Una escapada a Viena, la mejor ciudad el mundo para vivir
‘City top’
Una localidad señorial llena de atractivos turísticos
36 horas únicas en Viena
La capital de Austria, Viena, ha sido escogida por décimo año consecutivo, como la mejor ciudad del mundo para vivir, según un estudio que ha valorado la calidad de vida en 450 ciudades del mundo realizado por Mercer, una empresa de asesoramiento y soluciones tecnológicas a nivel internacional.
Se han valorado cosas como el entorno social, económico, político, cultural, médico y educativo, además de la calidad de los servicios públicos, el transporte, la vivienda, el ocio y las infraestructuras. Y Viena tiene una puntuación muy alta en todos los criterios, además de una mezcla perfecta entre clasicismo y arte de vanguardia. Para comprobarlo nada mejor que una escapada en cualquier época del año.
Viena está ubicada entre el extenso Danubio y las agrestes cumbres de los Alpes, y es conocida por su pasado imperial, la música clásica y su imponente arquitectura. Una ciudad señorial que cuenta con maravillosos edificios y verdes parques, además de exquisitas cafeterías, bares, galerías, tiendas y mercadillos que la convierten en una de las ciudades más hermosas y elegantes de Europa.
Qué no hay que perderse
Pasear por el Ringstrasse, la avenida semicircular de 5,3 kilómetros que rodea el núcleo antiguo, es un buen punto de partida. Se empezó a construir en 1857 por orden del emperador Francisco José, y las obras duraron cinco décadas. Mientras se transita por esta calle se pueden ver edificios tan emblemáticos como: el Staastoper (la Ópera de Viena), el Rathaus (el Ayuntamiento), el Parlamento, la iglesia Votiva, la Bolsa, el Burgtheater (teatro Nacional), entre otros. Para los que no quieran hacerlo a pie, las líneas 1 y 2 del tranvía llevan por los sitios más turísticos.
Merece una mención la Ópera de Viena, como un referente para todas las óperas del mundo, y el Parlamento, un edificio neoclásico de enormes proporciones construido a finales del siglo XIX.
En el centro de la ciudad se encuentra la cripta Imperial, situada bajo la Iglesia de los Capuchinos y construida entre los años 1622 y 1632 en un estilo barroco, donde se pueden ver monumentales féretros de la realeza austriaca. En total son uno 150 sarcófagos, de los cuales 12 son de emperadores y 18 de emperatrices.
Y hablando de reyes es imprescindible visitar los palacios Schönbrunn, Hofburg y Beldevere. El palacio de Schönbrunn, llamado el ‘Versalles vienés’, construido en el siglo XVII, fue la residencia principal de los Habsburgo que, juntoa a sus hermosos jardines barrocos son patrimonio de la humanidad. De sus 1.441 salas, solo se pueden visitar 45.
El palacio Hofburg ha sido durante más de 600 años la residencia de verano de los Habsburgo. Este conjunto arquitectónico ocupa una gran área en la que se encuentran los antiguos aposentos imperiales, entre ellos los del emperador Francisco José y la emperatriz Elisabeth (Sissi); varios museos, una iglesia, la Biblioteca Nacional Austriaca, la escuela de Invierno de Equitación y el despacho del Presidente de Austria.
El palacio Belvedere es un inmenso recinto del siglo XVII que se compone de dos palacios unidos por un jardín francés. Pero la ciudad, sobre todo, invita a pasear a lo largo del omnipresente Danubio que nos llevará a conocer la parte más animada y moderna de la ciudad, entre sus edificios más modernos se encuentra una singular y colorida construcción, se trata de la Casa Hundertwasser, un proyecto del artista Friedensreich Hundertwasser construido entre 1983 y 1985.
Vale la pena sentarse en alguna de sus terrazas y disfrutar de las últimas horas del día.