Cómo nació la casa más puntiaguda de Barcelona

La Mirada del Lector

Bartomeu Terrades solicitó a Puig i Cadafalch que le construyera un edificio singular para sus tres hijas

La primitiva Casa de las Punxes.

La primitiva Casa de las Punxes.

Jesús Fraiz Ordóñez / http://labarcelonadeantes.com/

* El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia

La casa Terrades, más conocida como Cala de las Punxes, se encuentra situada en la actual Avenida Diagonal, 416-420, que, en el momento de su construcción, era la Avenida de Argüelles.

Es un edificio modernista diseñado en 1905, a la derecha del Ensanche, por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch por encargo del industrial Bartomeu Terrades i Brotau. 

Éste era propietario de un terreno que había adquirido a buen precio, al estar en una zona alejada del centro, con el agravante de tener una forma triangular formada por la avenida Argüelles y las calles Rosellón y Bru.

Terrades solicitó a Puig i Cadafalch que le construyera un edificio singular, ya que quería que fuera para sus tres hijas Rosa, Pepeta y Águeda, pero no quería que fuera un edificio con tres pisos iguales, sino que deseaba que cada uno fuera independiente de las otros. 

De esta forma, debería edificar tres edificios unidos y con sus escaleras independientes, pero que fueran un símbolo de la Barcelona de principios del siglo XX. 

Puig i Cadafalch proyectó un edificio que recuerda mucho a la arquitectura gótica europea y, de lejos, daba la impresión que era un castillo, máxime en aquella época en que la casa se encontraba como una isla en una avenida Argüelles sin edificios, poblada de solares.

Ampliar La Cala de las Punxes sin edificios a su alrededor, en 1905.

La Cala de las Punxes sin edificios a su alrededor, en 1905.

Jesús Fraiz Ordóñez / http://labarcelonadeantes.com/

Cadafalch realizó una fachada en la que predominaba el ladrillo, la piedra y la forja, rematando el edificio con seis torres de forma cónica coronadas por agujas. 

Pronto los barceloneses en vez de conocerla por su nombre le pusieron el sobrenombre de la 'Casa de las Punxes'

En su construcción, junto a Puig i Cadafalch, colaboraron Alfons Juyol, que realizó las esculturas de piedra; Eduald Amigó, que se encargó de las cristaleras; Manuel Ballarin, que puso su ingenio e imaginación en la realización tanto del exterior como interior de la forja y, por último, Enric Monserdà, que se encargó de la decoración interior.

La decoración de tribunas y balcones con dibujos florales están realizados en piedra. La planta baja estaba diseñada con las tres de escalera, que llevaban cada una a los respectivos cuatro pisos de viviendas. En cada una Puig i Cadafalch había realizado una decoración diferente.

Completaba el perímetro de la planta baja la construcción de varios locales comerciales, que rápidamente fueron adquiridos y en los que a lo largo de los años han ido cambiando de inquilino.

El tejado a doble vertiente alojaba las seis 'punxes' emblemáticas del edificio

Ampliar Casa de les Punxes

Decoración de un balcón de la Casa de les Punxes.

Juan María Pérez Samper

La casa tiene varios plafones decorativos que fueron en aquel entonces muy comentados por la sociedad, en especial uno dedicado a Sant Jordi, patrón de Catalunya, el cual tiene escrita la leyenda: "Sant Patró de Catalunya, torneu-nos la llibertat" (Santo Patrón de Catalunya, devuélvenos la libertad).

Este espíritu catalanista de Josep Puig i Cadafalch y su implicación política le llevó a ejercer, aparte de arquitecto, historiador y matemático, de político, lo que le llevó a ser nombrado ente 1917 a 1924 presidente de la Mancomunitat de Catalunya.

Este pensamiento hizo que tuviera duros enfrentamientos con Miguel Primo de Rivera, capitán general de Catalunya y posteriormente el general que encabezó el golpe de Estado del 13 de septiembre de 1923, uque contó con el visto bueno del propio monarca, Alfonso XIII.

Casa de les Punxes

Sant Jordi de la Casa de les Punxes.

Juan María Pérez Samper

Las tres hermanas Terrades murieron sin dejar descendencia, por lo que el edificio pasó a manos de su hermano y único heredero, Bartomeu Terradas Brutau, que fue jugador del Fútbol Club Barcelona desde finales del siglo XIX a principios del XX. Ejerció de primer tesorero y fue el segundo presidente que tuvo el F.C. Barcelona.

En 1975, fue declarado Monumento Histórico Nacional; en 1976, Bien Cultural de Interés Nacional. En 1991, se realizó un proyecto de restauración integral que fue realizado por los arquitectos Francesc Xavier Asarta y Albert Pla, que se prolongó hasta el 2003. Actualmente, pertenece a una propiedad privada y puede visitarse.

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