Leo en su periódico el avance de los almendros en flor (“La floración del almendro se adelanta dos semanas por el calentamiento”, 31/I) mientras miro el maravilloso despliegue de vida de un árbol que será talado, si nadie lo impide, un día de estos. Dan paso a una obra que no tiene en cuenta que más que cemento necesitamos el oxígeno que nos regalan. Él no verá sus frutos, ni nosotros un mundo mejor, si no lo impedimos.
Amor Pérez Egea
Sant Cugat del Vallès
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