Tras proponer a los lectores de La Vanguardia que aportaran propuestas de nombres para el rebeco cojo del Cadí, descubierto por Iván Villarejo el pasado otoño y que ha conseguido sobrevivir al invierno sin una pata, ha llegado el momento de votar.
Hay de tiempo hasta el 18 de mayo para elegir el mejor nombre para este animal dado a conocer a través de Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia. Hay ocho opciones, ¿cuál te gusta más?
Los lectores han podido proponer nombres en los últimos días. Los niños y niñas de la clase de Pau Vila (primero de Primaria) de la Escola Decroly de Barcelona, han seguido la noticia del rebeco cojo desde antes de Navidad y les ha hecho "mucha ilusión saber que está bien". Han propuesto el nombre: "Natura".
Por su parte, Cristina Martín propone que este "pequeño gran superviviente" se llame "Billy Elliot", porque "debe ser precioso ver cómo danza por las montañas". "Es un ejemplo más que nos presenta la naturaleza, la madre Tierra, de lo mucho que tenemos que aprender de ella", afirma.
Jaume Cortacans apuesta por llamarle "Héroe", "ya que, estando en libertad, ha sobrevivido al duro invierno de esos lugares". Joana Carbonell propone "Valent" (valiente), en la misma línea. Isaura Marcos sugiere "Fortaleza".
Teresa Maria Castanyer hace referencia al espíritu de superación del emperador romano Claudio, cojo y tartamudo, y propone que el rebeco se llame "Claudi".
Por su parte, hay lectores que hacen juegos de palabras. José Manuel Cusí apuesta por llamarle "Rebecojo", mientras que Jorge Bayarte, "COJOnudo".
Historia de un descubrimiento
Hace poco más de seis meses, Iván Villarejo, de la comunidad de lectores de La Vanguardia, avistó un rebeco al que le faltaba la pata delantera izquierda en el Parque Natural del Cadí-Moixeró. Y, aunque se movía con agilidad y mostraba un pelaje completamente normal, todo apuntaba a que el ungulado no pasaría con vida el invierno.
Pero nada más lejos de la realidad. Porque, ya bien entrada la primavera, volvió a ser avistado el mismo ejemplar junto a otros rebecos. Un claro signo de que había superado todos los peligros de la estación más fría del año.
El rebeco cojo, ya en primavera, en el parque natural del Cadí-Moixeró.
Fuentes del Parque Natural del Cadí-Moixeró han confirmado a La Vanguardia que desconocían la existencia del rebeco cojo, hasta que reveló su existencia el diario. A día de hoy, aún se ignoran las posibles causas que pueden haber provocado que le falte una de sus patas delanteras.
Sin embargo, afirman que su peculiar condición no le perjudica en gran medida. "En el único caso que le podría dificultar su supervivencia sería que tuviera que escapar de algún depredador", apuntan. Al no haber presencia de lobos, la mayor especie ibérica que depreda a los rebecos, estos "viven en un entorno seguro".
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