Las mañanas tranquilas del MoMA: visitas antes de desayunar

¿Existe una forma mejor de empezar el día que hacerlo frente a una obra de arte? ¿Has soñado alguna vez con contemplar tranquilamente, en soledad, un Van Gogh o un Monet antes de iniciar la jornada, sin colas ni codazos? Si viajas a la Gran Manzana y no te importa levantarte temprano, el MoMA lo hace posible.

El primer miércoles de cada mes, el Museo de Arte Moderno de Nueva York -situado en la calle 53, entre la 5ª y la 6ª avenida- abre sus puertas de 7:30 a 9:00 de la mañana a los más madrugadores, que pueden disfrutar íntimamente de algunas de las creaciones más impresionantes del mundo.

Aunque la iniciativa no es nueva -se puso en práctica a finales de 2016-, lo cierto es que los Quiet Mornings son prácticamente desconocidos por el gran público. La visita no se ciñe a la exposición permanente, sino que permite acceder también a las exposiciones temporales, un auténtico lujo para los amantes del arte moderno. Además, media hora antes de finalizar la visita, a las 9:00, los asistentes pueden participar en una sesión colectiva de meditación, una propuesta con muy buena acogida.

Quines ya han disfrutado de los Quiet Mornings aseguran que se trata de una experiencia única; una fuente tranquila de inspiración, ideal para enfrentarse al ritmo frenético que exige una ciudad como Nueva York.

El número de visitantes es limitado y los precios más reducidos: 15 dólares los adultos (13,3 €), 12, los estudiantes (10,5 €), y 10 dólares (9 €), los menores de 16 años. Las entradas pueden adquirirse con antelación en internet, o en las taquillas del museo el día de la visita, siempre y cuando queden plazas vacantes.

Si tienes previsto viajar a la Gran Manzana durante el puente del Primero de Mayo, estás de suerte. La próxima sesión matinal tendrá lugar, precisamente, el día 1 de mayo. La siguiente, en junio, será la última antes de que el museo cierre temporalmente por obras.

TE INTERESA: Cosas que ver y hacer gratis en Nueva York