Política de ‘killer’

Política de ‘killer’

Si en política “lo que parece es”, como decía Leopoldo Calvo-Sotelo, lo que el Partido Popular está haciendo con Ciudadanos es un asesinato. En la vida política, el asesino siempre ha gozado de amplio respeto social: uno de los valores que se aprecian en el triunfador es la cantidad de cadáveres que dejó en su camino. Un político sin cadáveres en la cuneta o es muy joven o tiene poco futuro. Para disimular su eficaz papel de ángel exterminador, hay un consenso general en llamarle killer, que dicho en inglés parece más suave que asesino.

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La líder de Cs, Inés Arrimadas, comparece tras el anuncio de elecciones anticipadas en Castilla y León

Alberto Ortega / EP

Decía que lo de Ciudadanos es un asesinato porque tiene las grandes características que definen ese concepto: intencionalidad, premeditación y alevosía. Sobre la intencionalidad de causar la muerte del partido de Arrimadas existen abundantes testimonios de los autores intelectuales y materiales: es considerada una acción necesaria para que el PP crezca en las elecciones. De hecho, la victoria de Díaz Ayuso se atribuye a que logró la práctica desaparición de Cs en la Asamblea de Madrid. Ahora se trata de repetir lo mismo en Castilla y León. Lo que hace Mañueco con sus acusaciones de traición es buscar una coartada. Hace falta convencer a la opinión de que el asesinado era peor­ que el killer. La traición es un gran invento.

Se ha iniciado la fase liquidadora de Ciudadanos en Castilla y León

La premeditación supone la existencia de un plan detallado y concreto para la ejecución. Comenzó por la seducción de cargos públicos que se prestaron fácilmente al fichaje por el PP a base de promesas varias. Siguió por aprovechar astutamente los errores de Ciudadanos, hasta el punto de apartarlo de tres gobiernos autónomos en menos de un año. Ahora se inició la fase liquidadora en Castilla y León y, previsiblemente, en Andalucía.

Y la alevosía queda demostrada por el empleo de medios que aseguren la ejecución. El más conocido ha sido la contratación de un ejecutor, Fran Hervías, que conoce las costumbres y debilidades de la víctima y desarrolla el plan con frialdad, con respaldo de los mandos y, según los indicios, con un calendario preciso. ¿Tiene Ciudadanos alguna posibilidad de salir con vida? Solo una: que Inés Arrimadas convenza a la sociedad de que su partido es necesario. Muchos tenemos la convicción de que es así. Pero un viejo principio advierte: donde hay un killer, el crimen se puede cometer.

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