Vox en el cajón de los congelados

FUTUROS IMPERFECTOS

Vox en el cajón de los congelados

El cantante Lildami, que cantó el domingo en los actos de despedida del Camp Nou, interpretó un tema que dice: “M’he enamorat al supermercat / puja la calor a la secció del congelat” . Algo así le ocurre al PP, que necesita un matrimonio de conveniencia con la ultraderecha para conseguir gobiernos regionales y municipales pero, tras el adelanto electoral planteado por Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo está obligado a ponerlos en el congelador para que esos pactos no le desgasten. Así que a Santiago Abascal se le puede acabar poniendo cara de langostino de La Sirena hasta el 23 de julio, aunque suba la temperatura en la sección de los congelados.

Comité de Dirección del partido popular en la sede de calle Génova Alberto Núñez Feijóo, Albiol , Isabel Díaz Ayuso, Cuca Gamarra

 

Dani Duch

La estrategia del PP es clara: se trata de retrasar todo lo posible los pactos con la extrema derecha, y allí donde no sea posible, postergar las investiduras. A pesar de que los spin doctors de la formación consideran que Vox no da miedo, lo cierto es que allí donde tienen responsabilidades
–como en el Gobierno de Castilla y León– provocan continuos incendios, a menudo innecesarios. Pero es que, como en la fábula del escorpión y la rana, atribuida a Esopo, el alacrán no puede resistirse a la tentación de picar al batracio aunque le lleve a sus espaldas para cruzar el río.

Los barones del PP intentarán no negociar con la extrema derecha hasta después del 23-J

A los populares, el adelanto electoral les ha cogido con el paso cambiado, como pretendía Sánchez, pero en las últimas horas, Feijóo se ha fotografiado con los líderes territoriales a las puertas de la sede de Génova, en una imagen que recuerda vagamente a Los intocables de Eliot Ness, dispuestos para la batalla final. Se han marcado cierta contención mientras no afinan discursos y estrategias, aunque Isabel Díaz Ayuso, en su condición de verso libre, no ha tenido ningún empacho en decir que Sánchez había convocado las elecciones a traición, que las ha fijado en julio para coger a la gente despistada y que su objetivo es desmovilizar al personal para ver si así le salen los números. Cosas de Ayuso.

Lo que ha hecho Sánchez tiene riesgo, pero es impecable que, habiendo tenido un mal resultado el domingo, convoque elecciones generales, en lo que sin duda tiene carácter de plebiscito. Democráticamente es incuestionable. E incluso saludable para clarificar el futuro.

Lee también
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...