Yolanda

Yolanda Díaz, claro está. ¿Qué otra Yolanda habrá ahora mismo en España más conocida? Y es que, como Felipe, la vicepresidenta segunda del Gobierno (y ministra de Trabajo y Economía Social) cuenta con la ventaja de un nombre de pila que la hace perfectamente reconocible. Un nombre que, como Felipe, no es tan inusual, pero sí lo suficientemente singular como para identificarla inmediatamente. Repasen, si no, la lista de presidentes del Gobierno. Suárez casi llegó a ser Adolfo, pero no cuajó, como tampoco resultó llamar Leopoldo a Calvo-Sotelo. Y Aznar fue Aznar, como Zapatero se quedó en Zapatero pese al intento posmoderno de llamarlo Zetapé. Y Rajoy fue Rajoy durante toda su estancia en la Moncloa y solo ahora parece más Mariano que Rajoy. Y Sánchez, desde luego, es Sánchez, aunque en su caso pueda ser verdad que es con quien mejor funciona la fusión de nombre y apellido para acabar creando un Pedrosánchez. Ya ven, solo Felipe reunía a un tiempo la popularidad y el reconocimiento, incluso de los muy discrepantes con su figura, con la familiaridad de un nombre de pila que lo hacía irremediablemente cercano, próximo.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, interviene en la inauguración de la jornada 'Una acción común europea sobre cuidados. Una estrategia de cuidados con perspectiva feminista y sindical' de CCOO, en la sede del Comité Económico y Social (CES), a 11 de julio de 2022, en Madrid (España). CCOO pretende dar a conocer, a través de esta jornada, el Informe que la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales y la Comisión de Derechos de las Mujeres e Igualdad de Género del Parlamento Europeo han elaborado sobre el fomento de una acción europea en materia de cuidados, recomendando la adopción de una estrategia integral europea de cuidados, con inversiones, servicios públicos y sistemas de protección social.
11 JULIO 2022;CCOO;SINDICATOS;SINDICAL;FEMINISTA;PERSPECTIVA;JORNADA;SINDICATOS;FAMINISMO
Alejandro Martínez Vélez / Europa Press
11/07/2022

 

Europa Press

Y encima está la canción de Pablo Milanés, claro, con sus aires cubanos tan evocadores para todos aquellos que tuvieron alguna vez una reproducción del Gernika en la pared.

¿Qué más tiene la vicepresidenta segunda aparte de su nombre? Porque el caso es que parece lanzada a presentarse como candidata a la presidencia del Gobierno encabezando, se supone, la futura lista de Sumar, una plataforma política más que un partido al uso que ha empezado a caminar en estos días, como sin duda ustedes también saben. Y me respondo a mí mismo: pues tiene la fama de ser persona capaz de buscar y conseguir consensos y acuerdos –lo ha demostrado en su ministerio– y parece afable y, por qué no decirlo, simpática. Y si todo lo que tiene la derecha para bombardearla es criticarle su digamos cambio de estilo y de imagen a lo largo de los años, por favor que empiecen a circular fotos de los políticos varios de este país nuestro cuando eran veinteañeros, que al menos los que componemos el respetable nos echaremos unas risas.

La vicepresidenta segunda ejerce de gallega y no es ninguna novata en política

Militante del Partido Comunista de España, nada menos, y abogada laboralista, ejerce de gallega y no es ninguna novata en política. Fue concejal y primera teniente de alcaldía en el Ayuntamiento de Ferrol y también diputada autonómica, además de pasar desde Esquerda Unida a formar parte de la confluencia que fue En Marea, que resultó un éxito electoral, pero que acabó con la coalición me temo que desmembrada por la tradicional querencia de la izquierda por escindirse, pelearse y dividirse en lugar de multiplicar.

Los ministros que Podemos –resumamos– ha aportado a estos gabinetes de Gobierno no han precisamente –es mi opinión, claro– brillado, ni mucho menos. Pero ella sí. Yolanda Díaz ha conseguido algo más que hacerse un hueco. Y ahora parece dispuesta a jugarse su capital personal en un nuevo artefacto político que renueve la renovación. El otro día se celebró el auténtico acto inicial de lo que deberá ser una larga campaña. Jóvenes, gente sentada en un círculo, todos al mismo nivel, y el cambio climático como principal problema o, al menos, como el primero que Sumar elige abordar. Yolanda ha saltado al ruedo… Habrá que ver si Podemos le va a dejar poder y si va a conseguir diferenciarse del PSOE sin anularse mutuamente. Porque sumar no es restar. No te sé decir, diría el gallego.

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