El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, y Carola Rackete, capitana del barco de rescate humanitario de inmigrantes Sea Watch 3, han protagonizado los útlimos días un cara a cara que ha tenido el momento culminante cuando la alemana fue detenida tras atracar en el puerto de Lampedusa para desembarcar a los 40 migrantes que había rescatado.
Pero, la cosa no se ha acabado aquí, puesto que Salvini advirtió a los barcos Open Arms, de la homónima ONG española, y Alan Kurdi, de la alemana Sea-Eye, que también operan en el Mediterráneo Central, de las consecuencias, como multas, incautaciones y arrestos, que conlleva desobedecer a las autoridades italianas y rescatar a los inmigrantes.
La capitana del barco de la ONG alemana Sea Watch, Carola Rackete, posa a bordo de la nave el pasado 25 de junio.
Este cara a cara ha provocado un vivo debate entre los lectores de La Vanguardia, que se ha traducido en comentarios, cartas y en las opiniones vertidas en nuestras encuestas sobre este tema:
¡Vergüenza para Europa! Europa invadió África durante mucho tiempo, saqueó, esclavizó y desestabilizó y ahora, los dejamos sin casi nada y los echamos cuando buscan vivir dignamente”
El problema no es Salvini, sino los italianos que le votaron. Cosas de la democracia populista”
Tres hurras por Carola Rackete. Esta sociedad moderna está evolucionando hacia el fracaso humano y el máximo egoísmo posible. Nos alejamos cada vez más de la solidaridad para dar más y más espacio a nuestro egoísmo”
En pleno debate, también preguntamos lo siguiente:
El vice primer ministro italiano, Matteo Salvini, aplaude durante un evento de la Liga, en Treviglio, Bergamo (Italia).