* El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia
El número de niños expuestos a la contaminación ambiental crece a medida que aumentan las actividades industriales y agrícolas.
- El sistema nervioso central de los niños es particularmente vulnerable a los efectos de la concentración ambiental de metales pesados (Hg orgánico, Pb inorgánico).
- El melanoma maligno, debido a la exposición de las radiaciones ultravioletas B del Sol, está inversamente correlacionado con la edad en que se ha producido por primera vez una exposición importante. Es motivo de preocupación para poblaciones de piel clara que habitan en latitudes medias y elevadas, si la capa de ozono estratosférica continúa siendo destruida por los clorofluorocarbonatos (CFC) y otros compuestos químicos.
- El feto en desarrollo es vulnerable a los efectos teratógenos de ciertos tóxicos presentes en el ambiente (plomo, mercurio orgánico, humo del tabaco, radiaciones ionizantes y nitritos, entre otros).
Los humos
La contaminación del aire tipo smog proviene de la combustió de combustibles fósiles sulfurados, en particular del carbón. Sucede principalmente en invierno y se caracteriza por una mezcla de dióxido de azufre y partículas respirables (humos). Como el dióxido de azufre es habitualmente absorbido por las partículas, la carga total contaminante se mide, por acuerdo, como partículas suspendidas totales (PST).
Los días de smog en que la concentración de PST pasa el nivel de 250 mg/m3 hay aumento de reacciones asmáticas y bronquitis. En los niños, la función pulmonar se altera con concentraciones superiores a 200 mg/m3 y una cuarta parte de los más sensibles resulta afectado en una proporción cuatro veces mayor que el resto de los niños (experiencias en México y Río de Janeiro son muy expresivas).
A partir de 100 mg/m3 los síntomas respiratorios aumentan inexorablemente. Estudios realizados en Estados Unidos nos indican que los niños en edad escolar tosen más y se eleva la frecuencia de bronquitis y sibilantes asmáticos cuando el nivel aumenta de 40 a 120 mg/m3.
Existe una gran inquietud sobre el aumento de asma y muertes relacionadas con esta enfermedad en poblacion joven. La contaminación ambiental puede ser, quizá, un importante responsable.
Contaminación fotoquímica y niebla
Existe un smog fotoquímico que se produce fundamentalmente en verano. Con la luz del sol los óxidos de nitrógeno reaccionan con los hidrocarburos volátiles de los gases producidos por los tubos de escape. El ozono y el dióxido de nitrógeno formado por esa reacción provocan el smog fotoquímico.
El ozono es un oxidante poderoso, altamente reactivo químicamente, susceptible de dañar las membranas celulares. El ozono inhalado reacciona rápidamente con las células, líquidos y tejidos que bordean el tracto respiratorio, limitando el funcionamiento mecánico de los pulmones por las lesiones celulares, estructurales y funcionales que ocasionan.
El ozono puede afectar a los pulmones de los niños sanos, de los niños asmáticos y de las personas afectas de bronquitis en concentraciones algo diferentes de las que predominan ordinariamente (0,1 - 0,2 ppm).
Los efectos del smog fotoquímico (ozono y dióxido de nitrógeno) son el de agravar los trastornos respiratorios (asma, enfisema, bronquitis y fiebre del heno).
En poblaciones de América del Sur más afectadas por la contaminación fotoquímica del aire, más de 2 millones de niños de una población de 81 millones sufren cada año tos crónica por esta causa.
Los aerosoles ácidos que se forman cuando la contaminación fotoquímica se combina con los productos de combustión de los carburantes fósiles pueden tener efectos desfavorables sobre la respiración.
Contaminación en el hogar
Más de dos tercios de las familias del mundo viven en países en vías de desarrollo. Frecuentemente en zonas rurales en donde la biomasa (bosques, excrementos de animales y residuos de la agricultura) es el principal combustible para las cocinas y calefacción. Estos combustibles emiten humos ásperos perjudiciales para la salud: hidrocarburos, óxido de carbono y óxido de nitrógeno.
