Muchísimos viajeros a los que les preguntamos por qué no viajan más, suelen coincidir en la respuesta: porque no tenemos suficiente dinero. Son todo tipo de personas: millenials, madres de familia, ejecutivos, jubilados... Para ellos es como un freno: como no tengo ni un céntimo, me quedo en casa, en el sofá, que no cuesta nada. Pero para los que realmente les fascina viajar, eso es algo frustrante. Te cambia la vida. No te permite crecer como persona. Tu mente, en muchos casos, puede ahogarse en la rutina.
Y este no es un problema cualquiera. Es más importante de lo que parece. Sobre todo para los más jóvenes. Es verdad que hay otras cosas más prioritarias antes que viajar: como comer, dormir, tener salud... Pero no poder viajar es desde luego un problema serio.
A todos esos viajeros hay que decirles que no se resignen. Hay una salida. No hace falta ser rico para viajar. Hoy en día es posible hacerlo con muy poco dinero, o gratis, e incluso hay gente a la que pagan por viajar. A continuación te mostramos algunos trucos y recursos para conseguirlo:
Haciendo autostop
No es una broma. Lo hace mucha gente. Y desde hace mucho tiempo. Ya hemos dicho que estos trucos no van a venir a llamar a tu puerta, deberás poner de tu parte. Por lo tanto, hazte una maleta ligera, sal de tu casa de una vez, camina hasta una carretera próxima y levanta el dedo pulgar.
Hay varias webs que te ayudan a “hacer dedo” y a encontrar tu rumbo. Shareling.es es una de ellas, fue una de las pioneras en España y es una de las más fáciles usar. Utiliza la tecnología de Google Maps para señalar las rutas y unos sencillos formularios para poner en contacto a los viajeros. O Hitchwiki, una página donde también te marcan los mejores puntos para hacer autostop: cómo llegar a esos puntos, sugerencias, paradas en el camino, rutas para tu viaje, etc.
Enrólate en la tripulación de un barco
Es como hacer autostop pero en barco. Prácticamente lo mismo. Por ejemplo, puedes cruzar el Atlántico a bordo de un velero, yate o barco comercial, y llegar al Caribe tras casi un mes de travesía. Existen dos maneras de hacerlo: “la manual”, la de toda la vida, yendo al puerto e ir por el muelle ofreciendo tus servicios al patrón o capitán; o más fácil, entrando en una web como findacrew.net o Crewseekers.net, buscar el puerto de salida, el barco que mejor se adapte a tus necesidades y solicitar ser uno más de la tripulación.
Dale al pedal
Moverse en bici no es solo saludable para tu cuerpo, sino que lo es para el planeta. Y, por si fuera poco, es gratis. No hay que meterle ningún tipo de combustible a tus piernas (bueno, el alimento, del que hablaremos más adelante). Montas tus alforjas, engrasas la cadena y te pones el casco. De hecho, hay muchas personas que se desplazan así por el mundo. Por ejemplo en Rodadas.net, donde se comparten consejos y recomendaciones entre cicloviajeros apasionados de las bicis.
Billetes de avión gratis
Claro que es posible volar a otros países gratis . La mayoría de aerolíneas cuenta con programas de viajeros frecuentes o de fidelización. Son muy conocidos, pero lo cierto es que muy poca gente los utiliza. El funcionamiento es muy sencillo: cada vez que compres un billete u otros productos relacionados con la compañía sumas millas o puntos. Cuanto más lejos viajes, más millas sumas, cuantas más millas sumas, más lejos podrás viajar gratis.
Por pereza o por desconocimiento, muchos viajeros no se paran unos minutos a informarse en que consisten, no se registran en estos programas y, de ese modo, pierden vuelos gratis, descuentos al facturar sus maletas o upgrades (mejoras) en las categoría del avión; puedes pasar de clase turista a primera clase sin pagar ni un suplemento.
Que te presten un coche de alquiler
Por lo que sea, hay compañías de alquiler de coches, furgonetas o caravanas que ofrecen sus vehículos para trasladarlos de un sitio a otro de forma gratuita. Las dos partes ganan. La empresa se ahorra que un empleado lo conduzca y le tenga que pagar por ello y el conductor puede viajar de una oficina a otra por ejemplo sin pagar el alquiler. Es un sistema que funciona mucho en Australia y en USA. Se llaman “recolocaciones”.
En la Unión Europea acaban de aparecer recientemente las primeras iniciativas de este tipo y hay algunos sitios dónde poder conseguir una recolocación. Quizás el lugar más conocido es One Way Rentals de Europcar, pero también tenemos Spaceship rentals y Wicked campers. En Australia es muy popular Imoova.com.
Convertirse en líder
Es una de las maneras más auténticas de viajar con todo pagado. Suelen ser planes aventureros. Si tienes madera de líder y cualidades organizativas, puedes montar un plan, convencer a un grupo de amigos o conocidos y encontrar a una agencia que cubra los costes de tu viaje. Por ejemplo YMTVacations.com te regala un viaje si logras unir a 12 viajeros apasionados que quieran viajar juntos. En España también hay alguna otra startup que trabaja ese concepto. Supernomadas.es es una de ellas, te convierte en líder de un viaje que proponen y, si consiguen un grupo de 6 personas mínimo, te pagan el viaje.
