Abandonada a su suerte

Abandonada a su suerte

Fue el paseo de los barceloneses. Alexandre Cirici escribió que, a lo largo de los siglos, la Rambla se convirtió en un espacio identitario y central en la vida de los vecinos de Barcelona. Pero los barceloneses han acabado por abandonar a su suerte a la Rambla, a la que todavía acuden los turistas despistados o con guías no actualizadas. Se pueden contar con la mano los barceloneses que viven en la Rambla o los nativos que han abierto una tienda con encanto en sus márgenes. Los pisos turísticos han expulsado al vecindario y los comerciantes expatriados han sustituido al comercio local. Los restaurantes, con pocas excepciones, ofrecen una comida indigesta y los chiringuitos le han arrebatado metros cuadrados al espacio público. Y los amigos de lo ajeno deambulan entre los forasteros para quitarles la cartera o el bolso con total impunidad. Si un día fue el paraíso, hoy se parece más al infierno. Bienvenidos a la decadencia de un paseo que fue reconocido en el mundo y que fascinó a George Orwell, Salvador Dalí o Federico García Lorca.

Itziar González, arquitecta, que fue concejal de Ciutat Vella, escribió en Per no perdre peu que preocupa la lenta e imparable decadencia y vulgarización del paseo, abocado al turismo durante el día y a la actividad económica ilegal por la noche. Por eso, Arturo San Agustín leyó hace unos años un pregón de la Rambla donde decía dos cosas: que los políticos no se toman en serio el paseo y que para los barceloneses la avenida ha acabado siendo un amor de juventud, que al principio te seduce y luego olvidas.

El Consistorio intenta revertir la lenta e imparable decadencia de la Rambla

No es que este bulevar no tenga bellos edificios, ni equipamientos culturales e incluso algún café interesante. El problema es que el paseo se nos ha ido de las manos y a las autoridades les ha dado pereza afrontar la reforma de una avenida tan compleja. En la Rambla hay un contador que recuerda que hace 2.322 días que se aprobó el plan para reordenarla y hasta hace cuarenta y ocho horas el Ayuntamiento no ha empezado las obras. Ada Colau asegura que la nueva Rambla estará acabada en el 2030. ¡Ocho años! ¿Seguro que hace falta tanto tiempo, cuando la autopista entre Barcelona y Mataró se hizo en tan solo tres?

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