Un recorrido por el patrimonio de Irán que está en peligro
Patrimonio de la humanidad
Trump ha amenazado con destruir militarmente bienes culturales de gran importancia mundial
Irán ha sido el hogar de las civilizaciones más antiguas del mundo, como los medos, macedonios, hunos, sasánidas, mongoles y muchos otros, aunque durante mucho tiempo fue conocido como Persia , un gran imperio que fue destruido por Alejandro Magno en el 330 a. C. De su esplendoroso pasado todavía quedan vestigios de lo que fue, algunos de ellos están declarados patrimonio de la humanidad.
Pero la crisis que se vive en Oriente Medio entre Estados Unidos e Irán ha hecho que algunos bienes culturales se hayan visto amenazados militarmente tras un tuit lanzado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en la que afirma que “si Irán ataca a cualquier estadounidense o cualquier patrimonio estadounidense, hemos focalizado 52 sitios, algunos de ellos de gran importancia para la cultura iraní”.
24 patrimonios
Empezamos por los conjuntos monásticos armenios que han sobrevivido a 2.000 años de destrucción: San Tadeo (donde supuestamente se enterró a San Judas Tadeo), San Estepano y la capilla de Dzordzor. Son el testimonio continuo de los orígenes del cristianismo en la cultura armenia a lo largo de los siglos.
La ciudad de Bam y su paisaje cultural. El lugar se ubica en una región desértica del extremo sur de la meseta iraní, en plena ruta de la seda. Se construyó gracias un conjunto de qanats, canales de riego subterráneos, de los que ha conservado algunos de los más antiguos. Una ciudad hecha de adobe, ahora en ruinas por un terremoto, en el que destaca la ciudadela Arg-e Bam que es el ejemplo más representativo de una ciudad medieval fortificada con estructuras abovedadas.
Una torre-tumba de 53 m de altura construida en el año 1006 para Qābus Ibn Voshm, es otra de las maravillas del país. Gonbad-e Qābus es la única evidencia que queda de Jorjan, un antiguo centro de artes y ciencias que fue destruido durante la invasión de los mongoles en los siglos XIV y XV.
En los yacimientos de la montaña sagrada de Behistún se halla un bajorrelieve con inscripciones cuneiformes escrita en tres idiomas diferentes : persa antiguo, elamita y babilónico, además de contener la imagen a tamaño real de su creador, el rey aqueménide Darío I, junto con otras figuras. Son del 521 a.C. y documenta un evento histórico específico. El sitio de 187 hectáreas tiene restos desde la prehistoria.
La ciudad de Pasargadas fundada en el siglo VI a.C. por Ciro II el Grande, en la región de Pars, fue la primera capital de la dinastía de los aqueménides. El sitio arqueológico tiene 160 hectáreas y alberga algunas de las primeras manifestaciones del arte y la arquitectura persa, como el trono de Salomón.
Maymand es una aldea que se encuentra en una zona aislada semidesértica, donde sus habitantes llevan una vida seminómada practicando la agricultura y el pastoreo. Durante el año se mudan con sus animales a tres asentamientos diferentes, a casas temporales y viviendas trogloditas con más de 3.000 años de antigüedad.
Uno de los tesoros de la humanidad único en el mundo es Persépolis, la capital del imperio aqueménide fundada por Darío I en el año 518 a.C., un testimonio único de la grandiosidad de la civilización persa. Los reyes aqueménides Darío I, su hijo Jerjes I y su nieto Artajerjes I diseñaron el lugar para mostrar el esplendor de su imperio.
El palacio de Golestán es uno de los grupos de edificios más antiguos de Teherán, que se convirtió en la sede del gobierno de la familia Qajar cuando llegó al poder, en 1779, y convirtió a Teherán en la capital del país. Actualmente consta de ocho estructuras que se utilizan como museo.
Firuzabad, Bishapur y Sarvestan son tres áreas situadas en la región de Fars, aquí se encuentran ocho yacimientos arqueológicos con fortificaciones, palacios, y restos de ciudades que se remontan a los primeros y últimos momentos del imperio sasánida. Destaca la primera capital del fundador de la dinastía, Ardachir Papakan.
La ciudad histórica de Yazd es otra muestra del uso de los recursos limitados para sobrevivir en el desierto. Además, posee gran cantidad de ejemplos excelentes de arquitectura tradicional, como los sabats, es decir, callejones cubiertos parcial o totalmente.
El conjunto del Khānegāh y el santuario en Ardabil es un lugar de retiro espiritual en la tradición sufí. Construidos en los siglos XVI y finales del siglo XVIII, se trata de conjunto raro de elementos de la arquitectura islámica medieval.
La mezquita Masjed-e Jāmé de Isfahán muestra la evolución de la arquitectura a lo largo de doce siglos, comenzando en el año 841. El complejo,abarca más de 20.000 metros cuadrados. También en Isfahán se halla la plaza Meidan Emam, rodeada por arcadas de dos pisos, está bordeada a cada lado por cuatro magníficos edificios: al este, la mezquita Sheikh Lotfallah; al oeste, el pabellón de Ali Qapu; al norte, el pórtico de Qeyssariyeh; y al sur, la famosa Mezquita Real.
Los restos de la antigua ciudad de Susa son un excepcional testimonio del paso de varias civilizaciones durante más de seis milenios . Contiene 27 capas de asentamientos urbanos superpuestos en una sucesión continua, desde finales del siglo V a.C. hasta el siglo XIII.
Es interesante la ‘ciudad quemada’ de Shahr-i Sokhta. Fue fundada alrededor del 3200 a. C., y estuvo poblada hasta el 1800 a. C. Hoy quedan los restos de adobe que muestran el nacimiento de las primeras sociedades complejas en el este de Irán. Las construcciones y utensilios quedaron enterrados por la arena del desierto por lo que se encuentra en muy buen estado de conservación.
El bazar histórico de Tabriz es uno de los ejemplos más completos del sistema comercial y cultural tradicional iraní. Consiste en una serie de estructuras de ladrillo cubiertas, edificios y espacios cerrados interconectados que se integran en un entorno único.
El sistema hidráulico histórico Shushtar construido en el siglo V a.C. por orden de Darío el Grande, se considera una gran obra de ingeniería civil. Consta de dos canales principales en el río Karun, uno de los cuales, el canal Gargar, todavía está en uso para el suministro de agua a la ciudad de Shushtar. El sistema constituye un conjunto de puentes, presas, molinos de viento, cascadas, canales y enormes túneles que se utilizan para dirigir y aprovechar al máximo el agua.
El conjunto arqueológico llamado Tajt-e Soleimán (trono de Salomón) se erige como un testimonio excepcional del culto relacionado con el fuego y el agua durante un período de 2.500 años.
Soltaniyeh fue la capital de la dinastía Ilkhanid en los siglos XIII y XIV. Luego se abandonó y sobre sus pueblos se erigió un pueblo. Pero todavía quedan vestigios de su pasado, como el mausoleo de Oljaytu, un monumento clave en el desarrollo de la arquitectura islámica. Un edificio octogonal que está coronado por una cúpula de 50 m de altura cubierto de fayenza azul turquesa y rodeada de ocho esbeltos minaretes.
En la ciudad de Tchogha Zanbil se hallan las ruinas de la ciudad sagrada del reino de Elam. Es el zigurat más grande fuera de Mesopotamia y el mejor conservado en este tipo de monumentos con forma piramidal escalonado.
Otros patrimonios son el jardín persa, los canales Qanat, el desierto de Dasht-e Lut y el bosque de los Hircanos.