El pensamiento catastrofista

El pensamiento catastrofista

Se lo tengo que preguntar, pero es posible que una de las películas favoritas de Pablo Casado sea El vuelo del Fénix, de Robert Aldrich, donde cuenta la epopeya de un avión de carga que se estrella en el Sáhara y la única esperanza de los pasajeros es construir un nuevo aeroplano­ a partir de las piezas del averiado. En sus intervenciones, el líder del PP resulta tan catastrofista –“España está en quiebra”, ha proclamado en sede parlamentaria– que, si fuera así, requeriría de un gran esfuerzo que el país volviera a retomar el vuelo. El filme de Aldrich es una historia inspiradora sobre cómo afrontar con éxito el peor de los escenarios posibles. Todo un subidón de adrenalina.

Los pensamientos catastrofistas lastran nuestras vidas, pero la derecha de este país parece que se crece con ellos. Santiago Abascal, el líder de Vox, ha dicho una frase que parece sacada de una novela de terror de Stephen King: “Este es el Gobierno de la muerte y de la ruina”. Su colega Macarena Olona saca sus sentencias de los cuentos de Dickens: “Cuando a uno le arrebatan el pan, la esperanza y la protesta, lo último que se pierde es el miedo”.

Dos de cada tres españoles consideran que las cosas les van bien pero desconfían del país

Ciertamente, el mensaje apocalíptico ha calado. En la encuesta del CIS de final de año, dos de cada tres ciudadanos consideraban que su situación económica era buena, pero casi el mismo porcentaje pensaba que la del país era mala. Es una paradoja que solo se entiende por el ruido informativo, que ni siquiera la armonía individual ecualiza. El Gobierno de izquierdas contraataca con un exceso de triunfalismo, pues la recuperación está siendo menos robusta que lo que pensaba. Pero en las últimas horas la realidad ha demostrado que no estamos tan mal: se han creado 840.000 empleos en el 2021 y el paro ha bajado al 13,3%, cuando el secretario de Economía del PP, Daniel Lacalle, predijo que alcanzaría el 35%. Y las exportaciones alcanzaron su récord histórico el año pasado.

Un exministro de Mariano Rajoy advirtió a Casado que lo peor que le podía pasar es que la gente creyera que deseaba que el país fuera mal para­ alcanzar el poder. Antes lo avisaron los matemáticos: solo en su mundo, dos ne­gativos se convierten en algo po­sitivo.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...