36 horas únicas en Munich
Escapadas de vanguardia
Historia, gastronomía y arquitectura perfilan los puntos fuertes de uno de los principales motores económicos y sociales de Alemania
Alemania es considerada el motor de Europa, una responsabilidad en la que Munich juega un papel clave como capital y enseña del sureño land de Baviera, el más próspero del país. En este sentido, no debe sorprender que sea calificada como una de las cinco ciudades del mundo con mayor calidad de vida .
Este cartel de presentación ya bastaría a cualquiera, pero la capital bávara añade más encantos a su atractivo: historia, gastronomía y arquitectura, que se dan de la mano para cautivar al turista.
Sábado
9.00 - El recuerdo medieval
El fulgor de Munich empezó a brotar en la Edad Media, época a la que nos trasladamos para trazar la disposición del corazón histórico de la capital bávara. Por aquel entonces, la ciudad estaba rodeada por una muralla con cuatro grandes puertas de acceso. Hoy no se conserva ninguna parte de la muralla, pero sí que se han restaurado tres de las cuatro puertas –Sendlinger Tor, Isartor y Karlstor–, que actualmente delimitan lo que se considera el centro de la ciudad y el escenario principal de nuestra ruta exprés por Munich. Un marco agradable donde la mayoría de las calles son peatonales y la circulación motorizada es escasa.
El punto de partida de la ruta es el espacio donde se ubicaba la cuarta de las puertas de acceso a la Munich medieval, donde actualmente se halla una plaza con galería exterior, la Feldherrnhalle, y una iglesia de estilo barroco con raíces italianas, la Theatinerkirche. La panorámica de edificios notables no acaba aquí: si miras a tu izquierda verás la München-residenz y su jardín, el Hofgarten, que fue el palacio de los reyes de Baviera hasta la abolición de la corona a finales de la Primera Guerra Mundial.
Dirígete hacia el centro de la ciudad a través de Residenzstrasse. Si pasas por la Bayerische Staatsoper –la Ópera Nacional de Baviera–, de estilo neoclásico y erigida durante el primer tercio del siglo XIX, es que vas bien. Más adelante alcanzarás Marienhof, el patio posterior del famoso ayuntamiento de Munich. Sin embargo, antes de llegar desvíate a la izquierda para echar un vistazo a la conocida como la casa más antigua de la capital bávara, la Alter Hof 3, de finales del siglo XII, una vieja residencia ducal que hoy es un restaurante de gastronomía tradicional de Baviera.
Para completar el primer sorbo muniqués, sigue bajando por Burgstrasse hasta el antiguo ayuntamiento de Munich, el Altes Rathaus, edificio gótico de finales del siglo XV.
10.00 - Otear Munich desde lo alto de una torre
Una calle abajo, en la pequeña colina de Petersbergl se halla Peterskirche –la iglesia de San Pedro–, el templo católico más antiguo de la ciudad. Tanto es así que los locales la conocen de forma cariñosa como Alter Peter, el Viejo Pedro. Por apenas tres euros puedes subir a lo alto de su torre, aunque sí hay algo que te puede amedrentar no es su precio, sino sus numerosos escalones: un total de 299 hasta alcanzar la cima. Un esfuerzo que merece la pena para poder gozar de unas espectaculares vistas panorámicas sobre el núcleo histórico de Munich con el famoso ayuntamiento en primer plano.
Detrás de la iglesia se encuentra el Viktualienmarkt, un popular mercado con un biergärten bávaro –jardín de la cerveza, en alemán– donde habitualmente se celebran fiestas tradicionales. En su interior, el mercado cuenta con más de 140 paradas de frutas, verduras, flores y, por descontado, todo tipo de salchichas.
11.00 - Una cita puntual con Marienplatz y el majestuoso ayuntamiento
No te despistes demasiado en Viktualienmarkt porque a las 11.00 horas en punto debes estar en Marienplatz –a menos de cinco minutos andando–, presidida por el majestuoso ayuntamiento nuevo de la ciudad, el Neues Rathaus. Verás que, seguramente, no eres el único turista que se ha congregado ante el consistorio y es que a las 11.00 horas –como también a las 12 horas y, en verano, a las 17 horas– en el reloj de la fachada del ayuntamiento se acciona un montaje con pequeños muñecos con música medieval de fondo.
Tras el breve espectáculo, detente unos minutos más para contemplar el esplendoroso edificio consistorial –con poco más de un siglo de historia–, con una fachada de más de 100 metros de ancho y una torre que se eleva hasta los 85 metros, todo en un cargado estilo neogótico. Sin duda, una de las joyas más preciadas de Munich.
Sigue en dirección a la puerta sur del centro de Munich bajando por Sendlinger Strasse, una coqueta calle llena de pequeñas tiendas donde se esconde la iglesia rococó Asamkirche. Además, si te desvías un poco hacia la izquierda, también pasarás ante la sinagoga de la capital bávara, emplazamiento donde también se ubica el museo judío. 300 metros más abajo, ya estarás en Sendlinger Tor, la que durante el medievo era la puerta sur de Munich, tras haber cruzado el centro de la ciudad en vertical.
