* La autora forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia.
La comunicación es un potente motor de cambio del imaginario popular. Por esta razón es, en cierta parte, responsable de mejorar todos aquellos aspectos sociales que sean injustos o desiguales.
A lo largo de la historia la comunicación ha jugado un papel muy relevante en el reflejo y la configuración de la opinión pública y ha ejercido de lo que algunos llaman "cuarto poder".
Los y las periodistas jugamos un papel muy importante en la creación de una sociedad igualitaria y tenemos la responsabilidad de utilizar este poder para luchar contra las desigualdades hacia las mujeres, informar con perspectiva de género y ser muy cuidadosos a la hora de dar ciertas informaciones sensibles.
El lenguaje y todos los elementos que van asociados a la comunicación actualmente reflejan las desigualdades de género y contribuyen a reforzarlas, pero a su vez se presentan como un instrumento para el cambio.
Durante el proceso de socialización, las personas hemos ido adquiriendo actitudes y valores claramente androcéntricos, propios de las normas de la sociedad en la que vivimos.
Además, los medios de comunicación han ejercido y ejercen de transmisores de estos modelos sexistas, pues vivimos en una sociedad patriarcal.
Pero ha llegado el momento de dar un giro de 180º y revertir la situación"
A día de hoy la presencia de las mujeres en los medios, sobre todo en puestos directivos, sigue siendo reducida. Es cierto que en los últimos años la administración y la sociedad en general hemos dado un paso adelante muy importante para conseguir la plena igualdad, pero todavía queda mucho trabajo por hacer.
Parte de esta labor deben desarrollarla los medios de comunicación en su día a día eliminando la discriminación y los estereotipos machistas, fomentando prácticas informativas y un lenguaje inclusivo y no sexista y, sobre todo, haciendo visible y trascendente el papel activo y creativo de las mujeres en todos los ámbitos.
Si la comunicación y el lenguaje son grandes creadores de la realidad, es necesario reformularlos para no seguir perpetuando ideas, pensamientos y estereotipos sexistas. En este camino será necesario que sume todo el mundo, hombres y mujeres, con la cultura feminista integrada.
Desde la Associació de Dones Periodistes de Catalunya trabajamos cada día para eliminar estas barreras invisibles y por eso el 17 de noviembre celebramos la 28 edición de los Premios de Comunicación no Sexista y la VII edición del Premio Margarita Rivière.
Unos galardones donde promovemos y reconocemos a los medios, instituciones y profesionales que con su labor diaria ayudan a construir una comunicación sin sesgos sexistas.
Nuestro objetivo es concienciar y premiar las iniciativas que fomenten la comunicación no sexista, pero también denunciar la existencia de esa desigualdad para que en un futuro no sean necesarios este tipo de reconocimientos.
Desde esta plataforma pido y animo a todo el gremio a que ejerza el periodismo de forma consciente y con perspectiva feminista.
Debemos aprovechar que tenemos un altavoz muy potente a nuestro alcance para transformar la sociedad. Conseguir la plena igualdad es responsabilidad de todos. Ha llegado el momento de que aportemos nuestro granito de arena para conseguir una sociedad igualitaria y no sexista.
Perfil de la Lectora Experta
Marta Corcoy
Marta Corcoy es Doctora en Periodismo per la Universitat Autònoma de Barcelona. Periodista experta en comunicación pública local y de género. Miembro fundador del Grupo de investigación Laboratorio de Periodismo y Comunicación para la Ciudadanía Plural de la UAB. Coordinadora y docente en el Postgrado de Periodismo de proximidad. Es Presidenta de la Asociación de Mujeres Periodistas de Cataluña y ha sido asesora en igualdad en el Consejo Comarcal del Baix Llobregat. Su experiencia profesional se ha centrado en ejercer como responsable de prensa en ayuntamientos catalanes y en trabajos de investigación y docencia desde la Universitat Autònoma de Barcelona.