Eduard Romeu, vicepresidente del FC Barcelona, tiene un lado solidario que siempre que puede cultiva. Además de viajar regularmente a Nepal para comprobar sobre el terreno los progresos de orfanatos que ayuda a financiar, la invasión de Ucrania por parte de Rusia le ha movilizado ahora para una nueva causa. Implicado en una expedición organizada por las oenegés Open Arms y Solidaire, Romeu viajó ayer hasta Varsovia para tomar allí un avión de vuelta hacia España que pasará por Madrid y Barcelona, lleno con 220 refugiados procedentes de Ucrania, la mayoría mujeres y niños. La idea es repartirlos por varias localidades (Badalona, Manresa, Guissona...) para darles la mejor acogida. El papel de Romeu, como vicepresidente de la empresa Audax Renovables, con oficina en Varsovia, ha sido encargarse de la burocracia y la logística en el país de origen del vuelo, principal vía de salida de refugiados ucranianos hacia distintos países europeos.
Un culé solidario
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