12.00 - Salchicha, bretzel y cerveza
Si te has adaptado al horario alemán probablemente ya tendrás hambre. Esto es Munich al mediodía, hora de comer. Para una comida ligera, pero no por ello menos alemana, te sugerimos volver al Viktualienmarkt. Como apuntábamos antes, aquí encontrarás puestos con todo tipo de wurst –salchichas, en alemán. La más típica de Baviera es la Weisswurst o salchicha blanca. Su nombre, ya verás, no engaña. Los locales la acostumbran a acompañar con un bretzel –pan o bollo horneado con forma de lazo que en tierras bávaras es conocido como pretzel, con p. Y, cómo no, tampoco puede faltar la cerveza. En este sentido, ten cuidado, cuando pidas una cerveza en Munich no esperes nunca menos de medio litro.
Otra opción, no menos buena, es andar cinco minutos más hasta la vieja cervecería Hofbräuhaus. De hecho, verás que muchas de las marcas de cerveza más conocidas en Baviera –como por ejemplo, Paulaner, Augustiner, Löwenbräu o la propia Hofbräuhaus– disponen de su propio restaurante de comida típica bávara donde sirven su cerveza. Si te decides por tal opción, Hofbräuhaus es una posibilidad particularmente famosa porque fue cervecería de la corte real.
14.00 - Pasear por uno de los parques urbanos más grandes del mundo
¿Qué mejor para hacer la digestión que un plácido paseo por el que es considerado uno de los parques urbanos más grandes del mundo? Englischer Garten –el jardín inglés– es un gigantesco pulmón verde de cerca de 400 hectáreas, mayor incluso de Hyde Park o Central Park, por ejemplo, que se estira enganchado al extremo norte del centro histórico de la ciudad.
El parque es un caramelo para todos los muniqueses, sobre todo aquellos días en los que sale el sol, cuando Englischer Garten se llena de gente en bici, practicando todo tipo de deportes o tomando el sol sobre el césped. Incluso practicando surf, y es que el parque incluye un pequeño canal donde se pueden atacar las olas con la tabla de surf todos los días del año. Una estampa que no deja a nadie indiferente. En el mismo parque, obviamente, se halla otro biergärten, la Chinesischer Turm, en una curiosa torre china –como indica su nombre en alemán– de 25 metros de altura.
15.30 - Un pedazo de la Antigua Grecia
La enormes distancias del Englischer Garten pueden haber hecho mella en tus piernas, de modo que si estás cansado te proponemos coger el autobús 100 para en diez minutos plantarte en la siguiente etapa de la ruta: Königsplatz, la plaza del rey, ubicada en el barrio de Marxvostadt.
La Königsplatz, como su nombre bien indica, fue ordenada por un rey, Ludwig I, monarca de Baviera entre 1825 y 1848 que tenia una evidente obsesión por la arquitectura griega. Sólo hace falta mirar a tu alrededor para ver los edificios que rodean esta plaza: dos espacios bastante parecidos, uno ante el otro, inspirados en la Acrópolis de Atenas. Tuvieron que ser restaurados tras la Segunda Guerra Mundial y hoy son un museo de esculturas griegas y romanas, y un museo de antigüedades neoclásicas.
16.30 - En las entrañas del régimen nazi
Marxvostadt es conocido por los locales como el barrio de los museos porque unas calles más arriba de Königsplatz todavía encontramos cuatro centros museísticos más, entre ellos las pinacotecas de arte antiguo, de arte moderno y de arte contemporáneo.
Sin embargo, al museo que te proponemos entrar es otro que se encuentra justo al lado de Königsplatz: el NS-Dokumentationszentrum. Inaugurado hace apenas tres años, documenta la historia y las consecuencias del régimen nazi centrándose en la ciudad de Munich, considerada “capital del movimiento”. El propio museo lo explica: “La ciudad de Munich es consciente de su especial obligación de mantener vivo el recuerdo de la era nazi y sus crímenes y de informar a los ciudadanos y visitantes al respecto. Después de todo, fue aquí en Munich donde comenzó el ascenso del movimiento nacionalsocialista después de la Primera Guerra Mundial”.
La capital bávara fue el escenario del putsch de Munich, el intento de golpe de Estado de 1923 que condujo a Hitler a prisión.
El museo, muy recomendable y con audioguía en castellano, abre de los fines de semana de 10 a 19 horas, y su entrada cuesta cinco euros. En él podrás ver imágenes estremecedoras como la Marienplatz cubierta de esvásticas u otras plazas que has visto hoy, como Odensplatz o Königsplatz, llenas a rebosar de gente escuchando discursos de Aldof Hitler.
18.30 - Un ‘break’ cervecero
Al salir del museo y para despejar la mente podemos hacer un descanso en una de las dos cervecerías que quedan cerca del NS-Dokumentationszentrum. Si antes hemos probado la cerveza de la casa Hofbräuhaus, ahora podemos elegir entre Löwenbräukeller, a 500 metros del museo, o andar unos minutos más hasta Augustiner-keller.
