La parodia de De Niro

La parodia de De Niro

Robert De Niro ha colgado en Twitter la parodia de unos funcionarios sacando a Donald Trump de la Casa Blanca agarrado a su sillón y a la mesa del despacho oval, mientras el hombre del tupé lanza todo tipo de improperios. Da la sensación de que no será fácil desalojar al inquilino del 1600 Pennsylvania Avenue, a pesar de que él prefiera como residencia su palacete de Mar-a-Lago en Palm Beach o su ático en la torre Trump de Manhattan. De momento, no quiere darse por enterado de su derrota y ha puesto en marcha un ejército de abogados, capitaneado por Rudy Giuliani, para pelear por cada papeleta escru­tada. Por cierto, el exalcalde de Nueva York ya hizo el ridículo en el caso Ucraniagate, cuando Trump le encargó buscar información contra el hijo de Biden e incluso condicionó una ayuda de 400 millones a cambio de que Kíev abriera una investigación oficial por malas prácticas. El asunto acabó en un escándalo en el Congreso, del que quien salió perjudicado fue el propio presidente.

Trump considera que ningún presidente puede presumir como él de haber tenido 71 millones de votos en las urnas. Lo que se niega a reconocer es que Joe Biden ha conseguido cuatro millones y medio más. Uno de los golpes bajos lo ha recibido de Georges W. Bush, el último presidente republicano antes de Trump, que ganó precisamente las elecciones por 537 votos gracias a una encarnizada batalla judicial en el estado de Florida en el 2000. Bush ha felicitado a Biden y ha declarado que, aunque mantiene diferencias políticas con el nuevo presidente, sabía que era un buen hombre que se había ganado la oportunidad de unir y liderar el país. Sin poner una sombra de duda.

El actor cuelga en Twitter un vídeo de funcionarios sacando a Trump de la Casa Blanca

En cualquier caso, el senador de Carolina del Sur Lindsey Graham, que es el presidente del Comité de Justicia de la Cámara Alta, ha dicho que la elección aún está en disputa. Graham es el encargado de dirigir la confirmación de los jueces federales y ha llegado a asegurar que 15 personas muertas han votado en Pensilvania, olvidándose de que Biden le lleva más de 43.000 votos vivos de ventaja. Y ha añadido: “Si no peleamos y cambiamos el sistema electoral de EE.UU. jamás volverá a haber un presidente republicano. El presidente Trump no debe conceder la derrota”.

El ruido no bajará hasta la certificación de los compromisarios que votarán al presidente dentro de un mes, pero no habrá sorpresas. El planeta entra en un nuevo ciclo, con la esperanza de que el mundo sea más previsible y que el trumpismo no sobreviva a Trump.

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