Misión alimentación

Misión alimentación

Mariana Mazzucato es y está siendo la economista de referencia en las estrategias post pandemia para la mayoría de gobiernos del mundo y su concepto “misiones” se ha convertido en la raíz de las estrategias que definen los fondos NGEU (Next Generation European Union).

Apuesta por un crecimiento sostenible, inclusivo e inteligente con un potente rol del estado y de los gobiernos. Define las misiones como un puente que conecta los desafíos sociales con proyectos específicos, con objetivos claros que solo se pueden lograr mediante una cartera de proyectos de investigación y medidas de apoyo.

La pregunta es si el sector de la alimentación puede ser una de las misiones por las que deben apostar las Administraciones cuando definan los objeticos de desarrollo en un escenario 2030.

El crecimiento de la población y el calentamiento global son dos de los problemas más importantes que desafían a los sistemas alimentarios mundiales, además de la Covid-19. Se prevé que la población mundial de 7.600 millones de personas alcance los 9.800 millones en 2050 y los 11.200 millones en 2100.

El sistema alimentario se enfrenta a desafíos extremos para suministrar alimentos a toda la población mundial. Un tercio de las emisiones de CO2 provienen del sector alimentario, que requiere el 70% del agua del planeta. Un sector, donde el desperdicio alimentario, a lo largo de toda la cadena de valor alcanza ya el 30% de todos los alimentos que se producen. Estamos, sin duda, delante de una emergencia alimentaria mundial.

Al mismo tiempo, la demanda de los consumidores de los países del mundo más ricos está cambiando. Dicha población quiere alimentos nutritivos que hayan sido producidos y manipulados de forma segura y más sostenible. La trazabilidad y la transparencia serán vectores de confianza que determinarán el consumo alimentario.

La alimentación ha sido una pieza fundamental en el desarrollo de las ciudades. Barcelona se sustenta en una sólida e innovadora tradición gastronómica fruto de un país donde existe una potente industria agroalimentaria que representa el 11,9% del PIB de Catalunya mayoritariamente a través de pequeñas y medianas empresas.

En Barcelona el sistema Foodtech es disperso pero importante. Hay actores tradicionales con ganas de innovar y nuevos players en el sector que están centrados en desarrollar nuevos productos provenientes de la proteína vegetal, incorporando logística inteligente, construyendo desarrollos híbridos off/on line y proyectos de economía circular. Aparecen nuevos modelos de producción agroindustrial, más sostenibles, más circulares y próximos. Y los centros universitarios, de investigación como el IRTA, EURECAT o la Fundación Alicia juegan un papel importante.

Todo este ecosistema convive con proyectos e Iniciativas sociales focalizadas en el aprovechamiento alimentario que quieren conseguir reforzar un sector alimentario más inclusivo, con el despliegue de sistemas colaborativos de producción local y consumo responsables.

Los retos de la alimentación requerirán tecnología, innovación y conocimiento para afrontar el enorme desafío de reducir los impactos ambientales y de salud que puede ocasionar un sistema alimentario “estresado”, sometido a la presión de garantizar un suministro continuado de alimentos nutritivos para todos, a la vez que minimizar su huella ambiental.

Resulta evidente que el sistema alimentario mundial debe transformarse hacia un sector sostenible, resiliente, saludable e integrador. La pregunta es si el ecosistema alimentario de Barcelona y Catalunya puede ser un nodo de soluciones para atraer y activar nuevas tendencias de innovación en el sector de la alimentación, si quiere ser UNA MISION de las que propugna Mazzucato.

En los últimos años, el sector Foodtech, impulsado por su impacto positivo y la creciente conciencia de los problemas que enfrenta nuestro sistema alimentario, ha pasado de ser una tendencia emergente a una de las áreas más desarrolladas en el mundo de las startups, lo cual se confirma con el número no solo de nuevas empresas sino también de inversores y actores del sector que crecen de manera exponencial.

Barcelona y Catalunya, con su agricultura de calidad, su potente industria agroalimentaria, su reconocida gastronomía, su tradición innovadora y su cultura healthy, puede definir la ALIMENTACION como una de las misiones de desarrollo, y no pueden ni deben desaprovechar la oportunidad de ser uno de los nodos de la innovación en el sector Foodtech y Agritech, como lo son París, Singapur, Berlín o el mismo Food Valley de Holanda

Al final, el objetivo es obtener una alimentación y un crecimiento económico, más sostenible, inclusivo e inteligente.

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