¿Y si nos reímos más?

¿Por qué hemos perdido la risa? ¿Por qué hay tanto enfado a veces y tanto malentendido, en el “y tú más” hasta el infinito? Creo sinceramente que tenemos que recuperar la capacidad de autocrítica y reírnos de nosotros mismos. Por eso las sociedades crean como espacio de diversión las cabalgatas, teatros, carnavales y esperpentos, para poder celebrar y reírnos como vía de escape a la rutina diaria, aunque sea a veces con mordacidad. ¿La autocrítica social con la risa es necesaria o no? Ahora, sin embargo, si alguien dice algo aunque sea de broma, es llevado al estrado judicial, o en la red social es condenado. Cuando Aristóteles escribe la Poética , y explica la utilidad de cómo provocar la risa, la expone como consecuencia del pensamiento simbólico y la necesidad del ser humano del uso de la risa, de que tenemos que aprender a reírnos de nosotros mismos, y no dar más importancia a las cosas que la que tienen. La risa es una catarsis purificadora, y la sonrisa devolverá la paz al mundo, no los enfados, enfurruñamientos y querellas. ¿Terminaría con odios y guerras? Propongo la creación del Ministerio del
Interior del Corazón, que promueva la cultura de la risa ­sana.

Eduardo M. Ortega Martin

Granada

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