La madera libera 50 veces más contaminantes que una cocina a gas utilizada para preparar la misma comida.
Un estudio en Ladakn (Nepal) muestra que la contaminación del aire doméstico es la causa principal de la inhalación de óxido de carbono y de la reducción de la función pulmonar. Esto es debido a que queman maderas y excrementos de yak desecados para calentarse y cocinar en habitaciones pequeñas y mal ventiladas. Durante el invierno, cuando la temperatura exterior desciende a -30º C, las familias pasan largos períodos de tiempo confinadas en habitaciones cuyo aire está fuertemente contaminado.
El dióxido de nitrógeno es particularmente preocupante. Se acumula en al aire producido por la combustión a altas temperaturas de aparatos de calefacción o cocinas de gas o petróleo. La exposición doméstica a este gas se ha comprobado que aumenta la patología respiratoria.
Nitratos en el agua
Los nitratos que se acumulan en la superficie de las aguas y en la capa freática provienen principalmente de la utilización de los abonos nitrogenados en la agricultura, de los residuos nitrogenados del ganado y de la industria lechera. Los nitratos son una de las causas de metahemoglobinemia en los lactantes. Para evitarlo la OMS ha fijado el valor estándar de 10 ppm como nitrógeno (equivalente a 50 mg/l como nitratos) en el agua potable.
Los nitratos también han sido sospechosos de provocar malformaciones fetales y, en experiencias con animales, se ha demostrado que los nitratos y sus derivados -las nitrosaminas- causan lesiones en el sistema nervioso central del feto. En Mount Gambier, en Australia, se observó un exceso de malformaciones congénitas que iba asociado a un aumento de nitratos en ciertas fuentes de la ciudad.
Pesticidas
Los pesticidas comprenden una serie de compuestos químicos susceptibles de matar los parásitos de los animales (en particular los insectos) y vegetales, denominados específicamente rodenticidas, nematocidas, insecticidas, herbicidas o fungicidas. Son sustancias tóxicas que añadimos deliberadamente a nuestro medio ambiente.
También son utilizados principalmente en países en vías de desarrollo para el control de vectores y de huéspedes intermediarios de enfermedades como el paludismo, oncocercosis y esquistosomiasis.
Se calcula que cada año los pesticidas son responsables aproximadamente de 100.000 muertos, siendo los niños pequeños los más afectados debido al almacenamiento inapropiado de los pesticidas (especialmente en botellas de bebidas azucaradas) y a la exploración implacable que los niños hacen de su espacio vital.
Los pesticidas son responsables cada año de aproximadamente 100.000 muertos, siendo los niños los más afectados
Los lactantes también pueden estar expuestos a concentraciones de pesticidas en la leche materna. Se observó en Turquía en los años 50 que las semillas de trigo preparadas con hexaclorobenceno fueron vendidas por error para alimentación en varias ciudades y, como resultado, se produjeron numerosas muertes secundarias a porfiria cutánea adquirida en lactantes alimentados con leche materna.
Otros estudios han mostrado una frecuencia elevada entre los hijos de los obreros agrícolas y los trabajos realizados en India y Estados Unidos sugieren que la exposición a los pesticidas es embriotóxica y fetotóxica, responsable por tanto de tasas elevadas de
abortos en el curso del primer trimestre. Esto podría enmascarar la posible amplitud y frecuencia de las lesiones fetales que se aprecian en el momento del nacimiento.
Metales pesados
Los metales pesados - plomo, cadmio, mercurio y arsénico- son ampliamente utilizados en la industria. Muchos de los residuos industriales y de los gases de los tubos de escape de los vehículos que utilizan gasolina con plomo contienen metales pesados. Estos contaminantes se acumulan y persisten en el medio ambiente.
