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¿Sabías que...? Los secretos de la Gran Muralla china

Maravillas del mundo moderno

La obra de ingeniería militar más gigantesca de todos los tiempos se extiende a lo largo de 21.196 kilómetros, desde el golfo de Bohai hasta el desierto de Gobi

Gran muralla china

Aaron Geddes Photography / Getty

Declarada por la Unesco en 1987 patrimonio de la humanidad y elegida 20 años después como una de las siete maravillas del mundo moderno tras una votación popular en la que participaron cien millones de personas, la Gran Muralla china suele aparecer en la bucket list de millones de viajeros de todo el planeta.

Envuelta de un halo de misterio, ha hecho correr ríos de tinta. Todavía hoy, las dudas sobre numerosos aspectos acerca de su naturaleza y de su historia continúan acechándonos. Y es que una obra de su magnitud despierta infinidad de interrogantes.

Se trata de un entramado de murallas que en ocasiones se cruzan, se ramifican e incluso transcurren de forma paralela

Según los arqueólogos, la Gran Muralla se extiende 21.196 kilómetros, desde el golfo de Bohai -en la frontera con Corea- hasta el desierto de Gobi. Se trata en realidad de un entramado de murallas levantadas por China a lo largo de dos mil años que en ocasiones se cruzan, se ramifican e incluso transcurren de forma paralela, que atraviesan 15 provincias y regiones. Es por ello que durante mucho tiempo se creyó que su longitud era de “solo” 8.851 kilómetros, la del tramo principal, edificado durante la dinastía Ming, entre los siglos XIV y XVII.

La Gran Muralla china a su paso por Jinshanling

sdlgzps / Getty Images

La construcción empezó en el 221 a.C. de la mano de Qin Shi Huang, el primer emperador y artífice de la unificación china -aunque los cimientos se pusieron algunos siglos antes- y se ha establecido oficialmente como año de finalización el 1644. Durante todo este tiempo, fue ampliada y modificada con el objetivo principal de proteger el imperio de los invasores externos -especialmente mongoles-, además de permitir controlar las fronteras y las mercancías que circulaban por ellas.

Ingeniería militar

Considerada la obra de ingeniería militar más gigantesca de todos los tiempos, la Gran Muralla no es una construcción homogénea, ya que fue edificada en función de las necesidades del momento y de los recursos disponibles. Por este motivo, se utilizaron materiales tan diversos como la piedra de granito o caliza, el ladrillo, escombros, cañas, o harina de arroz en lugar de cemento. De media, su altura es de entre seis y siete metros -aunque su punto más alto alcanza los 14- y su anchura de entre cuatro y cinco.

En su construcción participaron centenares de miles de obreros, soldados, e incluso condenados a trabajos forzados -las cifras son absolutamente dispares- que operaban en condiciones inhumanas. Y algunos cifran en 400.000 el número de muertos, cuyos cuerpos solían acabar enterrados en los cimientos de la muralla. Esa circunstancia extendió la leyenda de que entre el material utilizado en la construcción figuraban huesos humanos.

Amanecer desde la Gran Muralla china

Nikada / Getty Images/iStockphoto

A lo largo de su recorrido cuenta con miles de torres de vigilancia, especialmente en algunos tramos de la muralla Ming, que además de controlar, servían como almacén de víveres, munición o refugio para los soldados. En caso de ataque, las atalayas se comunicaban a través de señales de humo, si los asaltos tenían lugar durante el día, y con fuego, si ocurrían de noche. Muchos de los tramos que solían estar fuertemente custodiados por vigilantes tienen una carretera encima que permitía a los soldados cabalgar con rapidez hacia las zonas asaltadas.

En la actualidad, algunas partes se encuentran muy deterioradas e incluso la fortificación llega a ser imperceptible. Una de ellas es la que atraviesa la provincia de Hebei, donde por culpa sobre todo de la erosión y el vandalismo -en muchas épocas se utilizaba como cantera- han desaparecido alrededor de dos mil kilómetros de muralla.

El mundo descubre la Gran Muralla

No fue conocida más allá de las fronteras chinas hasta principios del siglo XVII, cuando el jesuita, misionero y explorador portugués Bento de Góis descubrió su existencia. Respondía a nombres diversos, como “fortaleza” “barrera” e incluso “Dragón de la Tierra” y fue dos siglos más tarde cuando se dio a conocer al mundo como la Gran Muralla china.

Aunque no puede presumir de ser apreciada desde el espacio -un bulo largamente extendido- sí puede alardear de ser el monumento más visitado en un solo día de todo el mundo. Y es que el 1 de octubre de 2014, durante la festividad nacional, fue visitado por ocho millones de personas, una cifra increíble, pero, a decir verdad, acorde con sus impresionantes dimensiones.

En un solo día fue visitada por ocho millones de personas

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