Cuando oí el tema My favorite things tocado por John Coltrane me entusiasmó. Años después y por casualidad alguien me apuntó que era una versión de una canción de la película Sonrisas y lágrimas . Me sorprendió. Había llegado a él por el jazz y no por Julie Andrews. Lo he recordado al leer El senyor Palomar a Barcelona de Tina Vallès ( Llibres Anagrama).
Si un autor se plantea el reto de coger un personaje famoso, tanto real como de ficción, y escribir una nueva obra, tendrá que conseguir que quien no esté al corriente del antecedente pueda leerla, entenderla y disfrutarla sin conocimientos previos. Aquí Vallès supera el reto, y con nota. Yo misma soy un ejemplo de lectora ignorante. No me sabe mal admitir que no tenía el placer de conocer al señor Palomar, el de Roma. Solo me sonaba algo de lejos: era un personaje de Italo Calvino. No sabía nada más.
Vallès saca a pasear al Palomar de Calvino por Barcelona y le da una nueva vida. Recorre la ciudad sin mapa, sin guía y el azar hace que se cruce con la vida y quienes la viven. “El senyor Palomar només vol mirar la ciutat, després pensar-la i si pot ser acabar entenent-la”. A través del trabajo que hace Palomar con sus ojos, los barceloneses podemos mirarnos a nosotros mismos y la ciudad desde ángulos que nos eran desconocidos. Se nos aparecerán sitios donde no nos habíamos detenido, olores que no habíamos detectado y quizá dedicaremos un ápice de nuestro tiempo ajetreado a mirar personas o cosas que teníamos delante de las narices y no habíamos ni visto. Las albercas de nenúfares de Montjuïc, la persona que blande una bandera en la manifestación a nuestro lado o el aroma del pan recién hecho. Y pensaremos como hace Palomar, que piensa mucho. “Mira enfora i pensa endins”. El libro así seguirá en nosotros más allá de haber llegado a la última página.
“Ell les decisions les troba fora de casa, caminant pensaments i rumiant passos”. A partir de Tina Vallès me encamino hacia Italo Calvino para conocer a su Palomar. Porque ¿cómo era aquello del orden de los factores...?