Los metales pesados son captados por los organismos biológicos y pueden acumularse en ciertos tejidos. Por ejemplo, el plomo y el cadmio se acumulan en el esqueleto, dientes y riñón; el plomo y el mercurio se acumulan en el cerebro y el sistema nervioso central; el arsénico se acumula en la piel, cabellos y uñas.
Los compuestos orgánicos de los metales pesados pueden producir graves efectos tóxicos. El metil-mercurio tiene efectos deletéreos sobre el cerebro. Estos efectos se manifestaron en el trágico episodio de la bahía de Minamata en Japón, durante los años 50. Una fábrica vertió residuos industriales líquidos que contenían mercurio y llegaron a un río local y a lo largo de las costas.
Este metal pesado, tras metilación por organismos sedimentarios, entró en la cadena alimentaria acuática y alcanzó altas concentraciones en el pescado que era consumido por los los habitantes. El metil-mercurio provocó lesiones cerebrales graves y raros trastornos del comportamiento tanto en el hombre como en gatos que habían comido el pescado contaminado.
Hubo una elevada frecuencia de parálisis cerebral en niños y lactantes. Se ha demostrado que la ingestión de metil-mercurio es capaz de perjudicar el desarrollo neuro-psicológico de los niños.
Plomo en el ambiente
La frecuencia de intoxicaciones profesionales por el plomo aumentó con la Revolución Industrial; la frecuencia de abortos, niños nacidos muertos y prematuros ha sido muy elevada entre obreras expuestas al plomo.
Las intoxicaciones por plomo han descendido mucho. Las preocupaciones están centradas en los efectos desfavorables sobre el sistema nervioso central de los niños pequeños expuestos a débiles concentraciones de plomo en el ambiente.
La concentración de plomo (PbS) alcanza su máximo nivel alrededor de 2 años de edad, debido a que los niños se llevan las manos a la boca durante la primera infancia. El riesgo aumenta porque es mayor la absorción intestinal del plomo en el niño que en el adulto. Se debate si la exposición de los niños pequeños al plomo del ambiente en concentraciones inferiores a 20-30 mg/100ml afecta su desarrollo mental.
Las investigaciones realizadas en Port Pire (Australia), Boston y Cincinatti han comprobado que concentraciones de plomo de 10-30 mg/100ml están asociados con trastornos del desarrollo neuro-psicológico. Este aspecto es muy importante para las políticas sanitarias.
En las partes desarrolladas el plomo es progresivamente eliminado de la gasolina y los niveles de los alimentos en conserva se han reducido de manera sustancial.
Radiaciones ionizantes
El desastre de Chernobyl y otros similares han grabado en nuestra conciencia los peligros potenciales masivos para la salud pública.
Las consecuencias para la salud derivadas del accidente no serán conocidas hasta dentro de algunos años. Sabemos, sin embargo, que la incidencia de cáncer en las personas expuestas a radiaciones desde la infancia sigue aumentando 50 años después entre los supervivientes de la bomba atómica.
La Agencia Internacional para Investigación sobre el Cáncer ha estimado que el aumento de la frecuencia de leucemias en los niños de la región de Chernobyl aumentará entre 1% y 6%.
Radiaciones no ionizantes
Las poblaciones urbanas ricas del mundo viven cada vez más bajo una nube electromagnética. En el extremo del espectro de las radiaciones electromagnéticas de débil energía no ionizante se halla la banda de radiaciones de gran longitud de onda y de débil frecuencia. Esta banda incluye la radiofrecuencia y las micro-ondas -utilizadas en comunicaciones radas, sellado en caliente, emisiones de radio y cocinas.
Se han experimentado trastornos en el embrión de pollo y pérdidas fetales en la rata grávida.
Se ha demostrado que el hecho de residir en las proximidades de líneas de alta tensió aumenta el riesgo de cáncer, particularmente leucemia.
Si este riesgo de cáncer se demuestra , podría tener una gran significación en materia de salud pública, ya que el futuro es sustituir la energía eléctrica en lugar de otras energías más contaminantes.