La alcaldesa de Aiguamúrcia, Dolors Palma, está contenta. En una arboleda de su municipio, en Santes Creus, ha aparecido un monolito de metal. En cuanto los medios de comunicación han hecho pública la noticia, han aparecido los remilgados habituales a puntualizar que un monolito no puede ser –nunca jamás– de metal, porque la misma composición de la palabra explicita que debe ser de piedra. Si monolito se crea a partir de mono- (forma prefijada del griego mónos , “uno”) y de -lit (forma sufijada del griego líthos , “piedra”) queda claro que, si es de metal, hay que llamarlo de alguna otra manera. Se le podría llamar obelisco, pero por desgracia, los obeliscos tienen que ser de base cuadrangular, y este la tiene triangular. De forma que la gente dice monolito, añade de metal y listos. Recuerda el debate que hubo cuando aparecieron las carpinterías metálicas, que fabrican ventanas y puertas de aluminio o de PVC. Quedaba claro que si eran carpinterías tenían que trabajar con madera, y que carpintería metálica es una contradicción, pero así vamos tirando desde hace décadas.
Ajena a estas disquisiciones léxicas (y bien que hace), la alcaldesa explica que el monolito metálico ha provocado gran curiosidad entre los vecinos de la comarca. Muchos ya han ido a hacerse fotos. A finales de marzo apareció otro en Platja d’Aro, pero este de Aiguamúrcia es más guay porque tiene “jeroglíficos egipcios” en las tres caras. Poca broma. El año pasado, durante los primeros meses de la pandemia, aparecieron en varios lugares del mundo. El primero en noviembre, en el estado norteamericano de Utah. Poco después, otro en Rumanía, en los Cárpatos. Luego en California. Ahora ya es un no parar.
En una arboleda de Aiguarmúrcia ha aparecido un monolito de metal
Pero ninguno de ellos tenía “jeroglíficos egipcios”, y eso es un adelanto excepcional. La alcaldesa aiguamurciana ha dicho en TV3 que, según parece, el significado de esos jeroglíficos es “el juego ha empezado”. ¿Qué juego? No lo sabemos, pero la bailesa confía en que “lo que haya empezado sea para bien”. Le parece buena “cualquier cosa que haga venir gente” al municipio, aunque ha recordado que vuelve a haber confinamiento comarcal: “El miércoles [por mañana] decidiremos qué hacemos con el monolito, cuando hable con los compañeros del Ayuntamiento y veamos el interés de la gente en tener algo así en el municipio”.
Hoy en día, el pueblo que aún no tiene un monolito metálico no es nada. Por un precio módico, en cualquier taller de carpintería metálica te fabrican uno a medida, incluso con una inscripción en klingon, si quieres.