Los matones

Todo corre a toda velocidad. Las urgencias se atropellan las unas a otras y crean un clima asfixiante. Sobre todo desde que el gran bebé inmaduro naranja ha conseguido el poder y está dispuesto a llevar a cabo todas las agendas de los líderes nazis y de extrema derecha que le han ayudado a conseguirlo. Como el proyecto urbanístico para ganar mucha pasta en territorio palestino echándoles que cumple los sueños más húmedos de los partidos extremistas israelíes, el único apoyo que separa al primer ministro Netanyahu de la cárcel por corrupción. O echar a millones de inmigrantes, con o sin permisos. O despedir a tantos agentes de la CIA y funcionarios como sea posible para sustituirlos por personas fieles, síseñores como los jueces que consiguió colocar en el Tribunal Supremo para que diesen cobertura a esta agenda de demo­lición de la democracia norte­americana.

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MANDEL NGAN / AFP

En Europa hay quien observa y toma nota. Meloni, Orbán (que ya lo tiene medio hecho), los polacos de Ley y Justicia que quieren volver al poder para acabar el trabajo, AfD en Alemania, a las puertas de las elecciones, Vox, el partido de los malotes tan de moda en España… Pero esta agenda del miedo, la alarma y la ansiedad no es tan sólida como la propaganda y la presión interesada en redes sociales pretenden demostrar. Como bien sabe la presidenta Meloni, no es tan fácil echar a la gente como si fueran muebles camino del vertedero. 

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Los vigilantes

Glòria Serra
File - German Chancellor Angela Merkel is pictured with light and shadow at the Meseberg palace near Berlin, Germany, Thursday, Jan. 23, 2014. (AP Photo/Michael Sohn, File)

Las ventas de Tesla se hunden en Europa ante la deriva nazi de su propietario. La guerra comercial contra Canadá y México ha quedado en nada: ambos países han presentado compromisos ya cerrados con Biden para que Trump pueda vender que sigue siendo un gran estratega y el genio que su psique narcisista e insegura necesita. Ya veremos cómo queda la cosa con China, que tiene la paciencia de los que no necesitan presentarse a las elecciones y saben bien cómo pescar en río revuelto.

Gobernar es más complicado que soltar tonterías durante la campaña electoral, y la palanca del miedo de matón de patio de colegio solo sirve si estás dispuesto a pegarte de verdad. Trump ya ha reculado porque el poder económico se veía venir el ojo a la funerala. A ver cuánto aguanta el fanfarrón.

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