Brexit, Escocia y Catalunya

El referéndum del Brexit en el 2016 se ha llevado por delante a cuatro primeros ministros británicos –Cameron, May, Johnson y Truss– en solo seis años. Y el de Escocia del 2014 ha sacrificado a Alex Salmond y ahora a Nicola Sturgeon como ministros principales escoceses, los dos con altos ni­veles de popularidad cuando im­pulsaron dentro de la legalidad la independencia escocesa del Reino Unido. La declaración unilateral de independencia en Catalunya ha sido la causa primera que ha costado la presidencia de la Generalitat a Artur­ Mas, Carles Puigdemont y Quim ­Torra.

Ya sé que las cosas no son tan simples y que es arriesgado establecer paralelismos en el largo proceso de unión y desunión entre escoceses e ingleses y entre catalanes y españoles. En el último libro del gran hispanista John Elliott (1930-2022), Catalanes y escoceses, se afirma que cuando se han planteado los más grandes conflictos en Catalunya y Escocia respecto a España y el Reino Unido, el factor europeo ha sido determinante para inclinar la balanza hacia la unión pactada o forzosa.

Desde el nacimiento del Estado nación en la paz de Westfalia (1648), la alteración de fronteras en Europa ha sido consecuencia de una guerra, del acuerdo mutuo entre las dos partes o de tratados internacionales.

EDINBURGH, SCOTLAND - JANUARY 31: Anti-Brexit campaigners take part in a torchlight procession to the Scottish Parliament on the third anniversary of Brexit on January 31, 2023 in Edinburgh, Scotland. January 31 2023 marks the 3rd anniversary of Brexit when the UK left the European Union after a referendum vote of the British people returned a result to leave by 52% to 48%. (Photo by Jeff J Mitchell/Getty Images)

 

Jeff J Mitchell / Getty Images

Uno de los argumentos de la inviabilidad de la independencia de Catalunya es que es muy improbable que se produzca contra España y sin contar con Europa. Lo mismo cabe decir de Escocia, que tiene muy poderosas razones para separarse del Reino Unido. Una de ellas es que un 62% de los escoceses votaron a favor de permanecer en la UE. Europa no se ha pronunciado sobre qué actitud adoptaría si Escocia o Catalunya se independizaran.

Resolver conflictos históricos con un referéndum es un riesgo innecesario

Resolver litigios históricos, reales y permanentes con un referéndum es correr un riesgo innecesario. Los efectos negativos del Brexit los admiten muchos de los que lo impulsaron y los que lo votaron.

El conflicto de intereses, emociones y sentimientos seguirá. Elliott sostiene que, mientras en Madrid y Londres no se tome más en serio lo que ocurre en Catalunya y Escocia, será imposible la convivencia política para acomodarse a los tiempos nuevos de sociedades plurales e interdependientes.

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