El presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, dio rienda suelta a su alegría ayer en Auckland una vez la selección española se clasificó para la final del Mundial. Lógico y normal, pues el éxito de las mujeres es descomunal pase lo que pase en la final de este domingo. En su discurso, Rubiales reivindicó de forma grandilocuente el papel del seleccionador, Jorge Vilda. Pero no pudo evitar el dirigente un punto de revanchismo, a la par que sacaba pecho. Debió de pensar que si no se puede presumir en un momento así no se puede presumir nunca. Pero no hacía falta que sus palabras destilaran una cierta factura contra aquellas futbolistas que pusieron en tela de juicio a Vilda hace unos meses y que pidieron cambios de calado en el seno de la selección española femenina. Muchas no están presentes ahora en el Mundial, pero citando por ejemplo a Patri Guijarro o Mapi León, se trata de excelentes jugadoras que también han aportado lo suyo para el progreso del fútbol femenino. Hay que disfrutar de la coyuntura sin dejar espacio al rencor.
Sobra revanchismo
Mostrar comentarios
{"allowComment":"allowed","articleId":"article-9169417","url":"https:\/\/www.lavanguardia.com\/opinion\/20230815\/9169417\/sobra-revanchismo.html","livefyre-url":"article-9169417"}