No es fácil dejar las sillas del poder. En La Vanguardia se explica que, una vez cesado, Luis de Galinsoga seguía ocupando su puesto de director y el anterior conde de Godó tuvo que acabar enviando una brigada de pintores a su despacho para desalojarlo. Pero la política está haciendo batir todos los récords. El bloqueo al que PP y PSOE tienen sometido el Consejo General del Poder Judicial alcanza igualmente a la renovación de otras instituciones, como el Tribunal Constitucional, al Tribunal de Cuentas o el Defensor del Pueblo. Por cierto, el socialista Francisco Fernández Marugán tiene el cargo caducado desde hace cuatro años y ahí sigue viendo pasar el tiempo, pendiente de un acuerdo entre partidos que no llega. Hay algunos cargos que habrá que quitarlos con aguarrás, para que se despeguen de su sillón oficial. Los populares tienen poco interés en alcanzar un acuerdo, porque controlar los tribunales es una manera de maniatar al Gobierno. Ya dijo Alfonso Guerra, de eso hace 35 años, que Montesquieu había muerto. Habrá que reconocer que en nuestros días el principio de separación de poderes no goza de buena salud.
Mientras PP y PSOE se acusan mutuamente de este bloqueo, en Catalunya hay menos ruido pero más nueces. Hasta 112 cargos están sin renovar. La fecha de caducidad de algunos ha sobrepasado los 2.350 días, como es el caso del consejo de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals y 2.115 en el Consell de l’Audiovisual de Catalunya. Pero igualmente, la Sindicatura de Comptes, el Consell de Garanties y el Síndic de Greuges deberían haberse renovado hace más de dos años.
En Catalunya hay cargos que caducaron hace 2.350 días y siguen ocupando el despacho
El PSC ha intentado un movimiento en los últimos días con JxC y los Comuns, mientras esperan respuesta del resto de los partidos, para desencallar la situación. Pero habrá que buscar fórmulas para evitar bloqueos y renovar cargos de forma automática. El grado de degradación de las instituciones debería impulsar la búsqueda de soluciones. No vale decir como Churchill “hace mucho tiempo que tomé una decisión, la cuestión radica en que los demás estén de acuerdo”. No solo porque fue un ejercicio de ironía, sino porque andamos escasos de churchilles .