Cosas que no veréis en el 2025

EL PATIO DIGITAL

Mírenlos, qué tiernos, no hay escena que represente mejor la magia de la Navidad que esta: dos enemigos abrazados, dos dirigentes antagónicos que saben separar lo personal de lo político, aunque algunos y sobre todo algunas se empeñen en decir que son lo mismo. Qué va.

Pero si parece que lo estaban esperando: Sánchez fundiéndose con Feijóo, Yolanda Díaz y Isabel Díaz Ayuso mirándose a los ojos, Puigdemont ídem con Junqueras, envueltos en esos jerséis estampados de renos y estrellas y abetos cuquis hasta vomitar el roscón de Reyes, la chimenea en el fondo y en sus caras una sonrisa más falsa que un mitin electoral.

La magia de la Navidad

La magia de la Navidad 

United Unkown/X

Porque La magia de la Navidad sucede, pero solo en montajes, como este vídeo así titulado de @unitedunkown tantas veces compartido estas fiestas. ¿Veremos en el 2025 estrujones similares? ¿Dejará de ser la política un territorio perdido para lo humano?  Pues señores, vistos los comentarios hay nicho de mercado para el amoggg y el entendimiento: “Genial. Grandioso. La reconciliación de Iñigo Errejón y Pablo Iglesias me ha emocionado más que la escena final de ¡Qué bello es vivir!” (@DRubinos).

Alrededor del 31 de diciembre solemos hacer listas de lo mejor y lo peor (menos, son días de alegría y tal) del año que acaba y, más agradecido, listas de lo que sucederá en el nuevo año. Decimos agradecido porque en tres semanas ya no se acuerda nadie. Una lista menos común sin embargo pero igualmente necesaria es la de las cosas que no sucederán en el año recién empezado. También es bastante agradecida.

Si emparejamos a nuestros políticos de manera diferente, igual hay más números de que se hagan amigos, Feijóo con Puigdemont, pero, ¿y Ayuso con Abascal?

 No, la política y quienes la encabezan seguirán obviando aquello tan de mensaje navideño de acercarte a tu enemigo que detuvo la Primera Guerra Mundial unas horas para que británicos, franceses y alemanes confraternizaran; al día siguiente continuaron matándose, pero esa es otra historia.

Aunque si miramos el vídeo hay cosas que sí pueden suceder este año; si emparejamos a nuestros políticos de manera diferente, pues el futuro puede ser eso, diferente. Por ejemplo, Feijóo con Puigdemont. Con el fuego del hogar como testimonio de su catalán casero. No pondríamos la mano de que no vayamos a verlo.

¿Qué pasaría si el tándem, en lugar de estar formado por algo tan imposible como Santiago Abascal y Gabriel Rufián de lo más amigos, fuera entre Abascal y Ayuso? ¿Lo vemos para este año? Nosotros tampoco, demasiada testosterona. Lo de Sánchez con Junqueras no vale, porque ya está pasando y seguirá mientras el mundo sea mundo, que a este paso le queda poco, al mundo, decimos.

Porque entre las cosas que no veremos también está que Elon Musk, propietario de la red donde sigue sucediendo todo lo que da que hablar, aunque no sea para bien, decimos que resulta altamente improbable que el señor de X recupere el sentío, sobre todo porque mientras elaborábamos esta lista nos daba nuevos motivos para el pesimismo.

Se ha cambiado su nombre tuitero por el de Kekius Maximus. Que aparezca junto a Pepe la Rana, un meme utilizado por la extrema derecha, refuerza nuestro argumento de que un Elon Musk normal es algo que realmente no veremos. Y eso que hace un par de días una cuenta con su nombre pedía para este año que los comentarios en X fueran menos ofensivos y más positivos. Seguro que era una cuenta parodia. 

Lo sentimos, pero lo de Kekius Maximus suena bastante a personaje de La vida de Brian, a Pijus Magníficus por ejemplo. Quizás sea también por su política natalista que, por mucho que promueva en X, desde aquí les decimos ya que en el 2025 no va a triunfar, dados los precios de la crianza. Y si triunfa, como esto se habrá autodestruido en tres semanas, pues nada.

Que del 2025 tampoco saldremos mejores está bastante claro, como tampoco salimos del 2024, 2023... para muestra, los tuiteros buenrollistas que para ensalzar a Lalachus en las Campanadas no vieron una manera mejor que hacerlo burlándose de Cristina Pedroche. Que hablaran bien de todas eso sí sería histórico.

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