Compartir la comida
Ojo, una condición básica al viajar es comer bien para cargar energías. Hay que pensar que la gastronomía es una parte fundamental del periplo. Se aprende mucho de otras culturas observando cómo, qué y dónde comen. Por eso en este apartado buscamos dos cosas: el hecho de comer bien pero también el de compartir, aunque eso sí, pagando lo menos posible.
Foodsharing.de es una web con muchos seguidores en Alemania, Austria y Suiza. El objetivo es compartir los alimentos de forma gratuita para evitar que acabe en la basura -o bien porque vaya a caducar o bien porque no se vaya a consumir-. Tienen lo que llaman “rescatadores” de alimentos, que organizan reuniones cada cierto tiempo, donde puedes acudir (y llevar tus alimentos) para comer gratis. En España hace ya un tiempo que puedes informarte en comerporlapatilla.es de todos los eventos gastronómicos gratuitos en España.
Si resulta que viajas a un país asiático, dirígete directamente a los templos, allí sirven comida gratis determinados días de la semana. Por ejemplo los templos de los Sij, dan alojamiento gratuito y algunas veces comida. El “dar posada al peregrino” se lo toman muy en serio. El Golden Temple (el Templo Dorado) por ejemplo es una buena opción para comprobarlo.
Dormir en casas de locales
Lo que comentábamos antes: viajar gratis o con un coste muy bajo supone a veces sacrificar algunas otras cosas, por ejemplo la comodidad. En lo que se refiere a dormir, desde hace algunos años -desde el 2004- en Couchsourfing.com el viajero se pone en contacto con personas que ofertan alojamiento gratuito -un sofá, couch en inglés- por una o varias noches. Puedes moverte por todo el mundo y te vas quedando en casa de anfitriones que te acogen y comparten tiempo contigo. Lo más interesante de este modelo es que en muchas ocasiones tienes información local para explorar la zona.
Después han surgido otras fórmulas como Housesitting.com o Trustedhoussitter.com, una web que pone en contacto a viajeros que buscan alojamiento gratis con los dueños de una casa que se marchan de viaje y necesitan a otras personas que cuiden de sus casas o mascotas mientras están fuera. Eso sí, cobran una cuota anual (unos 100€), algo que tiene mucho sentido -y ahorro- si piensas viajar a menudo.
Intercambio de casas
Otra magnífica idea para reducir sustancialmente el presupuesto de viaje es intercambiar tu casa por otra. Es decir, llega el mes de agosto y le dejas tu casa en España a una familia francesa, y la familia francesa te la presta a ti. Tal cual. Y funciona. En los últimos años este sistema ha crecido un 30%. De hecho, por detrás de Francia, España es el segundo país del mundo que más utiliza el intercambio de casas.
Prueba las páginas de intercambio Homeexchange, Guesttoguest o intercambiodecasas.com para ver las casas que ofrecen en este país o en cualquier otro destino. Y a partir de ahí, puedes escoger el lugar al que quieres ir pero también dejarte llevar y sorprenderte con las propuestas que te llegan.
Trabajar a cambio de alojamiento
Aquí hablamos de puro trueque: tú trabajas y te pagan con una cama. Es decir, un ejemplo: viajas a Japón, trabajas en una granja de té durante seis horas al día, lo que te permite explorar el país y su cultura de una manera muy directa sin pagar el alojamiento.
Una de las plataformas más conocidas es WWOOF World Wide Opportunities on Organic Farms. Se trata de una red de granjas alrededor del mundo en las que puedes pasar días, meses e incluso algún año aprendiendo y trabajando en el entorno de una granja ecológica. Otro caso que funciona también en granjas pero también en otras alternativas como hostales o casas de personas donde necesitan gente para ayudar con alguna tarea especial es workaway.info.
Los tours por ciudades ‘free’
Si eres de los que cuando viaja a una ciudad le gusta tener una orientación cultural de primera mano, puedes recurrir a freetours.com. Muchas urbes ya cuentan en la actualidad con estos guías turísticos free (dicen que no se refieren a gratis, sino a libre), la mayoría europeas, algunas en Asia, Sudamérica, Nueva York o Australia. Existen muchas opciones y guías muy preparados y especializados en temas diversos como historia, gastronomía, nocturna o cine.
Pero ojo, como decíamos en este caso, no es gratis. Es verdad que nadie está obligado a pagar por este servicio, pero no es gratis. La diferencia con los guías convencionales es que el precio lo pone el cliente abonando una propina. Se paga “la voluntad”. Se suele desembolsar una media de 10€, aunque depende de si vas con niños o es un grupo muy numeroso.
Este artículo es fruto de la colaboración entre La Vanguardia.com y Travelzoo, portal especializado en ofertas de viajes. Puedes acceder a Travelzoo aquí.