La herencia de perseguir gatos

La herencia de perseguir gatos

Si nos preguntan si sabemos situar en un mapa Els Plans de Sió, cuántos vamos a levantar la mano? Pocos, ¿verdad? Si nos piden que digamos dónde cae Guissona, seremos bastantes más. Al menos todos los que han parado allí a llenar el depósito a precio de Andorra y ponerse las botas en el restaurante a pie de gasolinera. Para quien aún no se haya situado, estamos en la comarca de la Segarra.

09 - 10 - 2018 / Barcelona / Anna Punsoda / Foto: Llibert Teixido

 

Llibert Teixidó

“Guissona es la única población de Catalunya y de España que tiene más población inmigrada que autóctona, y conflictos no hay. Ahora bien, el esfuerzo que hacen todos es literalmente extraordinario”, leo en La terra dura de Anna Punsoda (Pòrtic). Y también: “El crecimiento monstruoso de Guissona ha descompensado mucho la comarca”.

La escritora y traductora Anna Punsoda vuelve a casa con ‘La terra dura’

Punsoda nació en Concabella, un pueblo del municipio de Els Plans de Sió, en la Segarra, y tras varios años viviendo en Barcelona sintió la necesidad de volver a casa. La acompañan su pareja, el editor barcelonés Ignasi Moreta, y los niños. Se instalan en Les Pallargues, la capital de Els Plans de Sió, “un pueblo de cien habitantes, con un bar y un colegio”. En esta especie de dietario –me ha sabido a poco– recorremos la comarca de la mano de Anna de Cal Cinto: “Campos y más campos de cereales, castillos, granjas, cabañas, márgenes de piedra”. Y un río miserable, un canal inservible –“no tener agua es la gran herida de los segarrenses”–. Visitamos iglesias y castillos, vamos al mercado y a la fiesta mayor en esta “terra d’hereus”. Esa niña que perseguía gatos recuerda “el olor de los intestinos” en la matanza del cerdo, las tareas en el campo de los abuelos, el paisaje, el turrón de Agramunt, que en el pueblo “éramos cuatro niños de 1985 y dos murieron a los diecinueve años volviendo de fiesta”... Son recuerdos personales que se vinculan a los colectivos, por ejemplo, cuando visita el centro de interpretación dedicado a Lluís Companys y se entristece con las semejanzas entre 1934 y octubre del 2017. También salen autores de la tierra como Manuel de Pedrolo y Guillem Viladot. Y lo entrelaza con la actualidad: las macrogranjas, los aerogeneradores, las plagas de conejos.

Punsoda tiene casa en la Segarra. Hay tantos libros que los vecinos la llaman la Biblioteca; a su pareja, tan culto, elegante y lector de La Vanguardia, lo llaman el Francés. Y hoy son sus niños, nacidos en Barcelona, los que persiguen gatos por el pueblo.

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