la Amnistía y un grafiti que estaba detrás de unas rejas. Yo voy andando y de repente en esa esquina me encuentro con ese grafiti y esa calle, pues rápidamente vi la oportunidad de hacer una foto interesante. Muchas veces también fotografío gente durmiendo en la calle, o hago fotos en el cementerio sobre tumbas, ramos de flores curiosos, algún epitafio que me guste… cuando voy a la Gran Vía hago de todo, es la segunda calle más transitada de Europa, después de una de las calles de Ámsterdam, meterte ahí es bucear en un mundo. Tiene unos edificios muy bonitos, pero luego también tiene grafitis y pintadas. Hago lo que me sugiere en ese momento, me da igual el tema, todo me vale siempre que haya algo que me choque, que me llame la atención, no me ajusto a nada, todo vale.
Todo me vale siempre que haya algo que me choque, que me llame la atención, no me ajusto a nada
¿Tienes algún referente?
No, qué más quisiera yo. Me gusta la fotografía, me gusta Robert Capa, de los grandes, me gusta un fotógrafo catalán, buenísimo, que hizo muchas fotografías en Madrid también, Ramon Masats. Luego también me gusta Robert Mapplethorpe, norteamericano, a nivel de estos monstruos me gustan muchos. Admiro a los grandes fotógrafos, pero no tengo referentes.
¿Cuál es tu parte favorita de todo el proceso fotográfico?
Hacer la foto, porque es lo que he comentado antes, yo no soy un fotógrafo técnico, soy un fotógrafo intuitivo. Yo carezco de la técnica de otros fotógrafos, pero a lo mejor tengo otra cosa, que es eso, que sé captar cuándo la foto es buena, sé ver el momento.
¿Editas tus fotografías?
Yo llevo una cámara sencilla, de hecho, con pilas convencionales, porque si se me gasta cuando estoy fuera de casa, la cambio. No retoco nada, según salen las comparto en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia.
¿Qué te aporta la fotografía?
Me hace sentir libre, vas a un mundo imprevisible, no sabes con lo que te vas a topar, entonces, yo voy con mi cámara en el bolsillo y mientras paseo disfruto del entorno, y el momento que veo una situación que se presta para una bonita imagen, pues ahí voy y hago la foto. Eso me da libertad, una sensación muy agradable, de ilusión, y de intentar captar una buena imagen. La fotografía es aventura, unida a la libertad.
La fotografía me hace sentir libre, vas a un mundo imprevisible, es aventura, unida a la libertad
¿Qué sentiste cuando te comunicamos que habíamos seleccionado tu fotografía de El Retiro enmarcado?
Mucha ilusión, porque tampoco me lo esperaba, sinceramente. Las otras dos fotos seleccionadas eran buenísimas, y luego he visto que estos fotógrafos son muy buenos también.
¿Qué te motiva a compartir tus fotos en la Red de Lectores de La Vanguardia? ¿Cómo conociste la sección?
Hace tres años que empecé, en 2021, y nada, fue a través de vuestro periódico, vi que teníais la sección de la Foto del Lector y que luego había la opción de participación en el correo vuestro para los lectores que quisieran mandar fotografías, y, como me gustaba, decidí de buenas a primeras enviar mis fotografías. Lo vi como una oportunidad de dar a conocer aquello que me gusta, y exponerlo a más gente. Desde que tuve constancia del correo de participación empecé a enviar fotografías, y la verdad que me produce una gran satisfacción, de hecho, ahora que estoy jubilado es uno de mis alicientes principales de vida, hacer fotos para mandároslas a vosotros, eso me da vida.
Estoy jubilado y compartir fotos en 'La Vanguardia' es uno de mis alicientes principales de vida
¿Lo recomiendas?
Sí, lo recomiendo, porque a mí me produce una gran satisfacción, aparte de que si mandas algo que pueda ser de utilidad para los demás, o aquello que a ti te gusta lo quieres compartir… me parece una iniciativa vuestra muy buena, y me encanta. La verdad es que hacéis una labor fabulosa, de divulgación con esto de la fotografía, además hay fenómenos que mandan fotos que yo los veo. También quería daros las gracias por vuestra gentileza y por quienes hayan votado para seleccionar mi fotografía entre las tres mejores fotos de noviembre, no me lo esperaba. Me alegré muchísimo.