20.00 - Aperitivos y copas para cerrar el día
Munich, como muchas capitales de länder –los 16 estados federales que componen la República alemana– es también ciudad universitaria. El barrio donde se concentran más estudiantes es Schwabing, zona que está ganando adeptos por su cariz bohemio y alternativo. Busca el Arts ‘n’ Boards, en la amplia vía Belgradstrasse, donde podrás comenzar cenando unos típicos aperitivos de embutidos germánicos y acabar probando alguno de sus elaborados cócteles. Si quieres estirar la noche, una opción ideal es X-bar, un moderno local con animado ambiente a cuatro minutos del Arts ‘n’ Boards.
Domingo
10.00 - El palacio de Nymphemburg
Si ayer comenzamos viendo el palacio real de los antiguos reyes de Baviera –la München-residenz–, hoy es el turno de la residencia estival de esta corona que reinó con seis monarcas entre 1806 y 1918: el Nymphemburg Schloss. Su construcción, sin embargo, se remonta años antes, a mediados del siglo XVII, por la Casa de los Wittelsbach, la rama palatina de los cuales cogió la corona a principios del XIX. El soberbio palacio de estilo barroco cuenta con unos amplios jardines de 200 hectáreas ideales para pasear plácidamente.
11.30 - El núcleo histórico de Munich de oeste a este
Después de un bucólico paseo matinal, toma el tranvía 17 de nuevo hacia el centro de Munich, ahora en la puerta de Karlsplatz, el acceso oeste al casco antiguo. Desde allí, sigue la línea horizontal del centro por la calle más comercial de Munich, la Neuhauserstrasse, una amplísima vía peatonal donde podrás ver la iglesia de St. Michael y la Frauenkirche o Catedral de Munich, que con sus dos torres de 99 metros –el Ayuntamiento muniqués ha prohibido edificaciones de más de 100 metros– pincela el skyline de la capital bávara. Erigida a finales del siglo XV con estilo gótico, sus características torres no fueron acabadas hasta años después y lejos de la idea arquitectónica original.
Si continúas por Neuhauserstrasse en un cuarto de hora ya llegarás a Isartor, la última puerta de la antigua Munich medieval que quedaba por alcanzar. Debe su nombre al río de la capital bávara, el Isar, que puedes cruzar –y fotografiar– desde el puente Boschbrücke. Aquí mismo, en una isla en la misma ribera del Isar, se levanta el Deutsches Museum, el museo de la ciencia y la técnica más grande del mundo.
13.00 - Un tentempié rápido
Cruzando el islote sobre el Isar, y antes de que se te haga demasiado tarde, dirígete al Rosi Kaffeehaus Bar, uno de los cafés más populares de Munich, que combina un bonito escenario con una deliciosa variedad de platos. Escenario perfecto para un último tentempié en la capital de Baviera.
14.30 - La huella olímpica
Munich acogió los Juegos Olímpicos de verano de 1972, un recuerdo que la capital bávara mantiene vivo en el Olympiapark, otra extensa zona verde de más de 300 hectáreas con varios equipamientos deportivos como el vetusto estado olímpico –casa del Bayern hasta la inauguración del Allianz Arena–, y el pabellón y la piscina de las olimpiadas, junto a una pista de patinaje sobre hielo. Con todo, el que seguramente es su mayor emblema es la afilada Olympiaturm, la torre de televisión de 290 metros de altura.
Aquí tienes la opción de subir a su mirador o tomar algo en el restaurante giratorio que voltea la parte superior de la torre, aunque debes saber que las vistas desde aquí se ciñen sobre todo al parque olímpico y quedan lejos del centro de Munich. De hecho, llegar a la Olympiapark te llevará media hora de transporte público.
16.00 - Apagar motores en la BMW
La ruta exprés por Munich no puede dejar de lado la automoción, otro de los rasgos que marca la vida de los locales. En este sentido, es habitual que los muniqueses den mucha importancia al coche que conducen. En las calles dominan, claro, las marcas alemanas, aunque la que sobresale con más fuerza es BMW, con sede en Munich.
Más allá de si te interesan los coches o no, la visita al museo y la fábrica de BMW es casi obligatoria y es, de hecho, uno de los museos más visitados de la zona. En su moderno edificio en forma de rueda metalizada la compañía muniquesa presenta un viaje por la evolución de la automoción a través de vehículos, motos y avionetas históricos. Cierra a las 18.00 horas y tiene un precio de 10 euros. Un punto indispensable para empaparte de la filosofía de vida muniquesa antes de apagar motores y despedir la ruta por la capital bávara.
En la confección de esta ruta nos ha guiado Júlia Casamitjana, una ingeniera catalana que vive desde hace tres años en Munich.
Ningún establecimiento mencionado en este artículo ha hecho aportación económica alguna para aparecer en la ruta, por lo que nuestras sugerencias proceden única y exclusivamente de la buena voluntad de nuestros guías para que los lectores disfruten al máximo de su viaje.