¿Se han acabado los piropos?
El Debate de los Lectores
En plena polémica #MeToo con Plácido Domingo, se abre un debate sobre el uso social del ‘piropo’, que el diccionario de la RAE aún define solo en referencia a la mujer
El diccionario de la Real Academia Española (RAE) de la lengua define la palabra “piropo” directamente haciendo referencia a las mujeres: “Dicho breve con que se pondera alguna cualidad de alguien, especialmente la belleza de una mujer”.
Sin embargo, hoy en día, a raíz del movimiento #MeToo contra el acoso sexual, los piropos parecen estar en entredicho, al menos, a juzgar por el debate que se ha abierto entre los lectores de La Vanguardia a raíz del caso de las denuncias contra el tenor Plácido Domingo.
Josep Pagès Martí, en su carta Los piropos de ayer, se interroga sobre lo siguiente: “Me pregunto qué pensaríamos si quienes en su día recibieron piropos de un desconocido ahora los demandaran por acoso sexual o violencia psicológica de género, olvidando, además, que en aquel momento la picardía que ensalzó su belleza las hizo sentir agraciadas y alabadas”.
Estamos abriendo un peligroso camino al chantaje, a la pillería y a la venganza, quizás por el despecho de no conseguir ser correspondido”.”
Sea como sea, hay ayuntamientos que ya han iniciado campañas públicas para poner freno al acoso callejero al que son sometidas algunas mujeres piropeadas de forma sexista.
Por su parte, Jordi Querol Piera, en su carta El tenor y #MeToo, afirma que “atacar al famoso, en grupo y al cabo de varias décadas de actos de seducción cuyos protocolos han cambiado con los tiempos pero que hoy están perfectamente tipificados penalmente, me parece una temeridad: una injusticia que tendría que ser estudiada a fondo”.
Este asunto se complica cuando la fémina no juega con total claridad”.”
El debate se centra, por una parte, en si se pueden juzgar actitudes del pasado desde la perspectiva del presente y, por otro lado, si todos los piropos son malos o solo aquellos que son manifiestamente sexistas o reflejo de acoso sexual. Y, en este sentido, los lectores debaten también sobre dónde está la frontera en que un piropo se puede considerar acoso.
Por otro lado, algunas voces consideran que todo podría empezar por que se cambiara la definición del diccionario, ya que consideran sexista que la RAE asocie el piropo a la mujer cuando también se puede piropear a un hombre.
En cualquier caso, el debate sigue muy activo y abierto, con múltiples opiniones, algunas de las cuales recogemos a continuación con comentarios de usuarios de la web de La Vanguardia:
Hay que penar las falsas denuncias con la misma contundencia que se condena el acoso y el abuso. De otra forma, los casos Neymar, Morgan Freeman o Allen se repetirán a menudo”.”
O penar más el acoso y el abuso y no poner más difícil lo que ya cuesta mucho solo porque hay algunas denuncias falsas, que, comparadas con el abuso y acoso, son anecdóticas”.”
En lo que va de año 2019, 23 mujeres que han denunciado, entre ellas cinco a Donald Trump, han escrito sus respectivos libros. Hasta la actriz de películas porno que denunció a Trump, aumentó un 300% las ventas de sus películas porno. ¿ Dónde terminaron esas denuncias?”
Cuando alguien ha querido una relación ha tenido que dar el primer paso”.”
También existe el caso de personajes notorios que, habiendo alcanzado fama y fortuna, se han aprovechado de ella para acosar impunemente, sabiendo que con sus influencias, pueden hundir la carrera de una cantante o una bailarina primeriza (en este caso) si no se doblegan a sus deseos”.”
Estoy totalmente de acuerdo con que hay que parar los abusos, pero, sin embargo, me da mucho que pensar la credibilidad, pues antes que nada me surge una pregunta: ¿Por qué han tardado tanto en denunciar?”
Imagínate en los años 80 a una chica de 19 años, desconocida, que acusa a un reconocido cantante de ópera de abuso sexual, ¿qué crees que dirá la prensa? ¿A quién van a creer? De entrada, ¿a quién se le arruina la carrera?”