La portavoz de Junts, Miriam Nogueras, fue ayer muy directa en la sesión de control al Gobierno y lanzó un mensaje muy claro a los socialistas: “Muevan el culo, hagan su trabajo y paguen lo que deben a Catalunya”. Debe ser duro para Pedro Sánchez levantarse por la mañana y ver que el prestigioso The Economist te señala como la primera economía del mundo y, cuando llegas al Congreso, te maltratan tanto tus socios con los que tienes que pactar. Es el coste que tiene la contrapartida del apoyo a la investidura. En el mundo del reguetón, lo que dijo Nogueras de mover el culo se llama perrear y de eso Sánchez sabe bastante porque su debilidad parlamentaria le obliga a hacer toda clase de contorsiones para continuar en el poder.
La vida de Sánchez tiene dos caras. La amable está bien representada por la idea de que la economía española va como un tiro. El informe de The Economist ha escogido a España como primera economía del mundo en un ranking donde compara diversos indicadores financieros que tienen los 37 países más desarrollados del mundo. Es posible que este informe sea minusvalorado por los mismos sectores que hace unos meses alabaron al semanario británico por un artículo que decía que el líder socialista se aferraba al cargo “a costa de la democracia española”. Y en este lado positivo de su actividad política, cabe destacar también que hace pocos días la OCDE mejoraba sus pronósticos sobre la economía española y auguraba que este año crecería casi cuatro veces más que la media de la zona euro. No está nada mal. Otra cosa es que este boyante comportamiento de la economía no está llegando a la gente de la calle.
Y después existe la cara B, donde sufre el tetris de encajar tantos socios diferentes y con demandas tan dispares para aprobar su actividad legislativa, y padece también la oposición inmisericorde del PP. Sánchez perreó ayer en una conversación informal con periodistas en la Moncloa y denunció que existe una connivencia entre algunos jueces y los populares que hace que estos jueguen con las “cartas marcadas”. El líder socialista se mostró suelto con la prensa y transmitió otra vez su tranquilidad de cara al futuro, a pesar de todas las dificultades que se le presentan. Está dispuesto a perrear el tiempo que haga falta.