¿Son más agresivas ahora las gaviotas con las personas?
Las Fotos de los Lectores
Un fotógrafo barcelonés documenta la secuencia de tres ataques intimidatorios seguidos de una de estas aves en la plataforma de madera de la plaza Lesseps
Ataque de la gaviota.
Daniel García comparte en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia una secuencia fotográfica captada en Barcelona que plantea la cuestión de si ahora las gaviotas son más agresivas con las personas, entre otras razones, porque se han adueñado más de la ciudad durante estas semanas de confinamiento en casa por la Covid-19.
“Esta vida de claustro a la que estoy obligado hace que muchas horas las emplee en estar en la azotea de mi casa tomando el aire, escuchando música y observando mi reducido entorno”, relata sobre el confinamiento causado por la pandemia.
“Mejor esto que estar en el interior del piso mirando las mismas paredes todo el rato o estar siempre amorrado a la televisión”, asegura.
“Tantas horas de observación de este entorno hace que a uno se le agudicen los sentidos, se fije más en las cosas que antes se pasaban por alto, percatarse del comportamiento de los vecinos de los edificios colindantes cuando salen a sus balcones y cuando van por la calle, y la mayor parte del tiempo tumbado mirando el cielo”, describe.
“Suerte tengo de tener la azotea, otros no lo pueden decir. Se llegan a ver muchas cosas, más de las que yo en un principio hubiese imaginado”, asegura.
La gaviota, en su territorio.
“En cuanto al cielo nunca antes había visto tanta variedad de aves volando por encima de mí: gorriones, palomas, urracas, cotorras, vencejos, golondrinas, mirlos, petirrojos, gaviotas, y muchas otras que no he sido capaz de identificar”, afirma el fotógrafo.
“Hubo un día que pasó por delante de mí un enjambre de abejas. Menos mal que eran abejas, que si llegan a ser avispas seguro que no lo cuento”, confiesa.
“Ahora que se nos permite salir un rato a la calle a no más de un kilómetro de casa, es interesante lo que he podido captar”, introduce el lector.
“Todos sabemos que las gaviotas son aves marinas, clasificadas dentro del orden Charadriiformes y familia Laridae, y que son costeras. Su alimentación proviene de la pesca de peces, cangrejos, almejas, camarones, etc. De igual manera se alimenta de otras aves, se come los huevos de los pájaros y a los pichones. También se alimenta de basura y es carroñera de todo tipo de desperdicios alimenticios”, describe Daniel García.
No obstante, pese a ser aves costeras, llevo varios años observando que cada vez se alejan más de la costa”
“Antes, para verlas tenía que bajar al puerto de Barcelona, ahora las he visto en vuelo muy bajo (una segunda planta de altura) subir por la Avenida República Argentina desde la plaza de Lesseps hasta la calle Agramunt. Una vez llevaban restos de palomas en el pico”, recuerda.
“El mapa muestra que la presencia de gaviotas se extiende desde Blanes por el noreste, por el norte llegan hasta Terrasa y por el suroeste parece ser que el macizo del Garraf les hace de barrera y entonces optan por viajar al noroeste siguiendo el cauce del Llobregat río arriba hasta llegar al vertedero del Els Hostalets de Pierola”, indica.
El caso es que el miércoles 6 de mayo, “he salido por la tarde a dar el paseíto reglamentario de 1 km y me he parado en la plaza de Lesseps justo en la enorme plataforma de madera que hay sobre el tramo soterrado de la unión entre la Travesera de Dalt y la Ronda del General Mitre”, explica.
Plataforma donde se produjo el ataque de la gaviota.
“Desde lo alto de esa plataforma se tiene una buena vista de toda la plaza. Uno de los edificios próximos es el colegio Rius y Taulet. He podido observar que las gaviotas han adoptado la costumbre de utilizar la azotea de este colegio como pista de aterrizaje y puesto de observación”, señala el lector.
“Pasados unos 10 minutos se acerca una persona paseando a su perro, y resulta ser que es conocida mía. Como es obvio entablamos conversación, y en medio de ésta, ¡sorpresa!, una gaviota nos ataca”, asegura.
La gaviota observa antes de atacar.
“Pasó como mucho a dos metros de nuestras cabezas. Me la quedo observando mientras se aleja y veo que se dirige a su puesto de observación, el colegio. No pasa un minuto que inicia el segundo ataque y ¡zas!, otra vez a muy poca distancia de nuestra cabeza, y mientras se aleja de nuevo al puesto base mi acompañante se asusta y junto con su perro se distancia de mí, siempre dentro de la plataforma”, describe el lector.
“Todo transcurre muy rápido, tengo la cámara a punto, y no le quito el ojo a la gaviota. Cuando inicia el tercer ataque empiezo a disparar. Para mi sorpresa la gaviota estaba atacando a mi acompañante y a su perro, no a mí”, detalla.
“He conseguido capturar la secuencia entera de este ataque, una situación que muy difícilmente voy a poder volver a ver. He de decir que en estos tres ataques no se produjo en ningún momento contacto físico, por lo que probablemente fuesen solamente intimidatorios”, indica el lector.
“Desconozco la razón por la que atacaba a mi acompañante. Tampoco creo que fuese a por el perro, pues es un perro enorme, que si se pone a 2 patas es más alto que una persona”, asegura.
“Cabe preguntarse lo siguiente, ¿qué les pasa a las gaviotas? ¿Se están volviendo terrestres y ahora son agresivas? Sólo un ornitólogo puede responder a esta pregunta”, concluye el fotógrafo.
A continuación, reproducimos la secuencia final del ataque:
La gaviota emprende el vuelo.
La gaviota se dirige hacia la plataforma.
La gaviota se acerca a las personas.
Ataque intimidatorio de la gaviota.
Si te han gustado las fotos, te invitamos a participar en nuestra encuesta:
¡Participa!
¿Quieres mostrar tus fotografías?
Los interesados en participar en Las Fotos de los Lectores tan solo deben escribir un email a la dirección de correo de nuestra sección de Participación (participacion@lavanguardia.es) adjuntando la fotografía, explicando detalles de cómo y dónde fue tomada y aportando los datos del autor para la firma de la imagen. Es importante indicar en el asunto del correo: ´Fotos de los Lectores´.