El presente nos interpela
La noticia de la sentencia me cogió en los micrófonos de RAC1, poco antes de las 9.30 h de la mañana. Jordi Basté me preguntó qué pensaba del fallo. Le respondí que en lo personal me sentía triste. André Gide definió la tristeza como una forma de fatiga. A la mayoría de los presos condenados los he conocido y con alguno incluso tengo una relación cercana. Lo primero que me vino a la cabeza es eso que podríamos llamar el factor humano, más allá de las discrepancias políticas que nos puedan separar. Luego he pensado que todos deberíamos empatizar más con quienes piensan distinto. Ponernos en el lugar del otro es un signo de civilización, es el dintel de la democracia. En cuanto a la sentencia, me pareció que las penas estaban en la parte alta de la sedición, pero que era importante haber descartado la rebelión y haber asociado al mismo delito la malversación porque no suponía incrementar significativamente la prisión. Trece, doce, once, nueve años…, cada año es un capítulo de una vida.
Buscando el lado positivo de este momento favorable al exceso de emociones, a la protesta ruidosa, a tomar la utopía como bandera, pienso que la justicia ha dejado de ser una herramienta para solucionar el desafío del independentismo y la pelota queda definitivamente en el lado de la política. Ya no hay excusa: el problema catalán debe volver al terreno de donde nunca debió haber salido. Y en esa hora, la confrontación no es una manera de ejercer la política, más bien llevarla al precipicio. Se equivoca Quim Torra hablando de “venganza” para definir la sentencia. Las palabras no son neutrales. ¿A qué invita con el exabrupto? Son tiempos para la inteligencia, la estrategia y la audacia. Se necesitan nuevos liderazgos y otros relatos.
A mediodía, llegó a la redacción el último libro de Raül Romeva ( Des del banc del acusats ), que explica con dibujos al natural y textos a vuelapluma su experiencia en el Supremo. En el epílogo leo: “El presente, duro y difícil, nos interpela y nos pone a prueba constantemente, pero es necesario continuar, trabajando siempre con la mirada puesta en nuestro futuro”. Ojalá seamos capaces de construirlo juntos y en el marco de nuestras instituciones.