Kellyanne Conway se convirtió hace ocho años en miss hechos alternativos al defender las cifras falsas de la asistencia a la primera investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Las imágenes aéreas y los registros de pasajeros del metro en los accesos al National Mall desmentían a la administración Trump en su primera comparecencia, lo que permitió la réplica en directo del periodista Chuck Todd: “Los hechos alternativos no son hechos. Son falsedades”. La frase de Conway fue descrita como orwelliana, convirtió en superventas de Amazon el libro 1984 y provocó mofas en las redes sociales durante todo el mandato.
Los 11 grados bajo cero que han congelado Washington impiden una nueva disputa conceptual por incomparecencia física a los actos de la segunda toma de posesión trumpista, así que es Elon Musk quien ha impuesto su realidad digital en todos los frentes.
“From MAGA to MEGA: 'Make Europe great again!'”, escribe ahora Musk
El terreno estaba abonado con la llegada del magnate a Washington en el 2017. En el libro Trump: the art of the deal (1987) se empleaba la expresión truthful hyperbole: “Una forma inocente de exageración y… una forma muy efectiva de promoción”. A los “hechos alternativos” de Conway les siguió la “información alternativa” o “incompleta”, y se popularizaron los verificadores para desenmascarar lo que son solo mentiras.
El algoritmo ahoga ahora la réplica periodística a Trump y Musk, y los “hechos alternativos” han pasado de ser un meme a mainstream. “Ahora tú eres los medios” es el lema del multimillonario sudafricano, ganando adeptos a golpe de fake y de talonario. Las fortunas que apoyan a Trump se han multiplicado tras su victoria. Además de Musk, con un patrimonio de 429.800 millones de dólares, ahí está la “tecnocasta”, bautizada por Pedro Sánchez, y muchos más:, Jeff Bezos (235.300), Mark Zuckerberg (212.600), Sam Altman (1.100), Miriam Adelson (31.800), Tilman Fertitta (10.200), Brian Armstrong (11.900)...
Los Village People o Snoop Dogg han pasado de enviar requerimientos legales a Trump a actuar para él. El rapero Nelly asegura que las actuaciones “no van de política”. El debate público ha cambiado las reglas por los excesos, y la ideología se funde con el negocio.
El dueño de X gana elecciones -Trump lo confesó en la fiesta previa a su retorno a la Casa Blanca, escribe el relato gubernamental a golpe de tuit y exporta su batalla cultural allí donde le apetece. “From MAGA to MEGA: 'Make Europe great again!'”, escribe, y 160 millones de usuarios lo leen. “Mucha gente en Europa no tiene esperanza en el futuro o cree que Europa es mala. Hay pesimismo generalizado. Eso llevará al fin de Europa. Por tanto, ha de cambiar”. Los que se apuntan son Víktor Orbán, Santiago Abascal o la neerlandesa ultra Eva Vlaardingerbroek, que ya ha convertido el MEGA en grito de guerra. “Hay que rechazar las mentiras que nos cuentan sobre quien éramos, quienes somos y quienes deberíamos ser”.
Trump vuelve para reescribir la historia y Musk para hacer negocio con ella entre mensajes de eficiencia y transparencia. El presidente anuncia la desclasificación de los documentos sobre los asesinatos de Martin Luther King, John F. Kennedy, Bobby Kennedy… ¿Y Musk nos contará la verdad de lo que pasó?